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Aznar, Ayuso y Vargas Llosa se suman al discurso de los negacionistas del genocidio indígena

El expresidente incluye al indigenismo en el nuevo "eje del mal" y lo equipara con el "islamismo radical" o los "autoritarismos". Organizaciones indigenistas y de izquierdas advierten sobre este tipo de actitudes "colonialistas" y "tradicionalistas" que al otro lado del Océano Atlántico son amparadas por políticos de derecha y ultraderecha.

Aznar y Casado
El líder del PP, Pablo Casado, y quien fuese su mentor, el ex presidente José María Aznar, durante la convención nacional del partido celebrada en Sevilla. Julio Muñoz / EFE

El listado de enemigos de José María Aznar tiene un nuevo integrante: el indigenismo. El expresidente ha aprovechado sus últimas intervenciones para ampliar su particular catálogo de "eje del mal", al que ahora se suman los movimientos de América Latina que reivindican los derechos de los pueblos originarios. Sus palabras, compartidas por la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y por el escritor Mario Vargas Llosa, se asemejan al argumentario habitual de los movimientos más reaccionarios de aquel continente. 

Viernes 24 de septiembre, acto de cierre del campus de la Fundación FAES en Madrid. En los últimos compases de su discurso, Aznar lanza una recomendación-advertencia a quienes le seguían de forma presencial o por Youtube: "Tenemos que entender las amenazas aparte del populismo, del autoritarismo... el nuevo comunismo o el indigenismo en Iberoamérica o el islamismo radical, que volverá a golpear si tiene oportunidad. Tenemos que afrontarlo con coraje y liderazgo".

Jueves 30 de septiembre, convención nacional del PP en Sevilla. El mismo protagonista y similares declaraciones. "El nuevo comunismo de allí se llama indigenismo", afirma el expresidente con un "allí" que se refiere a América Latina. "Si no hubiesen pasado algunas cosas, perdone, usted no estaría ahí", continúa Aznar. Sus palabras van ahora para Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, al que unos minutos antes intentó ridiculizar por su defensa de los derechos de los indígenas.

Entre el campus de FAES en Madrid y la convención del PP en Sevilla apareció el Papa Francisco. Desde El Vaticano, el máximo representante de la Iglesia católica a nivel mundial, dirigió una carta pública al pueblo mexicano en la que pedía perdón "por todos los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización" de ese país, que ahora celebra el 200 aniversario de su independencia.

La declaración del Papa fue respondida por Aznar, también desde Sevilla, con una clara declaración de intenciones. "En esta época en la que se pide perdón por todo yo no voy a engrosar las filas de los que piden perdón, no lo voy a hacer", afirmó. Desde Nueva York, Isabel Díaz Ayuso hizo un copia y pega del discurso de Aznar: "El indigenismo es el nuevo comunismo", afirmó.

"Eran los tiempos en los que los conquistadores eran muy violentos. Eso no se podía evitar"

Vargas Llosa, socio junto a Aznar de la internacional ultracapitalista Atlas Network, está en la misma línea. "España conquistó América, desde luego que hubo mucha violencia. Eran los tiempos en los que los conquistadores eran muy violentos. Eso no se podía evitar", afirmó el escritor en una entrevista con la plataforma LatinUs, donde reivindicó que la conquista "unificó gracias al español a países en los que se hablaban por lo menos 1.500 lenguas". 

"Es una triada tradicionalista y racista: Aznar, Ayuso y Vargas Llosa. Ellos se identifican primero con un concepto de hispanismo trasnochado y reivindican como héroe a un genocida como Hernán Cortés", afirma a Público Pepe Mejía, corresponsal en España de la publicación Lucha Indígena e integrante del movimiento Peruanos en Madrid.

El veterano activista destaca que esos discursos "refuerzan el peor discurso racista que niega la historia de los pueblos originarios". Un discurso que en América Latina encuentra cabida en organizaciones de derecha y ultraderecha, como ocurre en Perú con el movimiento de Keiko Fujimori, derrotada en las urnas por el maestro Pedro Castillo. Tanto antes como después de las elecciones del pasado 6 de junio, los seguidores de Fujimori lanzaron proclamas racistas contra los indígenas. 

"Colonialista y supremacista"

En ese contexto, la militancia de la organización de izquierdas Nuevo Perú radicada en Barcelona advirtió hace algunos días sobre la gravedad de las declaraciones formuladas por Ayuso desde Nueva York, alineadas por completo con las acusaciones lanzadas por Aznar.

"Esta es la posición, aún colonialista y supremacista, que la derecha y ultraderecha española tienen sobre la conquista genocida que hizo España en América. Ni un pequeño gesto para reconocer los horrores que cometieron con nuestros antepasados nativos, ni mucho menos reconocer que cuando llegaron los colonizadores españoles, en América ya habían civilizaciones", afirmó este movimiento desde Catalunya.

Añez y Bolsonaro

El discurso contra los movimientos indígenas atraviesa también a otras organizaciones y partidos de la derecha latinoamericana, como ocurre en Bolivia con el movimiento afín a la golpista Jeanine Añez. Un reciente informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) advirtió sobre un "componente significativo de discriminación, intolerancia y violencia racial" durante el periodo en el que Añez, ahora presa, estuvo en el poder. Aznar suscribió en marzo pasado un manifiesto internacional para pedir su libertad.

El anti-indigenismo que hoy exhiben Aznar y Ayuso también es compartido por el ultraderechista presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. El pasado 9 de agosto, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue al mandatario por su "política anti-indígena". "Creemos que están en curso en Brasil actos que configuran crímenes contra la humanidad, genocidio y ecocidio", afirmaron los representantes legales de APIB.

Ante el ascenso de los discursos contrarios al indigenismo, la Red de Investigadores en Genocidio y Política Indígena en Argentina es otra de las voces que advierten sobre este tipo de casos. "Los estados americanos se fundaron a partir de un genocidio indígena. Si eso no se reconoce, nunca habrá memoria, verdad y justicia para los pueblos originarios", puntualizaba recientemente esa organización. Aznar, Ayuso y Vargas Llosa lo niegan tajantemente.

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