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Los ecologistas tratan de frenar el proyecto que pretende crear un Hollywood canario en el norte de Fuerteventura

El Cabildo majorero se resquebraja tras declarar la futura ciudad del cine de interés insular. El proyecto se planteó en suelo rústico y al lado de un parque natural. El posible daño ecológico ha generado la movilización ciudadana y la respuesta ecologista, que da la batalla en los tribunales.

Movilizaciones contra la construcción de Dreamland Studios
Vecinos protestan contra la construcción de Dreamland Studios.   AGONANE

Es un mes convulso para Fuerteventura. Tras la declaración de interés insular de la ciudad cinematográfica Dreamland Studios, los apoyos políticos no han hecho más que resquebrajarse. Este proyecto de 160.000 metros cuadrados, planteado en suelo rústico y a menos de medio kilómetro del Parque Natural de las Dunas de Corralejo ha despertado una fuerte movilización ciudadana y numerosos problemas entre los partidos políticos que conforman el Cabildo de la isla. Este viernes, en el último pleno del año ha sido ratificado por mayoría el acta del pleno anterior.

De los 23 consejeros que tiene el Cabildo, el aún dirigente se ha quedado con el apoyo de uno, su compañero de partido

El culmen se dio el pasado 14 de diciembre, cuando el presidente del Cabildo majorero, Sergio Lloret (Nueva Canarias-Asambleas Municipales de Fuerteventura), destituyó a los siete consejeros de Coalición Canaria que apoyaban su gobierno. Las críticas que el partido nacionalista había hecho a la ubicación del proyecto llevaron a la ruptura. A ello se sumó que el Partido Popular retiró el apoyo de sus cuatro consejeros al proyecto y planteó la idea de una moción de censura. Ahora, de 23 consejeros que tiene el Cabildo, el aún dirigente se ha quedado con el apoyo de uno, su compañero de partido.

El Cabildo de Fuerteventura aprobaba el pasado 28 de noviembre la declaración de interés insular del proyecto privado Dreamland Studios, cercano al Parque Natural de las Dunas de Corralejo. Este resultado contaba con el voto a favor de diez consejeros, entre los que se encontraba el presidente Sergio Lloret, quién hizo uso de su voto de calidad para romper el empate a su favor. La iniciativa de Dreamland Studios salió a exposición pública el último miércoles del año. Tras su publicación en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), se abrió un plazo de alegaciones de 30 días hábiles.

El consejero adscrito por Podemos en el Cabildo de Fuerteventura Andrés Briansó pidió que se recogiese en el acta del pleno del 28 de noviembre los "numerosos gritos, insultos graves y lanzamiento de un objeto a un consejero". Briansó fue centro de las críticas el cuando votó a favor del proyecto Dreamland Studios y en contra del criterio del partido. En la actualidad mantiene un expediente abierto para ser expulsado de la agrupación.

Las posibles graves consecuencias medioambientales

Al día siguiente, la asociación Agonane (Ben Magec- Ecologistas en Acción) denunció ante la Fiscalía de Medioambiente a los consejeros que impulsaron la declaración de Dreamland Studios como proyecto de interés insular. El colectivo ecologista atribuye a los diez consejeros y al presidente un supuesto delito de prevaricación urbanística.

El proyecto se ubica cerca de diversas zonas protegidas por sus riquezas naturales

Las figuras de protección cercanas al proyecto Dreamland Studios son diversas. La ubicación del proyecto se da a 450 metros del Espacio Natural Protegido de las Dunas de Corralejo, junto a una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), la Zona de Especial Conservación (ZEC) de Corralejo que es parte de la Red Natura 2000.

De acuerdo con la denuncia a la que ha tenido acceso Público, cuatro especies que habitan en la zona están en peligro de extinción. Entre ellas tres aves: avutarda-hubara, el alimoche o guirre y el cuervo; y un mamífero: la musaraña canaria. Todas las especies mencionadas están recogidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de España, de Canarias y, además, las aves tienen la protección del Anexo I de la Directiva de Aves de la Unión Europea. Sin embargo, estas no son las únicas que habitan en la zona.

