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Elecciones 10-N Sondeos: el auge de Vox y el estancamiento del PSOE dejaría un empate entre los dos bloques

La creciente crispación política en la recta final hacia el 10-N ha complicado mucho el panorama electoral, como indican todas las encuestas, hasta el punto de que Esquerra Republicana sería la única llave que abriría las puertas de un Gobierno de izquierdas, según las estimaciones de Key Data para 'Público', elaboradas en el último momento permitido para difundir sondeos de intención de voto y a las que sólo falta por ponderar el resultado del debate a cinco de esta noche en TVE.

El hemiciclo del Congreso que surgiría de las elecciones del 10N, repartido por bloques ideológicos, según las estimaciones de Key Data para 'Público'.

La cuarta batalla electoral en cuatro años por el control del Congreso de los Diputados supondrá el mayor de los castigos para los cinco grandes partidos en liza: los dos bloques enfrentados quedarán prácticamente empatados, sin que sea posible a ninguno de los bandos concitar una mayoría suficiente para obtener la investidura. Y la gobernabilidad quedará en manos del partido al que se pretendía apartar del poder, que tiene a su líder entre rejas, condenado a una larga pena de prisión, y con el que no se cuenta para el debate televisado a cinco: ERC.

Al menos, esta es la conclusión a la que ha llegado el gabinete demoscópico Key Data en su última estimación previa al 10-N –basada en un desk research de todos los sondeos elaborados tras la sentencia del procés y la exhumación de Franco–, según la cual sólo cuatro escaños separarían a las sumas de las tres izquierdas y de las tres derechas, como consecuencia de los drásticos virajes que daría en las urnas un electorado harto de la incapacidad de los políticos para llegar a acuerdos. Este panorama de dependencia hacia los partidos nacionalistas para sumar la mayoría absoluta de 176 queda patente en el reparto parlamentario por tendencias ideológicas que muestra el gráfico al inicio de este artículo.

Las dos mayores sacudidas de ese seísmo democrático serían el ascenso meteórico del partido ultraderechista Vox –que rozaría los cuarenta escaños y ocuparía la tercera plaza en el hemiciclo– y el desplome casi sin precedentes de la formación naranja de Albert Rivera, quien pasaría de aspirar a la vicepresidencia a quedar relegado a un irrelevante quinto puesto y con la mitad de los diputados que Santiago Abascal, tal como se aprecia en el siguiente gráfico que compara los diputados de esta última estimación con los que surgieron del 28-A:

Estimación de escaños para las elecciones del 10N, según las proyecciones de Key Data para 'Público', comparados con los resultados del 28A.

Estimación de escaños para las elecciones del 10N, según las proyecciones de Key Data para 'Público', comparados con los resultados del 28A.

Sólo medio punto de distancia separa a los dos bloques

En cualquier caso, las encuestas publicadas permiten afirmar que las elecciones generales las ganará el PSOE, pero también que tendrá muy difícil formar Gobierno. La diferencia entre los dos bloques se ha estrechado hasta que en estos momentos es tan sólo de medio punto.

El partido de Pedro Sánchez obtendría un resultado ligeramente inferior al del 28 de abril, perdiendo nada más que dos escaños pero desmintiendo las expectativas iniciales –cuando el presidente en funciones decidió volver a convocar elecciones anticipadas– de que el PSOE seguiría creciendo hasta el entorno de los 140 diputados y se libraría de la presión de Unidos Podemos para entrar en un Gobierno de coalición.

Tampoco la formación de Pablo Iglesias perdería tanto como se esperaba tras la escisión de Íñigo Errejón, puesto que resistiría el envite de Más País y se mantendría por encima de los tres millones de votantes y con 34 diputados. El nuevo partido de Errejón, en un entorno de gran competencia y con mucha menor presencia mediática que los grandes, no conseguiría escaños más que en Madrid y Valencia, según Key Data.

