Este artículo se publicó hace 7 años.
Carpetazo a la Gestora del PSOE, que no rendirá cuentas en el 39 Congreso
Tras ocho meses al frente del PSOE, su labor ha estado siempre salpicada de acusaciones por favorecer a Díaz.
Manuel Sánchez
-Actualizado a
Este martes, a las 11.00 horas, la Gestora del PSOE que se hizo cargo del partido tras el golpe orgánico contra Pedro Sánchez en el Comité Federal del 1 octubre, se reunirá por última vez en la sede de Ferraz para concluir sus trabajos orgánicos y organizativos de cara a la celebración del 39º Congreso del PSOE.
Aunque hasta el nombramiento de la nueva Ejecutiva Federal el próximo 18 de junio la Gestora sigue al frente de la dirección del partido, los miembros de este órgano compartirán y pactarán ya con el equipo del nuevo secretario general, Pedro Sánchez, las decisiones finales de cara al Congreso, entendiendo que su trabajo prácticamente ha concluido.
Es más, según fuentes consultadas, el presidente de la Gestora, Javier Fernández, no piensa rendir cuentas en el Congreso, por lo que previsiblemente no habrá informe de gestión de los más de ocho meses que esta dirección interina ha estado llevando las riendas del PSOE.
Además, parece que ni siquiera públicamente se hará balance este martes de los trabajos de la Gestora al frente del partido, y sólo se informará de los trámites finales para cerrar su mandato y de la organización del Congreso.
De hecho, la Gestora prácticamente ha desaparecido de la escena pública desde que Pedro Sánchez ganó las primarias el pasado 21 de marzo. Su presidente, Javier Fernández, se ha limitado a una reunión privada con el nuevo secretario general, de la que sólo se informó a través de una nota de prensa.
Y es que la labor de la Gestora durante los más de ocho meses que ha estado al frente del partido ha estado salpicada constantemente por acusaciones de favoritismo a favor de la candidata Susana Díaz, sobre todo, por parte del sector “sanchista”.
La presencia como portavoz de la Gestora de quien también ejerce este cargo en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, ya provocó todo tipo de suspicacias, que luego se vieron acrecentadas por la oposición radical de la dirección interina del partido a la campaña de “crowdfunding” que puso en marcha Sánchez para recaudar fondos o ante la exclusión de los afines a Sánchez en los equipos de la ponencia política y económica.
Además, el ahora secretario general no dudó durante toda la campaña en vincular las decisiones que tomaba la Gestora a los intereses que más favorecían a Díaz o interpretar las intervenciones de Javier Fernández como ataques directos a su candidatura.
Especialmente se hicieron visibles las diferencias del presidente de la Gestora con lo que representaba la candidatura de Sánchez en el discurso de clausura que hizo en las jornadas en las que se aprobó el proyecto político de cara al Congreso.
Fernández, abiertamente, arremetió contra un “PSOE asambleario” o denunció que el partido “no podía estar al servicio de un líder”, lo que sonó como una clara oposición al proyecto que defendía Sánchez. Javier Fernández, que aseguran que ha pasado por una de sus peores momentos políticos en esta etapa, ni compareció la noche de las primarias ni tampoco tuvo prisa en reunirse con el nuevo secretario general del PSOE, con el que no ha aparecido en público desde el 21 de mayo.
Pese a que nadie duda que el discurso y la figura de Javier Fernández constituye un referente en el PSOE, su prestigio en esta etapa al frente de la Gestora ha quedado dañado, aunque no son pocas las voces que apuntan que muchas de las decisiones que tuvo que tomar no fueron de su agrado y llegaron impuestas por el doble portavoz. Pese a todo, en las encuestas de valoración que se han publicado en esta etapa Fernández siempre obtuvo una alta puntuación.
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