La negociación entre todas las fuerzas de la izquierda transformadora que mantienen conversaciones para acudir a las próximas elecciones generales bajo el paraguas de Sumar, que impulsa la vicepresidenta Yolanda Díaz, entra en la semana decisiva. La cercanía de los comicios acerca la hora de la verdad: la unidad será ahora o ya no será. Estas son cinco claves que ayudan a comprender lo que está en juego. 

1. Unidad de la izquierda

La falta de acuerdo y la división pueden perjudicar las posibilidades electorales, como revelan, más allá de las encuestas, los resultados de los pasados comicios: una alianza, la agrupación de fuerzas permite optimizar los sufragios. El caso de Huesca, donde la fragmentación de las fuerzas de izquierda permitió que la derecha obtuviera más concejales, es un ejemplo claro de ello.

Allí, ninguna de las opciones de la izquierda alternativa entró al Ayuntamiento por no lograr el porcentaje mínimo de votos que exige la ley: todas ellas se quedaron en el 4%. Sin embargo, las tres candidaturas de este espacio (Podemos-AV, CHA y Equo) sumaban más de un 13% de los votos, lo que supone un 3% más de lo que sacó Vox, tercera fuerza del Consistorio con tres concejales.

2. Fecha límite

Según la normativa electoral, las coaliciones deben estar registradas antes del 9 de junio, este viernes. Esta semana es crucial para lograr la reagrupación de los partidos de izquierda y poder enfrentar el adelanto electoral con una propuesta unificada.

La idea es no apurar el acuerdo al límite y poder anunciarlo antes. Ahí está el ejemplo de Andalucía, cuando se llevó el pulso entre partidos al límite y el acuerdo se cerró en falso. La siguiente fecha clave es la del 19 de junio, cuando se cierra el plazo para registrar las listas que se llevarán al próximo 23 de julio. El ministro Alberto Garzón ha dado un paso atrás y ha renunciado a entrar en ellas, con lo que pretende impulsar una renovación.

3. Amplio espectro de negociaciones

Las conversaciones se están llevando a cabo con varias formaciones, tanto dentro del espacio de Unidas Podemos como con partidos externos. Podemos, IU, En Comú Podem, Alianza Verde, Compromís, Más Madrid-Más País, Chunta Aragonesista y otros están involucrados en las negociaciones, lo que da cuenta de la complejidad de las conversaciones: hay de hecho lugares (País Valencià, Madrid...) donde las formaciones que ahora estudian integrarse en la misma lista fueron rivales en las urnas el pasado 28M, en las municipales.

4. Optimismo y discreción

La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se muestra optimista respecto a las negociaciones y afirma que habrá acuerdo. En este proceso, es importante mantener la discreción para lograr un resultado fructífero, algo que, por el momento, se está cumpliendo y que hace pensar que las palabras de Díaz, el viernes pasado, podrían cumplirse. Entonces, la vicepresidenta manifestó: "Soy una mujer optimista y habrá acuerdo porque nuestro país nos está esperando".

5. Animar a las filas de Podemos

Tras el fracaso electoral, Podemos ha perdido apoyo popular y ha disminuido su influencia. Los líderes del partido, Ione Belarra, Irene Montero y Pablo Echenique, tratan de levantar el ánimo y recordar a sus seguidores que aunque hayan perdido una batalla, la lucha continúa. Se enfatiza la importancia de la unidad y la determinación para lograr avances en favor de sus ideales.