Este artículo se publicó hace 4 años.
Génova quiere imitar el modelo de Moreno en Andalucía con Vox para el Gobierno de Ayuso
En la dirección del PP ven al partido ultra como un socio incómodo, "sobre todo en campaña", pero necesario para gobernar, y lo equiparan a la situación del PSOE con Unidas Podemos.
Marta Monforte Jaén
Madrid--Actualizado a
La dirección nacional del Partido Popular da por hecho que la derecha sumará tras las elecciones madrileñas del 4 de mayo, pero asumen que Isabel Díaz Ayuso necesitará a Vox. Las encuestas internas que manejan los 'populares' les sitúan en torno a los 60 escaños, con el 40% de los votos, a 9 de la mayoría absoluta, según confirman fuentes de la formación a Público. Si se confirma este escenario, precisarán de la colaboración de la extrema derecha, que ronda el 8% de los votos en las encuestas internas del PP. En la dirección de Pablo Casado no quieren que Vox les marque el paso, pero no contemplan otra alternativa para reeditar el Gobierno regional.
En este sentido, explican fuentes de la dirección nacional, el objetivo de Casado es imitar el 'modelo andaluz', capitaneado por Juanma Moreno Bonilla, para la Comunidad de Madrid. "Juanma no es un peligroso derechista rehén de la extrema derecha", señala una voz de peso en Génova. "Es un señor moderado, que sacó el peor resultado de la historia en el PP, y llegó al gobierno por primera vez en la historia gracias a Ciudadanos y Vox", continúa. Estas mismas fuentes descartan, asimismo, que se produzca un adelanto electoral en la región en otoño alentado por las encuestas: "Es un riesgo, se puede cargar toda la operación de Ayuso".
Lo cierto es que el gobierno andaluz ha pactado tres presupuestos con el partido ultra y en cada ocasión ha tenido que dar algo a cambio. Entre los acuerdos de la Junta de Andalucía a petición de Vox, destacan las ayudas por valor de un millón de euros para asociaciones antiabortistas, las auditorías a las políticas feministas y la eliminación a las autorizaciones ambientales en determinados proyectos, entre otras cuestiones. Todo ello es asumible para los 'populares'.
En la dirección del PP ven al partido ultra como un socio incómodo, "sobre todo en campaña", pero necesario para gobernar. "El PSOE tiene que tragar con Podemos y nosotros con Vox", sintetizan. La clave para ellos está en no cruzar según qué líneas rojas, como la del europeísmo, la violencia de género y la defensa del estado de las autonomías. "La contundente intervención de Casado contra Vox en la moción de censura sigue vigente", aseguran.
Génova cree que Ayuso ayuda a "mejorar" la imagen del PP
En Génova defienden que el discurso de Moreno Bonilla "no se diferencia tanto" del de Isabel Díaz Ayuso, pese a que la presidenta madrileña ha dejado a Vox casi sin espacio por, precisamente, mantener un perfil duro frente al Ejecutivo central. Aunque en el equipo de Casado entienden que la popularidad de Ayuso se debe sobre todo a su perfil propio tras una diferenciada gestión de la pandemia, aseguran que también ha ayudado a "mejorar" la imagen del PP.
"Hace dos años teníamos que rogar a la gente que cogiera un folleto, ahora la gente hace cola para ir a un mitin y para hacerse una foto con Ayuso", explican fuentes del PP madrileño. "La mayoría de los que votaron a Ciudadanos en 2019 nos van a votar a nosotros ahora: es el efecto Ayuso", apunta una segunda persona. Este "fenómeno", en sus palabras, contribuye a "visibilizar" al PP como una alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez tras los múltiples fracasos electorales, el último en Catalunya el pasado mes de febrero.
"Nos interesa que ahora el discurso sea que el PP dobla su resultado de los pasados comicios y recupera terreno", continúan. Para el equipo de Pablo Casado, lo que importa es generar un relato de cara a las próximas generales. "Mucho mejor que se recuerde el triunfo de Ayuso que el mal resultado en Catalunya. El electorado se queda con una impresión muy positiva", sostienen.
Las diferencias entre Madrid y el resto de autonomías del PP
Ayuso está haciendo una campaña en la que presenta a la Comunidad de Madrid como el último reducto de libertad en España por mantener una política menos restrictiva que la del resto de autonomías, a pesar de que la incidencia acumulada de covid-19 siempre ha sido de las más altas del país. La presidenta madrileña utiliza esta consigna en cada mitin. "Aunque madrugue y sufra, por las tardes compro donde quiero, consumo donde me dé la gana. Y si voy a misa, a los toros o a la última discoteca lo hago porque me da la gana. Vivo en Madrid y por eso soy libre", dijo recientemente.
En la dirección del PP explican que las diferencias entre el discurso de Isabel Díaz Ayuso y el resto de autonomías lideradas por el PP, como Andalucía, Galicia, Murcia y Castilla y León se debe a que en esas autonomías la población está "mucho más envejecida", por lo que es "lógico y normal" que las medidas sean más restrictivas allí.
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