En los últimos datos recogidos por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) respecto al Barómetro de enero, el 43% de los españoles asegura que su voto en las próximas elecciones dependerá de cómo evolucione la crisis que se vive en Catalunya, pero hay división de opiniones sobre si apostarán por partidos que aboguen por una salida dialogada o por quienes reclamen soluciones más duras. Estos datos acogen los ecos de la cumbre de diciembre entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente catalán, Quim Torra, del Consejo de Ministros celebrado en Barcelona y los altercados que tuvieron lugar esos días en la capital catalana.

En la encuesta de enero, la independencia de Catalunya sigue en la lista de los principales problemas de España, pero ahora ya sólo es citada en el 6,8% de los cuestionarios, un punto menos respecto a la encuesta del pasado mes de diciembre y 22 puntos por debajo del récord registrado en octubre de 2017, coincidiendo con el referéndum del 1-O, cuando llegó a marcar un 29%. Un 42,9% de los encuestados asegura que la situación catalana puede influir en su voto "mucho o bastante" frente a un 51,1% que cree que "poco o nada".

Más diálogo y menos mano dura

Entre quienes señalan que la crisis en Catalunya les condicionará a la hora de elegir una papeleta, un 43,2%, avanza que apostará por partidos que aboguen por el diálogo y la negociación con el Govern, mientras que un 36,4% adelanta que en la próxima cita con las urnas elegirá a aquellas formaciones que se inclinen por opciones "más radicales y duras". También hay un 13,3% que considera que la crisis de Catalunya provocará mayor abstención y desconfianza de la política.

El CIS también pregunta sobre qué creen los españoles que es más necesario en la actual situación de Catalunya, y la opción con más respaldo, con un 36,9% de las respuestas, es la de una política que combine el diálogo con el cumplimiento de la ley. A continuación, se encuentran los que se decantan por una política de diálogo y negociación (34,8%) y los que apuestan por una de "mano dura" (21,7%).