El Gobierno es consciente de que el anuncio hecho por Quim Torra el pasado miércoles de adelantar las elecciones catalanas puede complicar la aprobación de los Presupuestos Generales que son cruciales para el devenir de la legislatura y, por ello, se guardará la baza de cuándo presentar las Cuentas del Estado.

En principio, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció que el techo de gasto se llevaría a las Cortes en las primeras semanas de febrero, pero ya apuntó la también portavoz del Gobierno, en una conversación informal con periodistas, que todo está pendiente de cómo culmine las negociaciones con Bruselas la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, sobre un nueva senda de déficit para España.

Montero dijo que, lógicamente, la senda de déficit que se marque fijará el techo de gasto y, hasta entonces, no se podrá presentar una propuesta en el Congreso, por lo que todo apunta a que el pistoletazo de salida de la tramitación presupuestaria se podría retrasar hasta marzo.

En este caso, el Gobierno puede tener la posibilidad de esperar hasta el 18 de marzo, que es la fecha en la que previsiblemente el Parlament aprobará los nuevos presupuestos para Catalunya, y cuando Torra se ha comprometido a fijar la fecha de las elecciones catalanas.

Con la fecha de los comicios ya señalada, el Gobierno tendrá más opciones de decidir cuándo poder presentar los Presupuestos Generales del Estado, bien para acelerar los trámites y que se hagan antes de la campaña electoral o bien para postergarlos a después de la fecha electoral.

Los Presupuestos condicionan la legislatura

No obstante, parece muy difícil que la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado no coincidan con la precampaña o la campaña en Catalunya si se convocan elecciones en mayo o junio -que es lo previsible-, lo que sin duda alguna va a condicionar su aprobación.

Algunos dirigentes consultados por Público no ven mal que en esta panorama se pudiera renunciar a presentar los Presupuestos de este año y ya esperar a septiembre para llevar al Congreso los presupuestos de 2021. El Gobierno, en principio, no contempla esta posibilidad que, además, dificultaría el cumplimiento de los compromisos programáticos del Gobierno de coalición.

No obstante, fue el propio Pedro Sánchez quien habló de que los Presupuestos no estarían hasta "finales del verano", lo que supondría la inmediata presentación en septiembre de los Presupuestos de 2021, convirtiendo así el primer año de legislatura en el Congreso en un ejercicio de mera tramitación de las Cuentas del Estado, que siempre requieren mucha actividad parlamentaria.

En el Gobierno se sabe que la duración de la legislatura depende en gran medida de que salgan adelante unos nuevos Presupuestos, por lo que se medirán todos los pasos a dar antes de correr el riesgo de que le sean devueltos como pasó en el 2019, lo que obligó a Pedro Sánchez a convocar elecciones generales.