Los trabajos para poner a punto las dos vías anuladas por las obras del AVE van a buen ritmo y en Fomento son muy optimistas respecto a la fecha de restablecimiento del servicio, al menos en parte. Según ha podido saber Público, en el ministerio confían en que si todas las pruebas de seguridad que se hagan este fin de semana y el lunes dan un resultado positivo, el secretario de estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, podría anunciar ya el martes una fecha concreta para iniciar el restablecimiento que, en el mejor de los casos, se situaría incluso dentro de esta misma semana. De hecho, la comparecencia de Morlán se ha retrasado un día y será el martes y no el lunes, como era costumbre, para dar tiempo a conocer el resultado de las pruebas.

Precisamente, el lunes es el día que se espera que se pueda empezar a poner en circulación trenes vacios por la vía 1. Eso sí, en el ministerio alertan que ante cualquier tipo de duda sobre la seguridad, evitarán dar una fecha y se curarán en salud. En todo caso el restablecimiento sería paulatino, tal como avanzó ya la ministra, y eso significa que gana peso la posibilidad de que se abra al tráfico de trenes primero la vía 1 y luego la 2. Así, la línea C-2 Sur funcionaría en dirección a Sant Vicenç de Calders por Sitges y Vilanova i la Geltrú, mientras que la C-10 permanecería cortada. Las afectaciones serían similares a las del pasado verano.

A marchas forzadas

Los operarios todavía trabajaban ayer sobre el terreno y se prevé que entre hoy y mañana las empresas constructoras (Cavosa, Rodio y Terratest) certifiquen a RENFE la conclusión de los trabajos encargados por Fomento. A partir de ese instante se podrán realizar las pruebas pertinentes para asegurarse de la posterior entrada en servicio de la vía 1 de Bellvitge.

Primero se realizarán pruebas sin material, vertiendo agua sobre los raíles para simular una lluvia torrencial y comprobar si se producen filtraciones. Después vendrán las pruebas con trenes vacíos, las últimas antes de dar la aprobación al resultado de las obras.

Tres frentes

Hasta ahora, los trabajos se han vertebrado en tres grandes frentes. Por un lado, se han practicado varios tipos de sondeo sobre la zona. Las máquinas se han dedicado a auscultar el terreno cada 2'5 metros con un nivel de excavación de hasta 20 metros de profundidad. Tras estas auscultaciones, y en caso de que haya sido necesario por la inestabilidad detectada, se han realizado inyecciones de mortero para consolidar y dotar de mayor dureza al terreno.

El segundo gran frente ha consistido en instalar un muro metálico, conocido técnicamente como 'tablestaca', que se hinca a una profundidad de 13 metros y sirve para aislar la vía de RENFE del túnel por el que habrá de circular el tren de alta velocidad.

Por último, se ha construido un apeo de vía, es decir, un soporte provisional que se realiza para posibilitar los trabajos por debajo de esa misma vía.

Vecinos expectantes

Mientras se ultiman las obras, son muchos los vecinos que se mantienen expectantes. Ayer se volvía a repetir una imagen que viene siendo habitual durante los últimos días: ciudadanos que se aproximan a la zona para comprobar cómo avanzan las obras y, de tan habituados que están a las máquinas, debaten ya entre ellos y se explican con la precisión de un técnico.

Los cortes de Cercanías y las obras del AVE parece que han servido, como mínimo, para ampliar los conocimientos de los vecinos.