Este artículo se publicó hace 2 años.
El Gobierno le gana la batalla económica a Feijóo
Los últimos datos de inflación y de empleo son positivos. El Ejecutivo de Pedro Sánchez insiste en que sus medidas funcionan y desactivan el discurso catastrofista del PP. Feijóo acusa al Gobierno de "doble contabilidad".
Madrid-Actualizado a
Durante los meses de primavera recorría la sensación en Ferraz y Moncloa que los datos económicos jugarían un papel clave en la disputa política entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Por aquel entonces la inflación ya era preocupante y el escenario de incertidumbre creado tras la guerra en Ucrania no dejaba de crecer. Meses después el ánimo ha cambiado. Las últimas cifras del IPC o del paro son objetivamente positivas y en el Gobierno lo ponen en valor para desactivar el discurso del PP y ganar esta batalla económica.
"¿Considera el presidente del Gobierno que su Ejecutivo está a la altura de las necesidades de las familias españolas?". Esa fue la primera pregunta que eligió dirigir el líder de los populares a Sánchez en el Senado. Feijóo entró en la presidencia del PP fiándolo todo al debate económico en un momento complicado con los datos en la mano.
Esta misma semana ha habido dos hitos económicos importantes en forma de cifras. En primer lugar, la inflación ya acumula en España cuatro meses a la baja. Según los datos avanzados el pasado martes, el IPC bajó una décima durante este último mes en relación a octubre y recortó medio punto su tasa interanual: en noviembre el alza de los precios se moderó hasta el 6,8%. Es su cifra más baja desde enero de 2022, justo antes de declararse la guerra en Ucrania. Además, España es el país con menos inflación actualmente en toda la Eurozona. Llegó a estar en el 10,8% en el mes de julio.
Por otro lado, los últimos datos de empleo también han sido muy buenos. El paro cayó en 33.512 personas en noviembre y se sitúa en la cifra más baja desde 2007. El desempleo femenino disminuyó en 19.199 mujeres hasta 1.727.559, la cifra más baja en un mes de noviembre desde 2008. El número total de contratos sumó 1.424.283, de los que cerca de la mitad, 615.236, fueron de carácter indefinido.
En Moncloa consideran que las medidas llevadas a cabo en los últimos meses funcionan, que la curva de la inflación que a todos nos asustaba poco a poco va bajando y que los datos desactivan el discurso catastrofista del PP. "El PP ya no quiere hablar de economía", sentencian en el Gobierno. Durante la última sesión de control en el Congreso, la portavoz popular Cuca Gamarra centró sus críticas en otras cuestiones como la renovación del Tribunal Constitucional o la ley solo si es sí.
Para el equipo de Sánchez, el PP ahora se acoge a sus "comodines de siempre" y evita el tema económico. "Porque las cosas van bien y ellos tienen la necesidad de que las cosas no funcionen", afirman. Esos "comodines" son especialmente Catalunya, así se ha visto con el tema de la sedición, o los pactos con EH Bildu, entre otras cuestiones.
El Gobierno destaca que se seguirán tomando las medidas que hagan falta con el objetivo de "proteger" a la ciudadanía. En el aire están todavía ciertas prórrogas de medidas como el descuento a carburantes, que caduca el 31 de diciembre. Otras como la gratuidad de gran parte del transporte ferroviario se ampliaron ya. En Moncloa han potenciado el discurso de dar algún tipo de certidumbre ante la incertidumbre. Una manera de decir que aunque no se sepa con certeza lo que va a pasar por el contexto europeo, el Gobierno hará todo lo necesario para que no le afecte a la ciudadanía.
Desde la dirección socialista destacan que la realidad de los datos, empírica, lo que provoca es destrozar el relato del PP. "De lo que se va a empezar a cansar la gente es de los cenizos", destacan en Ferraz sobre las posiciones del PP y de Feijóo en este asunto. "Vaticinaban que todo iba a ser un desastre y no lo es", añaden.
El PP habla de "doble contabilidad"
Con los datos en contra de su relato, Feijóo acusa al Gobierno de "doble contabilidad", al menos con las cifras de paro. En la recta final del año, el PP ha intensificado su ofensiva contra el ministerio de Trabajo y este viernes registraron una propuesta no de ley (PNL) para que el Gobierno cree un indicador del paro efectivo, que incluiría a todos los parados, más los fijos discontinuos que no estén trabajando en ese momento y a los trabajadores en ERTE. Además, el grupo popular ha enviado una serie de preguntas al Gobierno en relación a los datos de empleo.
"Están distorsionados", asegura el diputado y responsable del área económica Jaime de Olano en conversación con Público. Lo cierto es que los fijos discontinuos nunca se han contado como desempleados, es decir, no hay ningún cambio en el cálculo con respecto a otros gobiernos.
Ante estas acusaciones, los socialistas sacan a colación el "manual del Trumpismo" mediante el cual la derecha desprestigia los datos si no le son favorables. "Crean una realidad paralela", afirman en Ferraz y defienden además que la directriz mediante la cual se calculan los trabajadores fijos discontinuos rige desde 1985. "Nadie ha cambiado nada", proclaman al tiempo que destacan que el sistema está avalado por Eurostat. "Cuando empiezan cuestionando los datos pueden acabar incluso cuestionando el resultado electoral", añaden, al ser algo que ya ha pasado en otros países.
La cúpula socialista en Ferraz reconocía hace unos meses que sería difícil aguantar electoralmente con una inflación tan alta. Recordaban cómo la economía fue un punto determinante para que salieran del Gobierno los dos anteriores presidentes socialistas. La crisis se llevó por delante a Felipe González y a José Luis Rodríguez Zapatero. La lucha ahora es para que no se lleve por delante también a Sánchez. Y al menos esta semana se respiraba optimismo para que eso no suceda.
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