La irrupción de Vox en la política andaluza (y española) en las elecciones de 2018 permitió al PP entrar en el Gobierno autonómico que siempre se le había resistido, el de mayor presupuesto y el que atiende a más población de todo el país. La ultraderecha apoyó tres presupuestos a Juanma Moreno, hasta que su rechazo de los del año 2022 finalmente llevaron al presidente a un adelanto electoral en diferido, seis meses después.

Desde aquellos comicios, celebrados en diciembre de 2018, se ha votado en Andalucía otras cuatro veces más: en las generales de abril de 2019, en las europeas y municipales de mayo de 2019 y en las generales de noviembre de 2019. En ese ciclo, Vox pasó de ser la quinta fuerza a ser la tercera en toda la Comunidad y la segunda, por detrás del PSOE y por encima del PP en cuatro provincias: Sevilla, Huelva, Cádiz y Almería.

El ascenso por tanto de Vox –con un bache en las municipales y europeas, elecciones muy particulares con una lógica propia– ha sido sostenido en Andalucía. 869.909 personas, el 20%, eligieron la papeleta del partido que dirige Santiago Abascal en las últimas generales, 473.931 votos más que once meses antes en las autonómicas, cuando la ultraderecha se embolsó 395.978 sufragios, el 10%.

¿Funciona mejor Vox en generales que en autonómicas? Depende del lugar. En Castilla y León, la última referencia, la ultraderecha mejoró el resultado de las generales. Ahora gobiernan allí en coalición con el PP.

El 19J se sabrá cómo ven los andaluces la apuesta por Macarena Olona, una persona sin arraigo en la comunidad. ¿Logrará mantener la curva ascendente o la estrategia de viajar al centro de Moreno será la buena?

30 localidades

Los mejores resultados en términos relativos los obtuvo Vox en las provincias de Almería, donde pasó del 16,79% de los votos en las autonómicas hasta el 26% de las generales de un año después, y de Málaga, cuando pasó del 11,51% al 21,6%.

La ultraderecha fue las pasadas generales la primera fuerza en 9 municipios de Almería (Adra, Balanegra, El Ejido, Huércal de Almería, La Mojonera, Níjar, Roquetas de Mar, Vera y Vícar), costeros y vinculados a los cultivos bajo plásticos, y en otros once de Málaga (Manilva, Estepona, Júzcar, Benahavís, Tolox, Coín, Alhaurín el Grande y Alhaurín de la Torre, Algarrobo, Cómpeta y Canillas de Albaida), sobre todo costeros.

Además, en Algeciras (Cádiz), una ciudad de más de 120.000 habitantes, con graves problemas de desempleo –y también de seguridad en la comarca, con un conflicto serio de las fuerzas de seguridad con bandas de narcotraficantes– Vox también la primera fuerza. La ultraderecha se extiende de este modo no solo por el campo y la costa, sino que tiene potenciales votantes también en los núcleos urbanos a lomos de la seguridad.

En la provincia de Huelva, Vox ganó en tres municipios que sustentan su riqueza en el cultivo de frutos rojos Lepe, Cartaya y Lucena del Puerto, y en otro también con altas tasas de paro: Isla Cristina. Además, ganó con 11 votos en el municipio más pequeño de Andalucía: Cumbres de Enmedio, de 53 habitantes.

En las provincias en que Vox quedó en tercer lugar el 10 de noviembre de 2019 –Sevilla, Córdoba, Jaén y Granada– solo se apuntó la victoria en cuatro localidades más: Espartinas, en Sevilla, un municipio de alto poder adquisitivo, donde habitualmente se vota a la derecha; Lucena, en Córdoba, un motor industrial de la comunidad, en que la crisis postlehman golpeó fuerte; y en dos municipios de Jaén, Iznatoraf, en el que nunca ha ganado el PSOE, y Villanueva del Arzobispo, pueblo vecino al anterior.

En resumen, en total, de los 780 municipios de Andalucía, Vox logró ser la primera fuerza en 30 localidades hace dos años y medio.