Este artículo se publicó hace 3 años.
Otro 'barco de la muerte' saudí atracará el jueves en el puerto de Sagunto mientras se incrementan los bombardeos en Yemen
El buque Bahri Jeddah tiene previsto llegar a la terminal marítima valenciana antes del amanecer. Amnistía Internacional se ha dirigido por escrito al Gobierno para reclamar que impida una nueva carga de armamento, al tiempo que reclama información oficia
Bilbao-
El Bahri Jeddah se aproxima a la costa española. Este "barco de la muerte", uno de los buques empleados por Arabia Saudí para transportar armas susceptibles de ser usadas en la guerra de Yemen, tiene previsto atracar este jueves a las 5.00 de la mañana en el puerto de Sagunto. La naviera pública del régimen retoma así la ruta española, y lo hace en un momento especialmente delicado: los bombardeos en territorio yemení han crecido en las últimas semanas.
"Es el mismo barco que estuvo en abril pasado en ese mismo puerto de Sagunto", afirma Luis Arbide, integrante de la comisión 'La Guerra Empieza Aquí' de Ongi Etorri Errefuxiatuak (Bienvenidas y Bienvenidos Refugiados) y experto en asuntos relacionados con los barcos saudíes que realizan cargas en España.
Según las estadísticas que maneja Arbide, se trata del cuarto buque de bandera saudí que atraca en un puerto español en lo que va de año. "La naviera saudí Bahri comenzó a operar en España –inicialmente en el puerto de Bilbao– en mayo de 2016, poco más de un año después del comienzo de la guerra de Yemen", señala el investigador.
Desde entonces, los barcos de Bahri han atracado hasta en 36 ocasiones en los puertos de Bilbao, Santander, Sagunto o Motril. El pasado 29 de junio se sumó a esa lista la terminal marítima de Cádiz, donde se registró la llegada del buque Bahri Hofuf.
Las visitas de estos barcos han estado acompañadas por un absoluto hermetismo de las autoridades, que se niegan a proporcionar cualquier información sobre las cargas de armamento que realizan en los puertos españoles pese a los continuos reclamos de distintas organizaciones de derechos humanos.
El Ejecutivo se escuda, por un lado, en la Ley de Secretos Oficiales de la dictadura franquista, un escudo utilizado por el Gobierno de Felipe González en 1987 para cubrir de opacidad absolutamente todas las exportaciones de armamento que autoriza la junta interministerial que se encarga de conceder o rechazar las solicitudes de licencias que formulan las empresas del sector. Tales informes continúan hoy clasificados como materia clasificada.
El Gobierno ha señalado en reiteradas ocasiones que dicha información debe mantenerse en ese estado, ya "si España procediese a facilitar el listado de productos adquiridos por Arabia Saudí para este fin, existiría un evidente riesgo de provocar un conflicto internacional, con un operador clave en Oriente Medio", señaló la Abogacía del Estado en un informe remitido a los tribunales en respuesta a un recurso presentado a finales de 2020 por Greenpeace, que buscaba precisamente levantar ese veto.
La Abogacía alertaba además sobre la "desconfianza que se generaría en la comunidad internacional ante la difusión de información sensible para la seguridad interna e internacional de terceros países por parte de España, de manera oficial". Dicha advertencia tiene de fondo unos datos económicos elocuentes: España es a día de hoy uno de los principales vendedores europeos de armamento a Arabia Saudí, lo que implica un negocio de varios miles de millones de euros.
"La ley de secretos oficiales ampara una escala que a todas luces es peligrosa para la ciudadanía, porque se trata de un barco que viene cargado de explosivos, y por otro estamos colaborando con la guerra que Arabia Saudí está desarrollando en Yemen con nuestra aportación de venta de armamento", afirma Arbide.
En efecto, el Bahri Jeddah hará escala en Sagunto proveniente del puerto estadounidense de Baltimore, una de las paradas habituales en la ruta de los barcos de la naviera saudí que, al igual que este buque, se dedican a transportar las exportaciones de armamento con destino a las Fuerzas Armadas de Arabia Saudí.
Ante esa situación, Amnistía Internacional (AI) ha vuelto a dirigirse por escrito al Gobierno para pedirle que tome cartas en el asunto. "Es hora de que España deje de mirar para otro lado aplican la política del avestruz y deje de suministrar armas que se puedan usar en Yemen", afirmó a Público el portavoz de dicha organización, Alberto Estévez.
En una nota dirigida a distintas áreas de los ministerios de Hacienda, Transportes y Comercio –así como a la Delegación de Gobierno en València–, la organización de derechos humanos reclama datos acerca de si el barco "tiene previsto cargar material de defensa u otro material durante su estancia en Sagunto", así como información concreta sobre el "destino, uso y usuario final de ese material".
En esa línea, AI exige a las autoridades que" no autoricen el tránsito de este barco ni la eventual carga de armas en Sagunto debido al riesgo sustancial de que se utilicen para cometer o facilitar la comisión de crímenes de derecho internacional en Yemen por parte de la coalición encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos", tal como está estipulado en el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) ratificado por España.
AI pide que se suspenda el suministro de armas a Arabia Saudí y Emiratos
Reclama además que se informe sobre "qué medidas piensa adoptar el gobierno para mejorar la transparencia y articular un método para informar al Congreso acerca de estos tránsitos". Del mismo modo, AI pide que se suspenda "el suministro de armas, municiones y material de defensa asociado a la coalición encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos mientras siga habiendo un riesgo sustancial de que podrían emplearse para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional en el conflicto de Yemen o podrían ser objeto de desvío para esos fines".
Bombardeos y hambre
Según los últimos datos publicados por la organización Yemen Data Project, en septiembre pasado los bombardeos alcanzaron el nivel más alto de los últimos seis meses: de acuerdo a un informe de ese grupo, los ataques aéreos individuales registrados el mes pasado fueron los más altos del año.
"En todo el país, los ataques aéreos aumentaron un 32% hasta llegar a 157 en septiembre, la tasa mensual más alta desde marzo. Hasta 711 ataques aéreos individuales se registraron en septiembre, el máximo mensual desde septiembre de 2020. En septiembre de 2021 murieron al menos siete civiles y otros dos resultaron heridos en ataques aéreos", señala Yemen Data Project.
Asimismo, el informe anual 2020 de la organización Mwatana for Human Rights documentó cientos de incidentes que habrían constituido violaciones del derecho internacional humanitario, algunos de los cuales pueden constituir crímenes de guerra. Según dicho documento, las partes en conflicto en Yemen siguieron cometiendo graves violaciones de derechos humanos.
Un estudio publicado en septiembre pasado por Mwatana for Human Rights y Global Rights Compliance (GRC) señala que las partes beligerantes en Yemen "han privado deliberadamente a los civiles de los objetos esenciales para su supervivencia, haciéndoles pasar hambre, en algunos casos hasta la muerte, en el transcurso del conflicto".
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