Este artículo se publicó hace 4 años.
La renovación del CGPJIglesias eleva la presión sobre el PSOE para renovar el Poder Judicial sin el PP ante los bloqueos de Casado
Unidas Podemos insiste en la necesidad de sortear el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y propone a los socialistas descongelar la reforma legislativa que rebaja la mayoría necesaria para designar a los nuevos miembros de la institución. Casado mantiene viva su exigencia de excluir a los de Pablo Iglesias de la renovación.
Madrid-
Cada portazo del PP a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) resuena en un Gobierno de coalición que mantiene algunas diferencias en este asunto. Tanto el objetivo del PSOE como el de Unidas Podemos es el de romper el candado que Pablo Casado mantiene sobre el órgano de gobierno de los jueces, pero las vías para hacerlo y los tiempos que se manejan parecen separar a las dos formaciones que sostienen al Ejecutivo.
Este martes, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, anunció que se había llegado a un acuerdo con los conservadores en esta materia y que lo único que quedaba pendiente era "hacerlo público"; "es poco lo que nos separa y mucho lo que nos une", añadía el titular de Justicia.
Las palabras de Campo eran respondidas con un desmentido tanto por parte de la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, como por parte del secretario de Justicia del PP y consejero de Justicia en la Comunidad de Madrid, Enrique López. "No es verdad lo que ha dicho el ministro de Justicia", afirmó la portavoz parlamentaria. "No existe un acuerdo de renovación", apuntaló López.
Mientras tanto, en el Congreso el presidente del grupo confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, instaba a los socialistas a desbloquear la reforma de la Ley del Poder Judicial, que posibilita la rebaja de la mayoría necesaria para renovar el CGPJ en caso de bloqueo, y alertaba de que el Gobierno no puede "esperar más".
La batalla por la renovación del Consejo General del Poder Judicial empieza a parecerse a la que PSOE y Unidas Podemos protagonizaron (de la mano de otros actores) con la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En agosto Ciudadanos se marcó el objetivo de expulsar a Unidas Podemos (uno de los partidos que conforman el Ejecutivo de coalición) de la negociación presupuestaria.
Los de Arrimadas se esmeraron en restar influencia a los de Iglesias en las cuentas y en constituir con el PSOE una mayoría presupuestaria en un momento en el que Pedro Sánchez buscaba "apoyos transversales" que lo alejaran del marco exclusivo del bloque de la investidura. Unidas Podemos apostó, en cambio, por unos Presupuestos apoyados en las formaciones del bloque de la investidura y sin la participación de un Ciudadanos que, en palabras de los de Iglesias, estaba "atrapado en la foto de Colón" con el PP y Vox.
El PP no quiere a UP en la negociación del Poder Judicial
El 'sí' de EH Bildu a las cuentas y los acuerdos con ERC y PNV terminaron por forzar la salida voluntaria de Arrimadas de la negociación presupuestaria y por reforzar a los partidos que facilitaron la investidura de Sánchez como un bloque de legislatura que puede dar estabilidad al Gobierno. La historia parece repetirse ahora con la renovación del Poder Judicial, con distintos actores, pero con escenas que recuerdan al capítulo presupuestario.
El PP tiene en su mano la llave para renovar el CGPJ, ya que la mayoría exigida legalmente precisa de la concurrencia de los conservadores en la votación. Los de Casado están dispuestos a negociar con Sánchez, pero bajo una línea roja clara y manifestada tanto en público como en privado que recuerda a las pretensiones que reveló Ciudadanos al final del verano: Unidas Podemos no puede participar en la renovación.
En el PSOE aseguran asumir la urgencia de desbloquear el órgano de gobierno de los jueces, en funciones desde hace dos años y con un historial de nombramientos recientes que puede hipotecar a las mayorías del Poder Judicial durante años.
Por eso, hace unos meses registró junto a Unidas Podemos una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para mantener en tres quintos la mayoría necesaria para elegir a los miembros del CGPJ correspondientes al Parlamento, pero, si se produjera un bloqueo como consecuencia de no alcanzar los votos necesarios, rebajar el criterio exigido a una mayoría absoluta (a partir de 176 diputados).
Los socialistas decidieron paralizar la reforma de la ley (ya registrada en el Congreso), después de que Casado avanzase durante la moción de censura defendida por Vox un viaje de su partido a la moderación y escenificase una ruptura con la ultraderecha (que más allá de lo discursivo no llegó a materializarse en ninguno de los gobiernos autonómicos en los que el PP se apoya en los de Santiago Abascal).
Unidas Podemos apuesta por explorar la vía del bloque de la investidura para renovar el CGPJ
Tras este gesto, PP y PSOE regresaron a unas negociaciones discretas lideradas por el ministro de Justicia, que este martes ha sido testigo de otro portazo de los conservadores y, de nuevo, a punto de cerrar un acuerdo definitivo. En este contexto, como avanzó Público, en Unidas Podemos apuestan por explorar la vía del bloque de la investidura para renovar el CGPJ, sobre todo después de que esta fórmula vaya a aportar a los Presupuestos una mayoría que ronda los 190 diputados.
Además de permitir la entrada de aire fresco a una cúpula judicial de mayoría conservadora, los de Iglesias defienden otros beneficios de esta fórmula, como el hecho de que incorporar a formaciones soberanistas e independentistas, como ERC y Bildu, a las negociaciones para renovar el órgano de gobierno de los jueces ayudaría, a su juicio, a resolver los conflictos territoriales enquistados en el Estado.
Pero más allá de los actores que participen en la renovación, Unidas Podemos defiende la estructura de la reforma que propone la iniciativa registrada junto al PSOE. A su juicio, la mayoría de tres quintos es una herramienta diseñada para que un solo partido no pueda acometer sin más apoyos la renovación de la cúpula judicial. Esta herramienta, consideran, es funcional en un sistema bipartidista, pero no en la coyuntura actual, donde gobiernan dos formaciones con una mayoría minoritaria en el Congreso que precisa de alianzas para sacar adelante cualquier reforma de calado.
En la formación entienden que anteriormente se procuraba garantizar la pluralidad en un sistema bipartidista a través de una mayoría reforzada, pero ahora esa pluralidad está garantizada desde la base misma de un sistema multipartidista. "No podemos esperar más, hay que quitar el pie del freno" y sacar la proposición de ley "del congelador", ha dicho Asens este martes, que ha elevado a la iniciativa a la principal prioridad del Gobierno tras la aprobación de los Presupuestos.
El presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos ha avanzado incluso posibles plazos y ha instado al PSOE a llevar la reforma a la próxima sesión plenaria del Congreso, que se celebrará a mediados de diciembre. La última vez que un partido de la oposición trató de excluir a una formación del Gobierno de una cuestión clave para la legislatura acabó quedando fuera de la misma, y cada portazo del PP le podría quitar margen a Sánchez para decidir sobre la fórmula más adecuada de desbloqueo del CGPJ.
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