La exdirigente de Podemos Dina Bousselham ha dicho este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que el ahora vicepresidente segundo del Gobierno y líder del partido morado, Pablo Iglesias, le devolvió la tarjeta del teléfono móvil, que le habían sustraído, meses después de que el presidente del Grupo Zeta Antonio Asensio se la diera a él, y también ha afirmado que el soporte estaba dañado.

Según han informado a Europa Press fuentes jurídicas, Bousselham ha explicado que Iglesias le dio la tarjeta después de que el contenido de la misma fuera publicado, esto es, en el verano de 2016, a pesar de que el propio secretario general de Podemos declaró ante el magistrado que Asensio se la había entregado en enero de ese año, versión que fue corroborada por el presidente del Grupo Zeta.

Así lo ha manifestado la exdirigente de Podemos y exasesora de Pablo Iglesias durante una nueva comparecencia en la Audiencia Nacional como perjudicada en esta pieza número 10 de la macrocausa Tándem que investiga el destino del contenido del móvil sustraído a Bousselham, que pasó por manos del comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo.

Las actuaciones se iniciaron tras el hallazgo entre el ingente material intervenido a Villarejo tras su detención de un clonado del móvil de Bousselham, quien a finales de 2015 había denunciado la sustracción. El terminal contenía información personal tanto de ella como de Iglesias y su entorno, así como información sobre el partido, parte de la cual acabó publicado en prensa aquel mismo año.

En enero, la tarjeta estaba bien

Ante este hallazgo, tanto la exasesora de Podemos como el propio Iglesias, en su caso como testigo, acudieron a declarar a la Audiencia Nacional hace algo más de un año. Iglesias contó al juez que tenía conocimiento de que el material había pasado por la redacción de Interviú, si bien no llegó a publicarse, extremo que confirmó Asensio. Los dos afirmaron que en aquel momento la tarjeta estaba en perfectas condiciones y era legible.

Ahora, Bousselham ha ampliado su declaración inicial al afirmar que cuando el líder de Podemos le devolvió la tarjeta meses después de recuperarla, ésta era ilegible y por ello acudió a una empresa especializada, si bien le comunicaron que no podían recuperar el contenido. El instructor le ha requerido los correos electrónicos cruzados con la empresa para comprobarlo.

En la comparecencia, la exasesora ha acudido físicamente a la Audiencia Nacional, así como su abogada, el juez y los fiscales anticorrupción encargados del caso Tándem. Mientras, el letrado de Villarejo y el de los otros investigados, los experiodistas de Interviú Alberto Pozas y Luis Rendueles, la han seguido por videoconferencia.

No dijo a la Policía que no lo había recuperado

Según las fuentes consultadas, tanto el instructor como los fiscales han intervenido en numerosas ocasiones para advertir de las contradicciones que apreciaban en la declaración. Así, le han preguntado por qué cuando amplió la denuncia por el robo del teléfono no mencionó si ya había recuperado el contenido. Tampoco lo comentó cuando fue citada por Asuntos Internos de la Policía Nacional en diciembre de 2018.

Asimismo, Bousselham afirmó en su primera declaración en la Audiencia Nacional que cuando Iglesias le devolvió la tarjeta, éste le dijo que se la habían intentado vender. Sin embargo, la exdirigente del partido morado ahora ha señalado que el secretario general le aseguró que se la había entregado Antonio Asensio.

Por otro lado, la exdirigente de Podemos ha admitido ante el juez que en las conversaciones que mantenía con otros compañeros del partido a través de aplicaciones de mensajería hizo algunas capturas de pantalla y que las envió, aunque no ha concretado qué contenían esas capturas y a quién o cuándo en concreto las mandó.