Este artículo se publicó hace 3 años.
EEUU censuró el acta de una conversación entre Hillary Clinton y Moratinos sobre Guantánamo y Afganistán
El Departamento de Estado desclasificó en 2017 un documento sobre el encuentro que habían mantenido en 2009 la entonces responsable de la Diplomacia estadounidense con el ministro de Exteriores del Gobierno de Zapatero. Únicamente dejó a la vista dos frases con conceptos generales: el resto del texto aparece con marcas que impiden su lectura.
Bilbao--Actualizado a
Unos sencillos cuadros blancos, estratégicamente situados sobre varios párrafos a lo largo de un documento de cuatro páginas, protegen el contenido de una conversación nunca revelada entre Hillary Clinton, ex secretaria de Estado de EEUU en la Administración Obama, y Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores en el Ejecutivo de Zapatero. Las partes cercenadas aludían a dos asuntos sensibles para ambos Gobiernos: el centro de torturas de Guantánamo y la guerra de Afganistán, una intervención militar que España abandonó definitivamente el pasado jueves 13.
El documento al que ha tenido acceso Público fue desclasificado por el Gobierno de Donald Trump el 22 de noviembre de 2017. Se trata de un correo electrónico enviado a las 10.24 de la mañana del 18 de diciembre de 2009 por un funcionario del Departamento de Estado que escondía habitualmente su identidad bajo una serie de letras en minúsculas ("svcsmartmfi"). Como destinatario del mensaje figura textualmente "SMART Core".
En ese correo figuraba el informe elaborado por el Departamento de Estado sobre la conversación que cuatro días antes habían mantenido Hillary Clinton y Moratinos en Washington. El documento estaba firmado por la propia Clinton en su calidad de máxima responsable de la Diplomacia estadounidense.
A la hora de desclasificar ese informe, el Gobierno de Trump optó por recortar prácticamente todo su contenido, impidiendo así que el contenido de la conversación sobre puntos relevantes del escenario internacional quedase al alcance de la opinión pública. El documento dejó así de ser "confidencial", pero su contenido siguió oculto.
El Departamento de Estado únicamente permite leer que durante esa reunión Clinton expresó a Moratinos "su agradecimiento por los compromisos de las tropas e instructores españoles en Afganistán", así como por el "uso continuado de las bases españolas", en alusión a Rota y Morón, y por el "compromiso de Zapatero de reasentar a detenidos de Guantánamo".
La máxima responsable de la diplomacia norteamericana se refería en este último punto al anuncio que había formulado el Gobierno del PSOE respecto a la voluntad de España de acoger a algunos prisioneros de ese centro de torturas, aunque había otro punto trascendental sobre la mesa: la utilización por parte de la CIA de aeropuertos españoles para trasladar ilegalmente a detenidos que acabarían en Guantánamo. De acuerdo a un informe de Amnistía Internacional, entre 2002 y 2007 se habían producido 92 escalas de aviones militares norteamericanos en las bases de Morón (Sevilla), Rota (Cádiz) y Torrejón de Ardoz (Madrid).
Esos traslados formaban parte de la denominada "guerra global contra el terror" que Bush había lanzado tras los ataques de las Torres Gemelas y en la que contaba con la colaboración de España. De hecho, el Gobierno de EEUU subrayó en varios documentos desclasificados que contaba con una "autorización" muy amplia por parte de las autoridades españolas para usar las bases de Morón y Rota en las guerras de Afganistán e Irak.
"Factor nacional"
El acta desclasificada de la reunión entre Clinton y Moratinos oculta absolutamente todos los párrafos que detallaban lo hablado sobre Afganistán. El Departamento de Estado procedió de la misma forma con otros apartados del documento en los que se hacía referencia a la situación en los Balcanes, Cuba –que había sido punto habitual de fricción entre el Gobierno de Zapatero y la Administración Bush– y Honduras.
Alejandro Pozo, investigador sobre conflictos armados del Centro Delàs de Estudios por la Paz, sostiene que esa política de censurar documentos "es, lamentablemente, bastante común en Estados Unidos". "Es muy probable que en el borrado de partes de documentos, además de asuntos de seguridad o de relaciones internacionales, también esté presente el factor nacional: no hay que olvidar que en EEUU, al igual que en España, la guerra contra el terrorismo ha sido un ingrediente de enfrentamiento entre los grandes partidos", afirmó.
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