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Defensa admite que Arabia Saudí lideró las compras de armamento español en plena guerra contra Yemen
Un informe oficial del ministerio que dirige Margarita Robles establece que en 2019 el régimen de Salmán bin Abdulaziz se situó como el principal cliente de la industria militar española. Las operaciones fueron autorizadas por el Gobierno del PSOE pese a los crímenes cometidos por las tropas saudíes en suelo yemení.
Bilbao--Actualizado a
El creciente negocio de la venta de armas de Arabia Saudí no se detuvo pese a las bombas que caían sobre Yemen. Un informe oficial del Ministerio de Defensa admite que el régimen de Salmán bin Abdulaziz se posicionó en 2019 como el principal comprador de material militar fabricado en España, algo que ocurrió con el beneplácito y la aprobación del Gobierno en solitario que entonces encabezaba el PSOE.
Estos datos, que confirman el alto número de operaciones con Arabia Saudí, aparecen recogidos en el documento sobre la industria militar española en 2019 que acaba de publicar la Dirección General de Armamento, perteneciente al ministerio que dirige Margarita Robles. Allí se detallan, entre otros puntos, quiénes fueron los principales clientes de las empresas armamentísticas españolas a lo largo de ese año.
"La industria de defensa es clave para el fortalecimiento de nuestra base industrial y tecnológica. Contribuye al incremento de la actividad económica, a la generación de empleo y al bienestar de los ciudadanos", reivindica el ministerio en la introducción de dicho informe.
En esa línea, sostiene que dicha industria, ligada directamente con las guerras y sus fatídicas consecuencias, contribuye decisivamente al incremento de la capacidad innovadora y tecnológica del país y es misión del Ministerio de Defensa potenciarla y orientarla hacia aquellas capacidades industriales de mayor valor estratégico para los intereses de la seguridad y la defensa".
Arabia Saudí aparece así en el primer lugar del "ranking de países destino de las exportaciones de defensa directas". La monarquía absolutista, que desde marzo de 2015 encabeza una campaña militar en Yemen que ha dejado ya decenas de miles de víctimas, realizó compras de material militar español en 2019 por un importe de 466,99 millones de euros, lo que supuso un 19,7% del total. Detrás aparecen Bélgica (17,4%) y Francia (14,7)%, segundo y tercer principal cliente de la industria española respectivamente.
Las autorizaciones de exportaciones de armamento son concedidas por la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMMDU), un organismo sobre el que existen reiteradas denuncias de opacidad y hermetismo: sus actas, por decisión del Gobierno de Felipe González en 1987, tienen carácter confidencial.
"No son productos inocuos"
Los datos de este informe de Defensa han levantado críticas desde Amnistía Internacional (AI). "Las armas no son productos inocuos, sirven, entre otras cosas, para matar, y pueden ser utilizadas de acuerdo con el derecho internacional o empleadas para cometer violaciones graves del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos", afirmó a Público Alberto Estévez, analista de comercio de armas en esa organización.
En tal sentido, el experto criticó que el informe elaborado por la Dirección General de Armamento, un organismo que forma parte precisamente de la Junta Interministerial que concede los permisos de venta de armas al exterior, "no aluda para nada a la situación de los países a los que se exportan armas españolas ni a su uso por parte de los destinatarios".
El portavoz de AI destacó además que las cifras aportadas por Defensa sobre las ventas de armas a Arabia Saudí "no coinciden con los datos oficiales del Ministerio de Comercio y Turismo", según el cual las ventas habían sido por un importe menor (392,78 millones de euros).
Asimismo, Estévez recordó que en diciembre de 2019, el Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR), con el apoyo de AI y otras cuatro ONG presentó una comunicación a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue el papel desempeñado por personas que ocupan puestos directivos en empresas de armamento europeas, así como altos cargos gubernamentales que conceden las licencias de exportación, en las violaciones del derecho internacional humanitario que pudieran constituir crímenes de guerra en Yemen".
"La comunicación se centra en el papel de diversas empresas, incluida la española Airbus Defensa y Espacio, Y pide que se investigue su posible complicidad en 26 ataques aéreos concretos en los que hubo civiles víctimas de homicidio ilegítimo o lesiones y se destruyeron o dañaron escuelas, hospitales y otros bienes protegidos", señaló.
Un negocio en pocas manos
En términos generales, el informe de Defensa establece que las ventas internacionales de material militar en 2019 "ascendieron a 5.575 millones de euros, lo cual supone un importante aumento del 22% respecto del año 2018".
Asimismo, la cifra de negocio internacional "supone el 83,8% de las ventas de defensa de la industria nacional, frente al 78,6% del año 2018, lo cual se explica por un gran aumento de las exportaciones, unido a un descenso de las ventas internas".
En total, "la industria nacional de defensa ha dirigido en 2019 sus ventas internacionales hacia 56 países, a través de programas internacionales de defensa o de exportaciones directas". El documento subraya que "la mayoría de las ventas internacionales de defensa se han dirigido a consorcios internacionales, en los que participan empresas de diversos países que trabajan de forma conjunta en grandes programas internacionales de defensa, resultando difícil evaluar el país de último destino del importe de dichas ventas, ya que están consolidadas a nivel consorcio".
De las 354 empresas inscritas en el registro de la Dirección General de Armamento y Material, 121 declararon ventas internacionales de defensa en 2019, 13 más que en 2018. "Esto supone que el 34% de las empresas de defensa han encontrado salida internacional a sus productos y servicios, aumentando ese porcentaje con respecto al año anterior en un 13%", añade el ministerio.
Se trata, en cualquier caso, de una actividad concentrada en pocas manos. "Si se analizan las empresas con ventas internacionales de defensa, identificamos
que dos grandes compañías (Airbus Defence & Space y Airbus Military) concentran el 69,5% del negocio internacional (+1,1 puntos respecto a 2018). Si a este porcentaje añadimos el de las ventas internacionales de defensa de otras grandes empresas como Navantia, Santa Bárbara Sistemas, Indra Sistemas e ITP, se alcanza el 91,5% de dicho negocio, quedando el 8,5% restante para el resto de empresas", apunta el informe.
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