El Gobierno celebra que el Congreso de los Diputados acoja los grandes debates políticos del momento, pero no se mueve un ápice de sus posiciones en lo que respecta a las pensiones y a la prisión permanente revisable, los asuntos que han centrado el debate parlamentario esta semana.

Sobre el primero, el Ejecutivo repite los dos brindis al sol del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y aprovecha para vincular cualquier posible mejora de las prestaciones a la aprobación de sus Presupuestos para 2018, que presentará al inicio de abril; sobre el segundo, intenta blanquear las declaraciones de algunos dirigentes del PP -como su portavoz parlamentario, Rafael Hernando-, afirmando que ellos no son responsables de las fechas en las que esta cuestión ha llegado a pleno, y argumentando que en ningún caso ha querido aprovecharse del dolor de las víctimas para vender sus posiciones. También pide a la oposición que "reconsidere su postura" tras escuchar a la calle, que considera mucho más cercana a sus tesis.

"Muchas veces oímos que hay que escuchar a la calle, que la escuchen en esta ocasión", pedía este viernes el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En su comparecencia, ha afirmado que es "bueno" que este debate llegue al Congreso, para "ver y calibrar quién tiene mejores razones, y quién responde mejor a las exigencias de la sociedad española".

En este sentido, Méndez de Vigo sacaba pecho por la "madurez de liderazgo", la "experiencia de gobierno" y la "solvencia" que, a su juicio, ha demostrado el Ejecutivo, e incidía en circunscribir el debate sobre pensiones al marco de la Comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo,  en el Congreso. Según la oposición, esta comisión apenas puede avanzar por el "bloqueo" del propio PP, por no hablar de que sus recomendaciones -aún en estado embrionario- no son vinculantes. 

No obstante, el ministro portavoz no aportó nuevas recetas para mejorar al sistema de pensiones, y se limitó a recordar las propuestas a las que se refirió Rajoy el miércoles, en el pleno monográfico sobre esta materia, que además ya habían sido previamente anunciadas por otros miembros del Gobierno, y que todavía no se han visto concretadas: ayudas fiscales en el IRPF para pensionistas y familias, y una mejora de las pensiones mínimas y de viudedad.

De hecho, y cuestionado por si encontraba interesante alguna de las propuestas vertidas por la oposición, el portavoz del Ejecutivo insistía en que este asunto es cosa de todos y volvía a presumir de las reformas impulsadas por el Gobierno -sin dejar pasar la ocasión para criticar la herencia recibida del anterior ejecutivo socialista-, pero no aportaba nuevas propuestas sobre esta materia.

Así, horas antes de las manifestaciones convocadas en decenas de ciudades españolas para reclamar pensiones dignas, este sábado, Méndez de Vigo pedía al resto de partidos que no "engañen" a los pensionistas. "Los pensionistas merecen el respeto de todos, y eso significa que no deben ser engañados ni utilizados en la confrontación política", incidía el portavoz del Ejecutivo, que en las últimas semanas ha acusado al PSOE de "agitar la calle" en lugar de buscar recetas viables.

En esencia, cerraba su discurso sobre pensiones afirmando que toca seguir trabajando en la Comisión, sin dar más detalles, y siempre ligando las mejoras prometidas a la aprobación del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018. Según Méndez de Vigo, las cuentas recibirán luz verde por parte del Consejo de Ministros a finales de mes,  para llegar a la Cámara Baja al inicio de abril

La cuestión "muy técnica" sobre el número de placa

En otro orden de cosas, el ministro también ha expresado sus condolencias por el fallecimiento de Mmame Mbage, ciudadano senegalés, y ha lamentado los disturbios que se produjeron inmediatamente después en el barrio madrileño de Lavapiés, en protesta por su muerte. 

Sin embargo, y preguntado por si el Ejecutivo tiene previsto abrir una investigación tras esta muerte, como sí hará el Ayuntamiento de Madrid, Méndez de Vigo ha evitado responder.

Tampoco ha aclarado el motivo por el que los agentes de la Policía Nacional que participaron en cargas en Lavapiés no lucían el obligatorio número de identificación en la espalda. Una cuestión "muy técnica", en palabras del portavoz del Ejecutivo, que se comprometía  a hacer llegar a los medios la respuesta a esta pregunta. De momento, no lo ha hecho.