Cinco razones por las que acabar con el anonimato en las redes no soluciona el problema del odio y los bulos

Varias personas usan el teléfono móvil en Barcelona, en una imagen de archivo. David Zorrakino / EUROPA PRESS

Madrid-

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1. El anonimato absoluto no existe

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2. Ya hay una extensa normativa

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3. La libertad de expresión tiene límites claros

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El victimario se autodefine como víctima de lo que considera "censura"

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4. Las redes han privatizado el ágora público

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5. Para bien o para mal, no todo es punible

Pablo Romero

Periodista experto en internet y sociedad conectada. Premio Fundación Hay Derecho 2017 por su investigación sobre ETA y premio Ondas 2018 por su pódcast 'Las tres muertes de mi padre'. Licenciado en periodismo por la UCM, cursó el Master en Comunicación Integral en la Francisco de Vitoria. Pasó por El Mundo y El Español, y en Público es responsable de Cibersociedad y Defensa.

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