Este artículo se publicó hace 4 años.
Elecciones gallegasGalicia inicia la campaña electoral con la sanidad y Alcoa en el centro del debate
Durante los próximos quince días las fuerzas políticas tendrán que adaptarse al escenario de la pandemia con mítines reducidos sin besos ni abrazos con los votantes. El candidato favorito es Alberto Núñez Feijóo que aspira a su cuarta mayoría absoluta en
Alba Tomé Sueiro
Santiago De Compostela-
Comienza la campaña más atípica en la comunidad gallega. Las elecciones autonómicas del 12 de julio fueron resultado de un aplazo por el coronavirus cuando el estado de alarma impidió la celebración de los comicios. Todavía en un escenario excepcional los partidos tendrán que adaptar sus mensajes a mítines más pequeños reduciendo el contacto con los simpatizantes. Los sondeos apuntan a que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, mantiene su mayoría absoluta, lo que lo igualaría a su predecesor, Manuel Fraga.
Después de que el líder del PPdeG se convirtiese en la imagen de la gestión de la pandemia en Galicia la fuerza pone por bandera la anticipación y el refuerzo al Servizo Galego de Saúde (Sergas) por parte de la Xunta, incluyendo incluso en uno de sus vídeos propagandísticos una declaración de Fernando Simón: "Galicia ha hecho un trabajo excelente". A la vez, y como ha sido la tónica los últimos meses, Feijóo marcaba distancia con los populares de Madrid huyendo de la crispación política y eso queda reflejado en el lema de campaña en donde las siglas del PPdeG se empequeñecen, y se agrandan las del presidente.
"Soy un candidato libre. Libre para deberme a los gallegos y a nadie más", cita Feijóo en la propaganda electoral del partido. Sin embargo, la oposición no opina lo mismo y cree que durante estos meses ha aprovechado el mando único y ha ejercido un gobierno de confrontación con el Ejecutivo estatal. Durante toda la precampaña el presidente recuperó un tono favorable, aunque no duda en lanzar dardos a la gestión de Pedro Sánchez de la COVID-19 comparándola con la de la Xunta, principalmente por compras de material sanitario.
Feijóo (PP): "Soy un candidato libre. Libre para deberme a los gallegos y a nadie más"
La sanidad pública en Galicia ha movilizado a toda una población un mes antes de que se iniciase el estado de alarma. En febrero las plataformas y asociaciones gritaban en las calles los grandes problemas del Sergas: la situación de las trabajadoras que concatenan trabajos temporales, la precariedad en Atención primaria, las largas listas de espera y también el descuido de los hospitales comarcales, que se hizo visible con el cierre del paritorio de Verín y que luego el Gobierno gallego tuvo que rectificar por las presiones sociales.
"Un recorte de 2 millones de euros en la sanidad y un déficit de unas 500 camas en los hospitales públicos", critica el candidato a la Xunta por el PSdeG-PSOE, Gonzalo Caballero. "Núñez Feijóo transformó el Sergas en una ETT que desprecia a su personal", expuso el líder de Galicia en Común, Antón Gómez Reino, alegando que el "decenio negro" de Feijóo se traduce en inestabilidad en los contratos, falta de medios y de incertezas laborales para el personal sanitario.
Galicia comienza la campaña con dos rebrotes breves en la comunidad. Uno en A Mariña (Lugo), donde se identificaron ocho positivos por coronavirus, cifra que puede ir en aumento a medida que se realicen las pruebas a las personas del círculo familiar con las que estuvieron en contacto. Otro ha tenido lugar en Ribeira y A Pobra do Caramiñal (A Coruña), que afecta a nueve personas de momento.
La candidata a la Xunta por el BNG, Ana Pontón, afeó a Feijóo la "frivolidad" con el personal sanitario que "lo dio todo en la pandemia" y le pregunta sobre el protocolo de la Xunta en caso de rebrotes. "El Gobierno proclama que Galiza es destino seguro, pero los gallegos y las gallegas también queremos que Galiza sea seguro para las personas que vivimos aquí", añadió Pontón. Sostuvo que, por parte del presidente de la Xunta, las respuestas vienen en forma de ocurrencias "indignas" como el bono de hostelería de 250 euros para el personal sanitario, que ya fue rechazado por los trabajadores del Sergas.
Crisis en la política industrial gallega
Por otra parte, los partidos hacen eco de la difícil situación de Alcoa (Lugo) y después del 12 de julio prometen garantizar el empleo. El 28 de mayo la multinacional de aluminio primario de San Cibrao anunció un despido colectivo que afectaría a 534 familias, que puede desembocar en un cierre total de la planta. Es la empresa que más puestos de trabajo genera en la provincia lucense y la plantilla y la política local reivindican desde hace años la aprobación del Estatuto Electrointensivo.
Desde Madrid la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, sostuvo que Alcoa quiere "subvenciones, subvenciones, subvenciones, en vez de proyectos para mantener el empleo". Sin embargo, por parte de la Xunta, el conselleiro de Economía, Francisco Conde, se dirige al Gobierno Central para pedir ayuda y solicita que pongan "por escrito" su "compromiso para aprobar un marco eléctrico competitivo que se pueda poner en marcha de forma inmediata".
El BNG reclama la nacionalización de la planta de Alcoa para que no se pierdan más de 500 empleos
La oposición critica que Feijóo se lave las manos e ignore el artículo 30 del Estatuto de Autonomía. El BNG, con Néstor Negro en el Congreso de los Diputados, reclamó a Maroto la nacionalización de la planta de Alcoa. También los nacionalistas piden soluciones al sector naval en Vigo y Ferrol, a la industria electrointensiva y la "necesaria transición justa" para As Pontes y Meirama.
"Alcoa es el ejemplo más dramático de cómo la desidia y la incompetencia de un gobernante borra a Galicia del mapa, subsumida en su ambición personal y política", expuso Gómez Reino. Por su parte, desde el PSdeG-PSOE subrayan las palabras de la ministra de Industria y exponen que la multinacional "tiene que tener un mínimo de responsabilidad". "Después de recibir tantas ayudas, es hora de que cumpla", remarcó Gonzalo Caballero.
El próximo lunes 29 tendrá lugar el primer debate de campaña en la televisión pública gallega, un debate a siete, al que asistirá también el candidato de Marea Galeguista, Pancho Casal; de Ciudadanos Galicia su líder Beatriz Pino y también Vox, aunque se desconoce el portavoz que acudirá. Uno de los temas clave será la política industrial a través de Alcoa y también la sanidad pública y la gestión del presidente de la Xunta de la pandemia, una oportunidad para que la oposición pueda debatir con Feijóo después de que haya evitado asistir al Parlamento y mantener algún tipo de diálogo con el resto de fuerzas políticas.
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