La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha insistido este viernes en el "mensaje de confianza" que mandó hace unos días respecto a las negociaciones que Sumar y la izquierda transformadora mantienen para lograr una coalición electoral de unidad de cara a los comicios generales del próximo 23 de julio.

La vicepresidenta ha ido un paso más allá y ha afirmado sobre estas conversaciones que "habrá acuerdo sin lugar a dudas", reconociendo que era "optimista" acerca de esta cuestión y deslizando la buena marcha de unas negociaciones que en los últimos días se han vuelto a centrar en las eventuales diferencias entre Podemos y otras formaciones de la izquierda como Más País o Compromís.

"Soy una mujer optimista y habrá acuerdo porque nuestro país nos está esperando", ha asegurado la vicepresidenta durante unas declaraciones previas al acto Mujeres líderes de la Economía Social: una economía feminista al servicio de las personas con mujeres referentes en el sector.

El pasado miércoles, Díaz ya se había posicionado sobre estas conversaciones: "Quiero decir y hacer una primera reflexión. Hay muchos demócratas y personas progresistas hoy desanimadas y preocupadas en nuestro país. Les mando un mensaje claro, de esperanza y de confianza. Asumo el reto y salimos a ganar el país. España nos está esperando", dijo entonces.

Sumar, Podemos y el resto de formaciones tienen hasta el día 9 de junio (una semana) para cerrar un acuerdo, ya que esta jornada es el límite legal para registrar coaliciones electorales. La siguiente fecha clave es la del 19 de junio, cuando se cierra el plazo para registrar las listas que se llevarán al próximo 23 de julio.

Todos los partidos han entrado en una fase de discreción para garantizar la buena marcha de unas negociaciones en las que algunos partidos estarían planteando dudas sobre la conveniencia de concurrir junto a Podemos tras el batacazo de la izquierda en las municipales y autonómicas, o concurrir por separado. En el caso de que hubiera unidad con los de Ione Belarra, algunas voces plantean que sería más difícil pescar en el electorado del PSOE y entre los abstencionistas, por el rechazo que la formación morada causaría en estos sectores.

En el caso de concurrir por separado, la ley electoral podría penalizar sobremanera la división y restar muchos escaños a las opciones a la izquierda del PSOE en un espacio que parece haberse achicado tras el 28M. Por su parte, Podemos seguiría pidiendo una negociación bilateral con Sumar en la que Yolanda Díaz representara al resto de partidos (entre los que se encuentra IU), y no una mesa de partidos en una negociación conjunta, como planteaba hace unos meses el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón.