Cs aspira a volver a ser útil y se abre a negociar con el Gobierno la ratificación de la reforma laboral

El partido liderado por Inés Arrimadas se encuentra en una situación complicada. La continua reducción de peso electoral de Ciudadanos pondrá a la formación naranja en el año 2022 en un momento clave para su supervivencia. Las elecciones en Castilla y León pueden marcar un punto de inflexión tras la abrupta ruptura, otra más, con sus socios del Partido Popular.

En este contexto, el partido pretende marcar un perfil propio y alejado de los populares en asuntos como la reforma laboral. Y con ello volver a ser útil. El partido está dispuesto a sentarse a negociar con el Gobierno de Pedro Sánchez para ratificar la nueva normativa. Aunque avisa de que les plantearán su modelo laboral, alejado en algunos puntos de los postulados previstos en el Real Decreto Ley aprobado en el Consejo de Ministros. 

"Nosotros siempre estamos dispuestos a hablar y es nuestra vocación", afirman fuentes de la cúpula de Cs consultadas por Público. El rechazo frontal de dos socios de Gobierno importantes como ERC y EH Bildu a lo pactado entre el Ministerio de Yolanda Díaz, los sindicatos mayoritarios y la patronal, puede abrir la vía a la participación de la fuerza de Arrimadas y sus nueve diputados. 

En Cs son conscientes de ello aunque las fuentes consultadas por Público no terminan de fiarse de que el Gobierno descarte definitivamente sus habituales alianzas. Lo ejemplificó también en este sentido la presidenta del partido en su última rueda de prensa del año, realizada en Jerez. "Si nos llama al Gobierno le explicaremos cuál es el modelo de Cs", dijo Arrimadas. En todo caso recordó que Díaz había expresado que "escucharía con cariño" a sus habituales socios, dejando claro su escepticismo. 

Y ese modelo según la líder de Cs "no tiene que ver con el conformismo ni con el sectarismo". Arrimadas afirmó que "no hay partido en España que haya sido más claro sobre el modelo laboral" que su formación política. En este sentido apuestan por la denominada "mochila austriaca" desde hace años. Un sistema del que el PP también ha hecho bandera en los últimos tiempos, tal y como ha destacado Pablo Casado. "Algunos se lo quieren apropiar", afirman en el partido naranja.

"Al final el Gobierno se rinde y acaba aprobando las cosas con sus socios. Se pondrá de rodillas", dijo Edmundo Bal, portavoz en el Congreso

El portavoz de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, no quiso esta semana adelantar el voto de su grupo parlamentario. Destacó que había "cosas buenas" como la firma de todos los agentes sociales, incluida la CEOE, o el combate de la temporalidad. Y otras que rechazan, como la ultractividad o la preeminencia de los convenios del sector, aunque sea sólo a efectos salariales.

Bal también expresó a las bravas sus dudas sobre las intenciones de Sánchez. "No sé si lo tendrá atado el Gobierno porque sus socios se hacen los enfadados y pedirán mil y un disparates, pero al final el Gobierno se rinde y acaba aprobando las cosas con sus socios. Se pondrá de rodillas", dijo. El presidente, por su parte, pidió este miércoles a sus socios que apoyaran la reforma. 

Especialmente desde la última Convención del partido naranja, en la que adoptaron el "liberalismo progresista" tras varios años de diferentes etiquetas, el PP ha intentado reforzar un discurso "liberal" que sirva como bisagra. Cs ha sido muy crítica con Sánchez desde los primeros momentos por la elección de sus socios independentistas, con los que confrontan totalmente. Pero sí han llegado a algunos acuerdos puntuales con el PSOE en diferentes localidades.

Más relevancia han tenido los pactos con el PP a nivel autonómico. La propia Arrimadas ha reconocido estos días, tras lo acontecido con Alfonso Fernández Mañueco, que la estrategia de regalar los Gobiernos a los populares fue un error. En todo caso, siguen gobernando con ellos en Andalucía, el único que resiste.

Para las próximas autonómicas en Castilla y León se da la paradoja de que todo se fía a Francisco Igea, que se enfrentó a Arrimadas. El candidato ha dicho tajantemente que no volverá a pactar con Mañueco si dan los números, algo que todavía no han desvelado en la dirección nacional. 

Diferencias con el PP

La postura de mano tendida de Cs contrasta con la total confrontación mostrada por el PP de Casado. Y esa es la oportunidad que buscan en el partido naranja para ser útiles, una palabra que repiten habitualmente tanto en público como en privados sus principales dirigentes. Desde las filas del partido de Arrimadas reivindican su pactismo en momentos como la prórroga del estado de alarma, entre otros. Pero insisten en que Sánchez "siempre prefiere mirar a otro lado". 

El papel de la CEOE en el acuerdo ha sido ignorado por el líder del PP. También otras voces de los populares han sido más prudentes en su postura sobre una reforma laboral que, según defienden, no modifica gran parte de la aprobada por Mariano Rajoy. 

"No somos un partido para intentar enjuagar todos los enredos de los programas electorales de Podemos y PSOE. Por qué vamos a tener que votar a favor de una contrarreforma laboral que enmienda una del PP", dijo el líder de los populares esta semana.