El ministerio de Hacienda ha pedido 28 años de cárcel para el actor Imanol Arias y la actriz Ana Duato, ambos protagonistas de la serie de RTVE Cuéntame cómo pasó, por siete delitos fiscales entre los años 2009 y 2015, uno por cada año, lo que supone una pena de cuatro años de prisión por cada delito que se les imputa, según ha adelantado El Confindencial.

La Abogacía del Estado, que representa en el caso a la Agencia Tributaria, también ha hecho públicas las indemnizaciones que solicita a Arias (9 millones de euros) y Duato (7,6 millones de euros). 

Pese a lo abultado de las penas solicitadas, es difícil que, en caso de sentencia condenatoria, ambos actores permanezcan todo ese tiempo en prisión. El Código Penal limita el cumplimiento de la estancia en la cárcel cuando se condena a un mismo acusado por muchos delitos similares. En este caso, el máximo sería de seis años entre rejas. 

Imanol Arias comenzó su fraude a Hacienda en el año 2018. El actor de 63 años contrató los servicios del despacho de abogados Nummaria con el fin de conseguir la "ocultación de rentas" procedentes de sus "importantes ingresos de su participación en una serie de televisión". Para lograrlo, el despacho de abogados armó una una estructura societaria opaca.

Una vez que la Justicia tuvo conocimiento de la maniobra de evasión fiscal de Arias, el actor que da vida a Antonio Alcántara en Cuéntame se apresuró a realizar una declaración complementaria a Hacienda de 2,33 millones de euros, con la vista puesta en que esto fuera un atenuante en una hipotética condena. 

Su compañera y coprotagonista en la serie de La 1, Ana Duato, también comenzó a utilizar los servicios del despacho Nummaria en el año 2008. En el caso de la intérprete, la Abogacía del Estado considera que ocultaba "parte de sus rentas por su trabajo como actriz para su productora". Para ello, dejaba de facturar algunos capítulos a lo largo de cada año. 

Junto a los intérpretes, Hacienda ha presentado un escrito en el que acusan a 30 personas por el caso Nummaria -el nombre viene del despacho de abogados que montaba las estructuras para la evasión de impuestos- entre empleados del bufete de abogados, sus clientes y tres sociedades.