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El cartel xenófobo de Vox y los impuestos calientan la campaña en vísperas del gran debate a seis

La Fiscalía abre de oficio diligencias por un presunto delito de odio mientras el letrero causa indignación en la izquierda

La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, durante el acto de inicio de campaña del partido, a 18 de abril de 2021, en Móstoles, Madrid (España).
La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, durante el acto de inicio de campaña del partido, a 18 de abril de 2021, en Móstoles, Madrid (España). Jesús Hellín / Europa Press

A un día del debate a seis que marcará el resto de la semana, el día mostró por la mañana una contraposición de modelos sanitarios, sociales y económicos entre los bloques en liza  en las autonómicas de Madrid, con los impuestos como eje de los discursos.  Y, por la tarde, el cartel xenófobo de Vox, en el que se señala a los menores migrantes que llegan solos a España, uno de los colectivos más vulnerables, causó tremenda indignación en colectivos sociales y ONG, calentó la campala y ocupó el primer plano.

Mientras la Fiscalía abría diligencias de oficio para investigar la presunta comisión de un delito de odio por parte de Vox con este letrero, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, afirmaba que iba a tratar de retirarlo de la estación de Sol, donde está ubicado. También acusó a la ultraderecha de "practicar la violencia", según recoge Europa Press. La ministra Ione Belarra anunció que irá también a los tribunales. El PSOE tachó el letrero de "auténtica vergüenza" y tanto Mónica García, candidata de Más Madrid, como Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, lo denunciaron. Santiago Abascal, líder ultra, replicó a Ábalos: "Que vaya y que retire [los carteles], que le hace falta un poco de ejercicio", según recoge Europa Press.

Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, que se juega la vida en estas elecciones y cuyos diputados firman, por ejemplo en Andalucía, pactos presupuestarios con Vox, manifestó de forma un tanto tibia: "Vamos a tener que elegir si tenemos un gobierno con Ciudadanos apostando por la ciencia, por la innovación, por el futuro, por la moderación, o vamos a tener al PP rehén de una fuerza política que ya vemos que discursos quiere imponer", informa Marta Monforte Jaén. La diputada Sara Giménez fue un poco más contundente que su jefa de filas: "Esto es lo que Ciudadanos quiere evitar en la Comunidad de Madrid: los extremos alimentando el odio y la discriminación desde el gobierno", escribió en su cuenta de Twitter junto a una foto del letrero. 

El incendio político causado por este letrero fue creciendo a lo largo de la tarde y la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que, según las encuestas, dependerá de Vox si quiere gobernar Madrid, se mostró "absolutamente en contra" del cartel en una entrevista por la noche en Onda Cero. La presidenta de la Comunidad agregó que el Gobierno está "obligado" a darles a los menores extranjeros  "oportunidades" y a "integrarlos".

De tener que entenderse PP y Vox de cara a la formación de un  Gobierno, Ayuso manifestó que este sería un tema en el que no se pondrían de acuerdo, según recoge Europa Press.

"Dice Vox, por ejemplo, que un hombre no es un maltratador por ser solamente hombre, que hay que distinguirlos. En este caso también. Habrá menores que son delincuentes y otros muchísimos que no lo son. Un delito es igual de importante lo cometa alguien de origen español o de fuera", dijo Ayuso en Onda Cero.

También, Ayuso hizo hincapié en que este tema "no es competencia autonómica" por lo que la candidata de Vox, Rocío Monasterio, "por más que lo intente no puede por sí misma arreglar este problema". Ayuso añadió que le corresponde al Ministerio al tener "la competencia en las fronteras".

Al respecto de los impuestos

Ayuso, por la mañana, se agarró al tema de los impuestos, una nueva rebaja fiscal que, al ser idéntica –medio punto– en todos los tramos, beneficia más a quien más ingresa, en una Comunidad que el PP lleva desde 1995 utilizando como laboratorio de su ideología liberal se agarró Ayuso. Muy en su estilo, en la línea del PP madrileño de toda la vida, la presidenta habló en un acto por la mañana de que habrá un "infierno fiscal" si gobierna la izquierda.

