En contra de todas las previsiones, que daban por hecho que la convocatoria de las elecciones en Catalunya serían un serio hándicap para que el Gobierno pudiera sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, los dos partidos catalanes más relevantes -ERC y PDeCat- darán su voto favorable esta semana al proyecto presupuestario del Gobierno de coalición.

ERC, formación que tumbó los Presupuestos de Pedro Sánchez en 2019, ha dado un claro giro estratégico y ha primado el frente de izquierda que Unidas Podemos quiere potenciar en el Congreso a sus reivindicaciones independentistas. Lo que este fin de semana confirmó su propio candidato a la Presidencia de la Generalitat, Pere Aragones, en una entrevista en La Vanguardia donde aseguró que el futuro Govern debe tener alianzas más allá del independentismo.

En cuanto al apoyo del PDeCat, sus cuatro diputados en la Cámara Baja no sólo justificaron su 'sí' a las cuentas públicas, sino que mostraron su disposición a futuros acuerdos para dar estabilidad a la legislatura.

Con todo ello, los Presupuestos del Gobierno de coalición lograrán un apoyo aún mayor que el que tuvo Pedro Sánchez en su investidura y trascienden al bloque de formaciones que en su momento decidieron facilitar la formación de un Ejecutivo del PSOE y de Unidas Podemos.

A día de hoy, los Presupuestos tienen confirmado el voto favorable de PSOE (120), Unidas Podemos (35), ERC (13), Más País (2), Compromís (1), Nueva Canarias (1), PNV (6), Bildu (5) y PDeCat (4). Un total de 187 votos, superando ampliamente la mayoría absoluta. Y todavía no es descartable que se unan otras formaciones como Teruel Existe o el Partido Regionalista de Cantabria.

Con ese apoyo, todo hace indicar que la tramitación pendiente en el Senado no sufrirá ningún retraso frente el calendario previsto, y se aprobarán en pleno el próximo 23 de diciembre, de tal forma que volverá al Congreso para su votación final el 29 de este mismo mes. Es decir, habrá Presupuestos este mismo año y no se tendrán que prorrogar los del Partido Popular ni un solo día más.

Un bloque de legislatura más amplio que el de investidura

En el entorno del Gobierno hay más que satisfacción por el apoyo conseguido y, además, se cree que sienta las bases para nuevos acuerdos a lo largo de la legislatura en otros temas. Desde la presentación del proyecto presupuestario, el PSOE y Unidas Podemos han mantenido un pulso por decidir sobre qué mayorías se sostendría la tramitación presupuestaria.

Mientras los de Sánchez eran partidarios de sacar adelante las cuentas con el mayor apoyo posible que trascendiera a los bloques políticos (lo que pasaba por incorporar a Ciudadanos a las negociaciones), los de Pablo Iglesias apostaban por consolidar el denominado bloque de la investidura y constituir un bloque de legislatura que diera estabilidad al Gobierno durante los próximos años.

Finalmente, la espantada de Ciudadanos de las negociaciones y los acuerdos con EH Bildu y ERC terminaron por tumbar las pretensiones del PSOE y consolidaron la apuesta de Unidas Podemos. El paso de Bildu llegó hace semanas, casi un mes antes del debate definitivo que está teniendo lugar estos días en el Congreso para aprobar las cuentas.

A los de Otegi les siguió ERC, que la semana pasada anunció su voto favorable a cambio de una serie de condiciones, como la retirada del control efectivo de Hacienda a las cuentas de la Generalitat. Este lunes, y contra todo pronóstico, los cuatro diputados del PDeCat se sumaron al bloque de los Presupuestos avanzando su voto afirmativo, pero, además, manifestaron que su intención era la de contribuir al sostenimiento de la legislatura, sumándose de esta manera al bloque que Pablo Iglesias ya extiende al ciclo político del Gobierno de coalición.

La intención de Unidas Podemos es incorporar a las formaciones soberanistas e independentistas a la dirección del Estado ("el Estado es de todos", afirmó Iglesias este lunes durante una entrevista), de manera que, más allá de la conformación de un bloque de legislatura que dé estabilidad al Ejecutivo, también se pueda abordar la resolución de los conflictos territoriales enquistados.

Hacer partícipes a estas formaciones de las decisiones importantes y de la institucionalidad del Estado contribuirá, creen en Unidas Podemos, a desactivar los marcos de ausencia de legitimidad y reconocimiento de las instituciones del Estado en los que una parte de la ciudadanía se siente representada.