El emérito busca ahora pasar desapercibido en Sanxenxo
Juan Carlos de Borbón no se dará otro baño de adeptos frente a las cámaras y escapará de la prensa durante su visita a la villa gallega.
A Coruña-
De la regata de vela al regate a los españoles y a la credibilidad de la monarquía, Juan Carlos de Borbón intenta ahora aparentar que quiere que su presencia en Sanxenxo pase más desapercibida que durante su último viaje a la localidad gallega. Allí, hace menos de un año, se regaló frente a la ría de Pontevedra un baño de adeptos y de cámaras y ofreció la más campechana e insolente de sus afirmaciones recientes: "Explicaciones, ¿de qué?".
Según las fuentes consultadas por Público en la Delegación del Gobierno en Galicia, en el Ayuntamiento de Sanxenxo y en el Real Club Náutico de la villa, no está previsto ningún dispositivo especial de seguridad, dado el carácter "privado" que, aseguran, tiene su periplo, más allá del que puedan decidir los expertos de la Guardia Civil.
Tampoco habrá recepción con photocall en la puerta del Náutico, ni el emérito interactuará con el público que pueda reunirse en el entorno del club, cuyos responsables tampoco acreditarán a la prensa ni habilitarán ningún espacio para que los periodistas puedan esperarle, tomar imágenes y hacerle preguntas.
La segunda regata del V Circuito Liga Española 2023 clase 6m en la que pretende participar no se celebrará hasta el sábado por la mañana, pero el exjefe del Estado tiene previsto llegar mañana a Sanxenxo. Aterrizará a mediodía desde Londres a bordo de un avión privado en el aeropuerto de Peinador, en Vigo, desde donde viajará por carretera hasta el chalé de su amigo Pedro Campos, en Nanín, a unos dos kilómetros del puerto deportivo, donde está atracado el Bribón, el buque en el que regatea.
Partido de la Liga de Campeones
El emérito pasó el lunes pasado en la capital británica, donde almorzó con Carlos III, y este martes cenó con amigos en un exclusivo club de la ciudad. Al cierre de este artículo tenía previsto asistir por la noche en un palco VIP del estadio de Stamford Bridge al partido de vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones entre el Chelsea y el Real Madrid.
No es probable que Juan Carlos se acerque al Náutico de Sanxenxo nada más llegar este miércoles, como sí hizo el año pasado. Aunque en un principio se especuló con la posibilidad de que se le habilitase allí mismo un apartamento con despacho, todo parece indicar que finalmente pernoctará en el chalé de Campos.
Si el mismo miércoles o el jueves decidiese salir a navegar, ni siquiera pasaría por las instalaciones del club, según confirmó a Público el responsable de Seguridad del Ayuntamiento: "Irá en coche hasta el espigón, donde está atracado el barco en una zona cerrada al público y a la prensa", aseguró.
Tampoco está prevista una recepción oficial del alcalde, Telmo Martín (PP), quien hace una semana se mostró otra vez "encantado" de la visita del emérito y quien abundó en la clave de que su municipio se haya convertido en "la capital de la felicidad" para personas como él: "El éxito de Sanxenxo pasa por la discreción", dijo.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, del mismo partido, también defendió en días pasados que el antiguo monarca tiene "derecho" a volver a España, y que si escoge de nuevo Galicia, pues mejor aún. Sobre el hecho de que el anterior jefe del Estado haya defraudado impuestos, que haya sido acusado de cobrar mordidas por su labor de intermediación en los intereses de España y de otras cuitas varias, Rueda asegura que no le corresponde a él valorar esos "condicionantes".
Al margen del PP, la oposición gallega recibe la presencia del exjefe del Estado de manera distinta. El nuevo delegado del Gobierno, José Ramón Gómez Besteiro, mantiene el perfil bajo que el PSOE y el Ejecutivo de Sánchez mantienen sobre el tema y que desvela cierta molesta distancia con Juan Carlos.
La candidata socialista a la Alcaldía de Sanxenxo, Ainhoa Fervenza, por su parte, explicó a Público que la repercusión mediática de la visita "es positiva para el pueblo" y añadió que si ella es elegida alcaldesa tras las próximas municipales, no dudará en recibir al emérito tal y como ha hecho en otras ocasiones el regidor del PP: "Haría lo mismo con Angela Merkel y con cualquier otro mandatario o exmandatario de un país democrático", apuntó.
"El Borbón huido de la justicia"
Las mayores críticas provienen del entorno del nacionalismo. El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, aseguró en Madrid que su formación "rechaza de forma tajante la visita del Borbón huido de la justicia" y subrayó que no es bienvenido en Galicia porque los gallegos no quieren que su país "dé cobijo a la corrupción del Estado".
Para el portavoz nacionalista en Sanxenxo y candidato a la Alcaldía, Francisco Leiro, la imagen de la localidad que dejan las visitas del rey es muy negativa. "Parece como si fuéramos un paraíso judicial para los corruptos: Juan Carlos de Borbón no puede ir a ningún sitio salvo a Abu Dabi y a Sanxenxo", señala el candidato del Bloque. "Es cierto que a cierto segmento social puede gustarle, pero la mayoría se sienten avergonzados", asegura.
"Quedamos mal como sociedad", añade Marta Gómez, secretaria xeral de Galiza Nova, las juventudes del Bloque, que el año pasado organizaron protestas contra la presencia del emérito en Galicia y que no descartan repetirlas ahora. "Todos los sucesos que rodean la figura del rey emérito no hacen más que demostrar que la monarquía española es una institución corrupta que atenta directamente contra los valores democráticos de nuestro pueblo", asegura Gómez, quien expresa también su rechazo a que la visita "quede impune y pase con la complicidad de la Xunta, del Gobierno del Estado, del PSOE y Unidas Podemos y también con el beneplácito del Partido Popular".
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