Este artículo se publicó hace 4 años.
comisión de reconstrucciónLas conclusiones de la reconstrucción alejan al bloque de la investidura del Gobierno a las puertas de los Presupuestos
ERC, PNV, Bildu y BNG anuncian que no apoyarán la mayoría de los textos de la comisión de reconstrucción, mientras el PP se abre a apoyar las medidas sanitarias y las de Unión Europea, tras el acuerdo alcanzado en Bruselas sobre los fondos covid. "Esto no es un acuerdo de partido, es de país, es sumar a los que no piensan como tú", defienden desde el PSOE.
Madrid-
El Congreso deja atrás esta semana una de las fases de la pandemia del coronavirus: la de la reconstrucción, iniciada hace dos meses, con la puesta en marcha de una comisión que tenía el objetivo de poner los cimientos de las políticas sociales, económicas y sanitarias de un país golpeado por la covid-19. Meses antes, en la Cámara Baja se empezaban a vislumbrar algunos cambios en las relaciones políticas existentes hasta ese momento entre los grupos.
Las últimas prórrogas del estado de alarma salieron adelante gracias al apoyo expreso de Ciudadanos, que en los meses anteriores había practicado una oposición férrea alejada de cualquier acuerdo con las formaciones del Gobierno y muy crítica con la gestión del Ejecutivo.
Este acercamiento entre los de Pedro Sánchez y los de Inés Arrimadas influyó en la relación con los partidos del denominado bloque de la investidura, que escenificaron su malestar con estos acuerdos y advirtieron a PSOE y Unidas Podemos de que sus posiciones eran incompatibles con las de Cs, y que una "geometría variable", con acuerdos a la derecha y a la izquierda del hemiciclo, solo conduciría al fracaso de la legislatura.
La puesta en marcha de la comisión de reconstrucción y el desarrollo de los trabajos ahondó en ese distanciamiento, y en el cierre de los textos que recogen las conclusiones del órgano se produjeron desencuentros importantes entre el PSOE y partidos como Bildu, el PNV, ERC o Más País. Este martes, el Pleno del Congreso ha acogido el último debate sobre las bases de reconstrucción, mientras que este miércoles se votarán los cuatro textos correspondientes a los grupos de trabajo de la comisión (Sanidad, reactivación económica, políticas sociales y Unión Europea).
En el debate se ha vuelto a constatar el malestar de buena parte de las formaciones del bloque de la investidura con el trabajo y la actitud de los socialistas en la comisión de reconstrucción. Y en esta ocasión, los partidos han pasado de las palabras a los hechos, anunciando su voto en contra a la mayoría (en algunos casos a todos) de los dictámenes que contienen los denominados pactos para la reconstrucción.
Bildu votará en contra de los cuatro textos, al igual que ERC y, en principio, el BNG; el PNV votará a favor del dictamen sobre la Unión Europea, pero en contra de los otros tres. Los motivos de este rechazo son varios. El primero, compartido por casi toda la Cámara, responde a la "ambigüedad" y "falta de concreción" que achacan a los textos pactados. "Es como un campo en el que hay algunas flores aquí y allá", manifestó el portavoz del PNV, Aitor Esteban, durante el Pleno.
"Esto no es lo que se pretendía. Son objetivos genéricos sin cuantificación económica", defendió el portavoz del PRC, José María Mazón. El segundo motivo, compartido por los partidos soberanistas, es el "centralismo" y "jacobinismo", en palabras del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, con el que se han querido impulsar las medidas: "Se permiten decirles a las comunidades autónomas cómo deben utilizar sus competencias, sobre todo en políticas sociales. Van a llegar millones de euros de Europa ¿Nos dicen los textos que debatimos hoy algo sobre cómo administrar esos fondos? Me temo que no, porque solo hay vagas generalidades", lamentó Esteban.
Sin derogación de la reforma laboral ni impuesto a los ricos
El tercer motivo es doble: el rechazo infranqueable por parte del PSOE a las medidas sociales propuestas por el bloque de la investidura a la vez que se ha buscado, hasta el último momento, el máximo acuerdo con el PP en los cuatro documentos. Ni el impuesto a las grandes fortunas, ni la derogación de la reforma laboral, ni el impuesto a la banca, ni la subida de las pensiones forman parte de ninguno de los acuerdos alcanzados en la comisión de reconstrucción. Los socialistas han votado en contra de todas estas reformas, lo que ha provocado una brecha con partidos como ERC, Bildu o el BNG.