El PP recuperaría 30 escaños pero no parece que vaya a alcanzar la barrera de los cien

El Partido Popular recuperaría 30 escaños, pero no parece que vaya a alcanzar la barrera de los 100 pese a beneficiarse del voto útil de la derecha y de ser el principal receptor de la fuga de votos de Ciudadanos, medio millón de cuyos votantes regresarían al redil de Pablo Casado, quien recobraría en total casi un millón de sufragios con respecto al catastrófico resultado del PP el 28-A.

El otro partido que se aprovecharía de la fuga masiva de electores de Cs sería Vox, pero su gran salto hacia arriba en escaños no se debería en realidad a un enorme aumento de votos, sino a su concentración en circunscripciones pequeñas de la España vaciada, donde el sistema electoral permite obtener parlamentarios con muchos menos sufragios que en las grandes urbes.

Tabla completa de estimaciones de Key Data para las elecciones del 10N, comparadas con los resultados del 28A.

Tabla completa de estimaciones de Key Data para las elecciones del 10N, comparadas con los resultados del 28A.

Vox sacaría 5 escaños más que UP con menos votos

Como se puede ver en esta tabla de las estimaciones completas de Key Data comparadas con los resultados del 28-A, Vox ganaría 15 escaños más con un modesto aumento de unos 400.000 votos en toda España, y superaría a UP en cinco diputados pese a obtener en total menos sufragios que la formación morada.

El que se estrellaría sin paliativos sería el partido de Rivera, que perdería al 43% de sus votantes –sacaría 1,8 millones de votos menos que en abril– y a 37 de sus 57 diputados, quedando por debajo del 10% de los votos válidos.

No obstante, estos dos partidos todavía pueden dar sorpresas. Ciudadanos no cuenta con electores de toda la vida cuyos padres ya votaban por ese partido y son fieles a él de por vida, como si fueran del Real Madrid, por poner un ejemplo. Su votante es un elector menos cautivo y racional, que no tiene reparo en cambiar de voto y es, por tanto, muy sensible a lo que ocurra durante la campaña. Así que Rivera podría remontar con respecto a estas cifras. Aunque no cabe duda de la profunda decepción que impera entre los votantes de la formación naranja.

Podríamos estar ante una cierta exageración de los encuestados con respecto a Vox, debida a su enfado por el bloqueo político actual

En cuanto a Vox, podríamos estar ante una cierta exageración de los encuestados en los sondeos, debida a su enfado por el bloqueo político actual. Es indudable que el partido neofranquista cuenta con un alto porcentaje de votante fiel y que la reacción a la sentencia del procés y, en menor medida, la exhumación de Franco, pueden haber reforzado su discurso. Pero también es cierto que muchos de sus votantes estarán indecisos, especialmente en circunscripciones donde se eligen pocos diputados y el efecto de la ley D'Hondt no beneficia a los partidos minoritarios. El ejemplo de Errejón podría fomentar el voto útil también en la derecha.

Por autonomías, Vox ascendería a la tercera plaza en Madrid, consolidaría su posición en Valencia (donde gana dos diputados) y duplicaría su fuerza en Andalucía y Castilla-La Mancha, como se puede ver en el siguiente gráfico interactivo (pasando el cursor sobre las barras aparecen los datos completos):

Por su parte, Ciudadanos se hundiría hasta desaparecer en Castilla y León, perdería ocho diputados en Andalucía –para quedar en último puesto allí– y caería cuatro escaños en Madrid, pasando de la segunda a la quinta plaza.

No obstante, es ésta una foto menos fija de lo acostumbrado en las estimaciones finales ante una cita con las urnas, puesto que la gran volatilidad política que reina hace que pudiera cambiar en función del debate televisado y de los acontecimientos que se produzcan en Catalunya en las jornadas previas a la votación. Además, hay una proporción significativa de electores que deciden el sentido de su voto en la última semana de campaña.

Las espadas están en alto.

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