Los beneficios de los supermercados retratan la decisión del Gobierno de no limitar precios para contener la inflación

Mercadona ganó en 2023 más de mil millones de euros, un 40% más que el año anterior (que a su vez arrojó más beneficios que el 2021). En medio de la mayor inflación que han sufrido España y Europa en las últimas décadas, las grandes superficies de alimentación obtuvieron beneficios récord mientras las familias acusaban una pérdida de poder adquisitivo acumulada.

El encarecimiento del precio de los alimentos y de la cesta de la compra fue durante todo el 2023 una de las mayores preocupaciones de la sociedad, tal y como recogían las encuestas. El CIS situaba "los problemas de índole económico y la crisis económica" como el mayor quebradero de cabeza de las familias, por delante del paro, la sanidad o los problemas políticos. 

En noviembre del pasado año, el organismo público preguntó a los entrevistados en su Encuesta sobre Tendencias Sociales sobre la intervención pública del Estado en la economía en este contexto de inflación (con una inflación subyacente que llegó a estar por encima del 15% a raíz del precio de los alimentos); casi un 70% de los encuestados se mostraron a favor de que el Gobierno y la Administración pública en general intervinieran en la economía para tratar de paliar la situación.

Pese al impacto de los precios en las economías familiares, y pese a que la sociedad se mostraba claramente a favor de una intervención pública, el Gobierno no llevó a cabo ninguna actuación, más allá de la rebaja temporal de impuestos como el IVA en algunos productos, como el aceite, que aún así siguieron muy por encima de los precios establecidos antes de la irrupción de la inflación.

Una cesta de la compra con precios rebajados

El debate estuvo encima de la mesa y llegó a generar una brecha en el Ejecutivo, entre Unidas Podemos y el PSOE. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, propuso pactar con los grandes supermercados una lista de la compra asequible que recogiera productos variados, saludables y que fueran asequibles para los bolsillos de la familias, como se había hecho en países como Francia.

Díaz y el entonces ministro de Consumo, Alberto Garzón, tuvieron incluso reuniones con grandes distribuidoras, pero el sector no se prestó a comprometerse con esta lista de la compra rebajada. En Unidas Podemos siempre han achacado esta falta de voluntad de los supermercados al hecho de que el Gobierno no estuviera unido en este contexto.

"Ni el ministro Planas desde el departamento de Alimentación, ni Calviño desde Economía, ni Sánchez nos respaldaron, y sabíamos que era muy difícil que los supermercados accedieran a rebajar precios si veían que existía esa diferencia en el Gobierno", comenta un dirigente de Unidas Podemos conocedor de las negociaciones con las distribuidoras por parte de Díaz y de Garzón. 

Ante esta situación, los de Díaz plantearon en el seno del Gobierno medidas que directamente apuntaban a la intervención de los precios y a los eventuales beneficios de los grandes supermercados (que, como en el caso de Mercadona, se han empezado a conocer después de cerrar el ejercicio anual).

En el marco de la negociación del decreto anticrisis que el Ejecutivo aprobó en diciembre de 2022, Unidas Podemos propuso al PSOE prohibir el reparto de dividendos de las grandes superficies de alimentación que obtuvieran grandes beneficios en este contexto de inflación.

Podemos, además de la intervención de los precios, planteó que la Agencia de Información y Control Alimentarios hiciera un seguimiento de los precios con carácter semanal, con especial atención a las grandes superficies, e impusiera multas si las empresas aumentaban sus márgenes de beneficio; en caso de infracción reiterada, la consideración pasaría a ser similar a la de un delito fiscal. 

El sector dijo que no había "margen" para rebajar precios

El PSOE rechazó todas estas propuestas y apostó todo a la vía de la rebaja del IVA en determinados alimentos y productos básicos. En 2023 algunos de los grandes supermercados y sus asociaciones representativas rechazaron pactar una cesta de la compra asequible porque la consideraban "ineficaz y contraproducente" y porque aseguraban que el margen de beneficios del sector era "estrecho" y no había "mucho margen de maniobra".

Un año después, se sabe que los beneficios de estas grandes superficies rompen récords tras meses de una inflación desbocada que ha provocado la pérdida de poder adquisitivo de las familias.