Después manifestó en La Sexta: "No sabes la cantidad de gente que me ha dicho: como me suban los impuestos, me voy de España porque con mi dinero no pienso sufragar según qué cosas. La gente y el capital es libre y va allí donde se le trata bien. Hay que sufragar servicios públicos, pero llega un momento que es confiscatorio. Que el que tenga dinero, se venga con nosotros; yo respeto a la gente que crea empleo".

Ángel Gabilondo, con el presidente Pedro Sánchez en Andorra, insistió en que no tocará la fiscalidad para que ningún madrileño pague un euro más. "No quiero infundir la idea del milagro si llegamos a gobernar, pero habrá un trabajo serio y voluntad de que en nuestras escala de valores lo primero es la población, la salud y recuperar el empleo y la economía sin dejar a nadie atrás", sostuvo. El candidato del PSOE también recriminó a Ayuso haber convertido Madrid en un "lugar de fiesta en pandemia".

Iglesias presentó su programa en el que se recoge lo que dio en llamar una fiscalidad "constitucional" con la idea de "recuperar lo público". Entre las medidas a tomar, está eliminar la bonificación al 100% para los patrimonios superiores al millón de euros y tocar lRPF, pero en la dirección opuesta a la de Ayuso. Rebajas para las rentas inferiores a 12.450 euros y subidas para las que sobrepasen los 60.000 euros.

"Es imposible ganar a la derecha en Madrid, presentar un proyecto que diga 'nosotros vamos a proteger lo público', si no asumimos que la Comunidad de Madrid tiene que cumplir la constitución en materia fiscal", dijo Iglesias, en una frase que sonó a recado al PSOE. "Solo hay una vía para mejorar la sanidad y la educación. Poner dinero, financiarla más", remachó el jefe de Unidas Podemos.

La candidata de Más País también cargó contra Ayuso por sus afirmaciones sobre impuestos: "Lo que tenemos en la Comunidad de Madrid es un infierno fiscal para los que menos tienen y un paraíso fiscal para los que más tienen", dijo García. Su partido sacó además un vídeo de campaña, en el que García enumeró "cinco motivos" para votarles. Estos son, a saber, primero: montar un sistema de vacunación rápido, eficaz y cercano; segundo: que la política sea verde y se ocupe de los problemas cotidianos, como la salud mental, derecho al tiempo y conciliación; tercero: llevar el feminismo a la política; cuarto: que las fuerzas progresistas "se dejen de historias y miren al futuro"; y. Quinto: y porque "si alguna vez gobernaran las madres y las médicos, nos iría mejor". 

El papel de Ciudadanos

Las declaraciones de Ayuso del pasado fin de semana en las que habló de "colas del hambre" causaron, de nuevo, otro día más, las críticas de la izquierda. Íñigo Errejón arremetieron contra la presidenta por este asunto y habló de "insultos" mientras que Ayuso acusó a sus rivales de "retorcer" sus palabras.

Una cierta marejada fruto de la irrupción de Esperanza Aguirre, la expresidenta, en la campaña de Madrid sobrevolaba aún este martes por la mañana en el PP. La portavoz parlamentaria Cuca Gamarra, en respuesta a las críticas de Aguirre al presidente del PP, Pablo Casado, manifestó que este era "un gran seleccionador" porque había seleccionado

Mientras, a la espera de ver cómo sale Edmundo Bal, el candidato de Ciudadanos del debate, la campaña de Ciudadanos no termina de despegar. Bal lanzó un vídeo llamado la Fuerza de Madrid, mientras Arrimadas no descartó un escenario con su partido fuera de la Asamblea y dijo, según recoge Europa Press, que seguiría luchando por Ciudadanos aunque se quedara sin escaños en Madrid y se pidiera su dimisión.

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