El 24 de mayo de 2020 el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos (Gandía, 1963) fue destituido como jefe de la Comandancia de Madrid. Según señalaron en aquel momento fuentes del Ministerio del Interior, el ministro Fernando Grande-Marlaska había tomado la decisión "por pérdida de confianza en las últimas fechas". 

En ese momento se inició una batalla legal ante la acusación del militar de que el suyo fue un cese ilegal, motivado porque se había negado a informar de una investigación en curso. En concreto, se trataba de la causa abierta en un juzgado de Madrid contra el delegado del Gobierno en Madrid José Manuel Franco en relación con un presunto delito contra la salud pública al permitir las manifestaciones por el 8-M de 2020, días antes de que se decretara oficialmente  la crisis sanitaria por la covid-19. 

El informe de los investigadores, en calidad de Policía Judicial, a las órdenes de Pérez de los Cobos, hacía responsable al Gobierno de Pedro Sánchez de no prohibir las manifestaciones del 8M cuando los contagios estaban ya disparados. Dicho informe fue entregado a la jueza sin informar previamente a la directora de la Guardia Civil, que llegó a dejar constancia por escrito de que el coronel fue relevado por no informar de aquella investigación. 

La destitución de Pérez de los Cobos provocó, además de una tormenta política,  una crisis en la cúpula de la Guardia Civil ya que el director adjunto operativo  presentó su dimisión en protesta. Interior envió al mando cesado a la Intervención Central de Armas y nombró al teniente coronel David Blanes como su sustituto.

Su actuación el 1-O

Diego Pérez de los Cobos no era un mando militar cualquiera: había sido el  coordinador técnico del dispositivo de seguridad para impedir el referéndum de independencia de Catalunya convocado para el 1 de octubre de 2017 (1-O), que dejó la imagen de unas cargas policiales que dieron la vuelta al mundo y provocaron cientos de heridos. En este sentido, un juez de Barcelona ha procesado a 45 policías por "violencia innecesaria". 

En caso del juicio contra Josep Lluís Trapero, el que había sido mayor de los Mossos d'Esquadra durante el 1-O,  el coronel se mostró muy crítico con él, llegando a decir que si él hubiese tenido mando sobre la policía catalana, su primera decisión habría sido "apartar al mayor" porque estaba "permanentemente poniendo palos en las ruedas" del operativo para tratar de impedir la votación. Trapero fue absuelto por la Audiencia Nacional.

Tras aquella operación al frente del operativo contra el 1-O, le llegó el premio a Pérez de los Cobos, la jefatura de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en abril de 2018, donde permaneció hasta su cese, en mayo de 2020. 

Larga batalla judicial

La Audiencia Nacional dio la razón al coronel en un primer momento, ordenando a Interior su inmediata restitución en el mismo puesto, al considerar que la decisión del ministro fue una "desviación de poder". El ministerio recurrió y la Audiencia rectificó. Pero la sentencia por su recurso de casación le otorga la victoria final a Pérez de los Cobos en el Tribunal Supremo. Después de tres años de enfrentamiento judicial, el coronel le gana el pulso al ministro del Interior. 

El Gabinete de Marlaska ha comunicado que va a esperar a conocer el contenido íntegro de la resolución, que aún no ha sido publicada, para poder proceder según indique el Tribunal Supremo. El ministro ha indicado que "no pienso dimitir" tras el varapalo del Alto Tribunal.

El coronel de la Guardia Civil ha desempeñado cargos de confianza en gobiernos del PP y del PSOE. Fue vocal asesor en el gabinete de Alfredo Pérez Rubalcaba, en el Ministerio del Interior. Posteriormente, fue nombrado director del Gabinete de Coordinación de la Secretaría de Estado de Seguridad durante el ejecutivo de Zapatero, cargo en el que se mantuvo con el Gobierno de Rajoy.