"Dijeron que querían reconstruir, y lo han hecho: han reconstruido aquello que nos llevó a la precariedad. Han reactivado los despidos y la economía de los ricos. Las políticas neoliberales ahora se llaman de reactivación. No entendemos que, habiendo una mayoría progresista, no se avance en una política progresista ¿Cómo se entiende que se rechace un impuesto a las grandes fortunas que afecta al 1% de la ciudadanía, que no se quiera derogar la reforma laboral que tanto sufrimiento y precariedad ha traído? Lamentamos que no hayan sido valientes", aseguró la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua.
"Tengo la sensación de que el Gobierno tiene dos canales: un canal cuando quieren hacer las cosas, el BOE; y otro canal para cuando no les apetece, y entonces en vez de llevar las medidas al BOE, presentan una proposición no de ley, una comisión parlamentaria..." Ha defendido el portavoz de Más País en el Congreso, Íñigo Errejón.
El diputado ha recordado al Gobierno que "la mayoría social para implantar una tasa covid o llevar a cabo el blindaje constitucional de la Sanidad existe en esta Cámara; ahora que van a llegar los Presupuestos Generales del Estado, les recomendaría usar esa mayoría progresista, la de la investidura".
Rufián ha advertido de que los fondos de la covid derivados del pacto de los países de la Unión Europea podrían tener una "condicionalidad" en los presupuestos de los distintos países: "Es más fácil hacer recortes con Ciudadanos que con ERC". Apenas un par de horas antes del Pleno, Pablo Casado daba instrucciones al Grupo Popular para que tratara de cerrar un acuerdo en los textos de Unión Europea y de Sanidad con el Gobierno.
Los de Sánchez habían tratado de atraer a los conservadores durante las negociaciones en la comisión, con supuestos "guiños" como la renuncia a la derogación de la reforma laboral (pactada con Bildu solo unos meses antes). Sin embargo, el PP veía más líneas rojas que posibilidades de acuerdo en la mayoría de los textos, y en la última sesión de la comisión no apoyó ninguno de los dictámenes, tras varias horas de negociación.
Unas horas después del pacto en Bruselas para repartir los fondos covid, Casado dio instrucciones a su grupo parlamentario para que llegaran a acuerdos con el PSOE en Sanidad y UE
Sin embargo, tras el pacto histórico rubricado en Bruselas por unanimidad para el reparto de los denominados fondos europeos de la covid, Casado ha dado órdenes a los suyos para pactar, al menos, las medidas en materia de UE y de Sanidad. A través de la presentación de enmiendas transaccionales con el PSOE, ambos grupos han acordado la creación de la Agencia Nacional de Salud y un plan de renovación tecnológica de los centros sanitarios, dos de las reivindicaciones de los conservadores en materia de Sanidad
El Grupo Popular no anunciará hasta este miércoles su posición definitiva respecto a estos dos documentos, pero fuentes de las negociaciones precisan que, tras los movimientos de este martes y la presentación de las enmiendas transaccionales, el acuerdo está cerca, y el PP podría votar a favor de dos de los cuatro textos.
Desde PSOE y desde Unidas Podemos han explicado a las formaciones del bloque de la investidura que el objetivo de la comisión y de los acuerdos de reconstrucción era lograr un amplio consenso, aunque los contenidos no fueran los deseados. "Este dictamen no es un acuerdo de partido o un acuerdo de Gobierno, es un acuerdo de país, es sumar a los que no piensan como tú. Hoy podemos sacar adelante un acuerdo para luchar contra la pobreza, para combatir la violencia machista, para impulsar la inversión en educación; un pacto por la industria y un plan de industrialización en sectores estratégicos como la automoción", ha defendido la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra.
"Caeríamos en un error si leyéramos el dictamen como una lista de la compra en la que faltan o sobran cosas. Es evidente que si lo hubiéramos hecho solo nosotros, aparecería la derogación de la reforma laboral, un impuesto a la
riqueza o la regularización de las personas migrantes que han vivido esta tragedia con nosotros. Y también es evidente que los distintos grupos que apoyan el dictamen no van a renunciar a sus ideas ni a dejar de trabajar para que se materialicen. Nosotros, desde luego, no lo vamos a hacer. Pero el dictamen no lo escribe un único grupo, sino que es un acuerdo entre diferentes, y nosotros pensamos que es un buen acuerdo", ha defendido el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique.
Tras el debate este martes de los dictámenes de los cuatro grupos, se ha abierto un plazo, que finaliza a las 8.00 horas del miércoles, para votar de forma telemática las enmiendas. Este miércoles se producirán siete votaciones, cuatro para los dictámenes (una por cada texto de los grupos de trabajo) y otras tres para las posiciones particulares de PP, ERC y Ciudadanos.
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