Cuando el pasado 28 de noviembre se impulsó el proyecto Dreamland el organismo ya había recibido un aviso de la Sociedad Española de Ornitología (SEO Birdlife) donde explicaba los daños a la biodiversidad que podía producir su construcción. En un escrito enviado a todos los consejeros del Cabildo majorero, SEO Birdlife advirtió del impacto negativo que puede tener sobre la naturaleza una construcción de esas dimensiones en las inmediaciones de un Parque Natural y una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).

Aferrándose a la normativa europea en protección de hábitat, SEO Birdlife también recordó en este documento que todos los estados miembros deben tomar medidas "necesarias" para evitar el deterioro de hábitat de las ZEPAS, dentro y fuera del área. En este sentido, la normativa europea exige que el proyecto, aun fuera del área protegida, no afecte a los valores que justificaron su designación.

"Cualquier plan o proyecto que, sin tener relación directa con la gestión del lugar o sin ser necesario para la misma, pueda afectar de forma apreciable a los citados lugares, ya sea individualmente o en combinación con otros planes, se someterá a una adecuada evaluación de sus repercusiones en el lugar", recoge la Directiva europea 92/43/CEE, citada en la denuncia. Por ese motivo, la denuncia del colectivo Agonane solicita a la Fiscalía de Medioambiente y Urbanismo que interponga un recurso contra la declaración de interés insular del proyecto.

La compraventa del terreno también en el punto de mira 

Los motivos ecológicos no son los únicos expuestos en la denuncia. La compraventa del terreno, una transacción realizada entre Carmen Riu, dueña de la cadena de hoteles Riu, y el administrador mercantil de Dreamland Studios SA, José Antonio Newport, también es cuestionada por el colectivo. Los 160.000 metros cuadrados de terreno fueron vendidos por 80.000 euros a Antonio Newport, esto supondría que el metro cuadrado de suelo rústico se pagó a 0,50 céntimos. "Un precio irrisorio" para Agonane.

El metro cuadrado de suelo se pagó a 0,50 céntimos

En la escritura de compraventa a la que ha tenido acceso Público, el grupo Geafond Número Dos Fuerteventura SA vendió a Dreamland Studios SA los terrenos con varias condiciones. En primer lugar que el proyecto se llevase a cabo bajo la declaración de interés insular. En la letra pequeña del contrato, si Dreamland Studios SA no solicitaba la tramitación como proyecto de interés insular, la sociedad de Carmen Riu podía dar por extinto el acuerdo de compraventa.

Geafond es parte del grupo hotelero Riu Hotels and Resort que explota dos hoteles ubicados sobre las Dunas de Corralejo. El futuro de ambos hoteles está en cuestión después de que la Dirección General de Costas iniciase dos expedientes de caducidad de las licencias por incumplimiento de los puntos recogidos en la concesión. A pesar de vender 160.000 metros cuadrados de terreno a Dreamland Studios SA, la escritura de compraventa recoge que la sociedad dentro de Riu Hotels mantenía hasta septiembre de 2020 un millón de metros cuadrados en propiedad.

En la segunda condición de compraventa, Geafond prohibió a Dreamland Studios SA construir en la zona instalaciones alojativas del tipo que sea, ni turística ni residencial. De no respetar este punto, amenazó con exigir una indemnización por daños y perjuicios.

Disconformidad en La Oliva

El Ayuntamiento de La Oliva tampoco está a favor de ubicar Dreamland Studios a medio kilómetro de las Dunas de Corralejo. El municipio de La Oliva, en el que se proyecta Dreamland Studios y donde se ubican las Dunas de Corralejo, aprobó el pasado 22 de diciembre un acuerdo de disconformidad con la ubicación planteada. La moción presentada por el ayuntamiento mencionó "contradicciones y vacíos" en el trámite. Además solicitó el amparo del Gobierno de Canarias.

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