La Inspección de Trabajo está investigando al empresario teatral Nacho Cano por la presunta contratación ilegal de migrantes en situación irregular. Así lo confirmó la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en declaraciones en el Congreso. Díaz señaló que la Inspección de Trabajo es un organismo autónomo que no sigue directrices, y no reveló detalles específicos de la investigación.

La vicepresidenta explicó que la Inspección de Trabajo colabora con el Ministerio del Interior y las fuerzas de seguridad del Estado en operaciones que lo requieren, como en este caso. Díaz afirmó que los resultados de la investigación se comunicarán una vez concluyan todas las actuaciones.

La rueda de prensa de "inaceptables" declaraciones 

El productor musical fue detenido este martes. Tras declarar, fue puesto en libertad. Esa misma tarde, en una rueda de prensa, Cano argumentó que la detención era parte de una "maniobra orquestada" contra él por su relación de amistad con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; y de esta forma "desviar la atención" del caso de Begoña Gómez.

Además, acusó a la Policía de "criminal" y advirtió de que si le encontraban "muerto en la cuneta ya sabéis quién ha sido", en referencia a la actuación contra él. Por estas acusaciones, los principales sindicatos policiales criticaron duramente al artista y tacharon las declaraciones de "inaceptables".

También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reprochó el comportamiento de Cano ante los medios. "Es intolerable el ataque indiscriminado al colectivo policial", dijo. 

Desde el PSOE aseguraron que el productor habría cometido varios delitos: contra los derechos de los trabajadores, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y en favor de la inmigración irregular. "Todo ello, por tener a varias personas con el permiso denegado trabajando hasta 60 horas semanales y sirviendo copas en el bar de su espectáculo para ganar dinero extra", añaden.

El caso Nacho Cano: una retahíla de hechos surrealistas

Esta inspección laboral se enmarca en la retahíla de hechos destapados por la investigación policial. Entre ellos, como recogía esta noticia y adelantaba el medio El País, la situación de extrema precariedad en la que trabajaban los supuestos "becarios" del productor musical.

Los 17 estudiantes, ahora 16 porque una de ellas –la que denunció– ha vuelto a México, dormían de cuatro en cuatro en un hostal y solo les daban una comida al día. Siempre en el mismo restaurante. Ellos se pagaban el desayuno y la cena con el salario del espectáculo de Cano, Malinche. Primero, de 300 euros, después de 500. En él, trabajaban en torno a 10 horas al día de lunes a sábado, es decir, unas 60 horas semanales. 

Cano afirmó que los jóvenes estaban "becados con un contrato de prácticas" para actuar en Malinche. Sin embargo, habrían llegado a España en diciembre desde Guadalajara (México) en seis vuelos diferentes, con instrucciones para hacerse pasar por turistas y evitar problemas en la frontera.

Las autoridades de la Delegación de Gobierno de Madrid no se convencieron de que los jóvenes tuvieran formación relacionada con el espectáculo, y en mayo se les denegó el permiso de estudios. Los jóvenes, ajenos a esta situación de irregularidad, continuaron trabajando en el musical.