Este artículo se publicó hace 3 años.
El Gobierno cree que se ha consolidado la mesa de diálogo y un clima positivo con la Generalitat
El Ejecutivo destaca el buen ambiente de la reunión y la voluntad de trabajo que ha habido, e insiste en que considera "del todo imprescindible que las instituciones catalanas lideren un diálogo honesto y sincero también entre catalanes".
Madrid-
Pedro Sánchez salió este miércoles al patio del Palau de la Generalitat tras casi dos horas de reunión con Pere Aragonès en una comparecencia en la que explicó que ambos presidentes habían constatado lo lejos que estaba sus posiciones. El mandatario catalán le pidió "amnistía y autodeterminación", y el presidente le dijo que eso no estaba en su "agenda del reencuentro".
"¿De qué hablaron entonces durante dos horas?, cuestionó la prensa. "Quizá ustedes están acostumbrados a que el presidente del Gobierno de España venga al Palau de la Generalitat de Catalunya", respondió el presidente. Y ese fue uno de los mensajes más importantes que el líder del Ejecutivo quería trasladar.
Y es que en el Gobierno se respiraba satisfacción tras el encuentro, por varios motivos: la consolidación de la mesa de diálogo como instrumento para llegar a un acuerdo en torno al denominado conflicto catalán; la coincidencia con la Generalitat en que el proceso llevará tiempo y no se dinamitará este cauce de diálogo a las primeras de cambio. Y, sobre todo, el nuevo clima político que parece respirarse entre España y Catalunya.
En el Ejecutivo, el primer objetivo es buscar y consolidar ese nuevo clima político, ir avanzando y luego ver si se llegan acuerdos que, aunque se antojan difíciles, fue le propio Sánchez quien auguró que finalmente habrá una solución pactada entre ambas partes.
La mesa de diálogo se reivindicó este miércoles como gesto y voluntad, como imagen que, de momento, no tiene ni plazos ni contenidos concretos. "Las imágenes son importantes desde el punto de vista político", declaró el presidente en una comparecencia en la que repitió en varias ocasiones que el encuentro entre ambos presidentes, y la posterior reunión entre las delegaciones de cada gobierno, representaban el "cariño y afecto de la sociedad española hacia la catalana".
Un tono cordial
A Mariano Rajoy se le achacó que dinamitó el conflicto territorial porque su Gobierno no había estado presente en Catalunya. Hoy el Ejecutivo volvió al territorio, y Sánchez quiso dejarlo bien claro. La reunión entre ambos líderes fue el preludio a una mesa de diálogo, ya sin los presidentes, en la que se constató un buen ambiente y la voluntad de trabajar en resolver el conflicto, pero también que, al menos de momento, ambas partes están en las antípodas para poder abordar acuerdos concretos.
En este sentido, desde el Ejecutivo se destacó el "tono cordial" de la reunión, en la que las dos partes han pactado mantener reuniones periódicas, a través de trabajos discretos, que permitan avanzar en los objetivos fijados. Sin plazos, sin fechas, pero recalcando que existe "voluntad de trabajo" y de "resolver el conflicto".
Un portavoz de La Moncloa indicó a Público que "se ha abierto el camino", aunque no ocultó que no será fácil de transitar y estará lleno de contratiempos. Pero en La Moncloa se considera un importante avance lo que se consiguió este miércoles, aunque los grandes desacuerdos persistan.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.