Este artículo se publicó hace 4 años.
La reforma laboralCalviño advirtió a Sánchez de que el pacto con Bildu rompía la mesa de diálogo social, y se decidió rectificar
Los empresarios rechazaban la reforma “íntegra” y los sindicatos denunciaron el “desprecio indignante” al diálogo social. En la nota aclaratoria el Ejecutivo intentó contentar a los agentes sociales precisando que la reforma laboral sólo afectaría a algun
Manuel Sánchez / Alejandro López de Miguel
-Actualizado a
La vicepresidenta Económica, Nadia Calviño, fue la que advirtió la noche del miércoles al propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que el acuerdo sobre la reforma laboral firmado por PSOE, Unidas Podemos y Bildu dinamitaba la mesa de diálogo social y podía abrir un serio frente contra el Ejecutivo. Este fue el principal motivo por el que se decidió emitir a medianoche, con toda urgencia, una nota aclaratoria sobre el contenido del pacto y rectificando su contenido, según informaron a Público fuentes del equipo económico del Gobierno.
Calviño, que mantiene una constante interlocución con empresarios y sindicatos, supo del malestar que había en los agentes sociales nada más hacerse público el acuerdo alcanzado en el Congreso entre los tres partidos, con el que el Gobierno buscó la abstención de Bildu para sacar adelante la prórroga del estado de alarma.
Los empresarios le hicieron llegar que rechazaban radicalmente que se hablara de "derogar de forma íntegra" la reforma laboral, algo a lo que se llevan oponiendo desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno y que han intentado frenar de todas las maneras posibles.
Por su parte, los sindicatos estaban enfadados por otro motivo. El acuerdo firmado no hablaba de vincular la reforma al diálogo social, por lo que se temían una reforma en el ámbito político que, además, querían hacer de forma urgente y sin contar con ellos, ya que en ese pacto firmado se hablaba de poner las medidas en marcha "antes de finalizar con las medidas de emergencia" por el coronavirus. Para UGT y CCOO todo esto suponía un "desprecio indignante al diálogo social".
Desde el Gobierno, donde admiten que conocían el documento firmado, saltaron todas las alarmas tras este aviso, y quisieron frenar la tormenta política que se avecinaba con la nota aclaratoria enviada a medianoche -sólo tres horas después de haber firmado el acuerdo-, en la que se intentaban recoger las quejas de sindicatos y empresarios.
La nota aclaratoria del Gobierno intentaba recoger las peticiones de empresarios y sindicatos
Así, por un lado, se rechazaba en esa nota aclaratoria la derogación "íntegra" de la reforma laboral y sólo se hablaba de algunos aspectos "lesivos" de los trabajadores, que ya estaban recogidos en el acuerdo de Gobierno y que conocían los empresarios. Y, por otro, se vinculaba expresamente cualquier decisión "al marco del diálogo social", eliminando además las referencias temporales y limitándose a decir que la reforma se hará "con carácter urgente" y siempre condicionada al acuerdo con los agentes sociales.
Los sindicatos parecen haberse conformado con la aclaración, aunque siguen teniendo dudas de las verdaderas intenciones del Gobierno. Sin embargo, los empresarios no han roto el diálogo social pero, de momento, han decidido no asistir a las próximas reuniones que había convocadas, hasta que el Ejecutivo no dé más garantías de lo que pretende hacer.
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