Este artículo se publicó hace 2 años.
Aragonès propondrá al Gobierno un acuerdo de claridad como el de Canadá para fijar las normas para un referéndum
El objetivo es establecer las condiciones para celebrar una consulta pactada que permita superar la unilateralidad y los límites del 1-O, según el president de la Generalitat, que quiere recoger el mayor número de apoyos.
Emma Pons Valls
Barcelona--Actualizado a
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha propuesto al Gobierno un acuerdo de claridad para fijar cuándo y cómo se podría celebrar un referéndum "definitivo" sobre la independencia de Catalunya. Aragonès se refleja en el modelo de Canadá, que en 2000 aprobó el Acta de la Claridad, una ley que establecía las condiciones para que Quebec pudiera ejercer el derecho a la autodeterminación. También se ha referido al referéndum pactado en Escocia, y lo ha señalado como el camino a seguir: "El Acuerdo de Claridad es la vía para hacer un referéndum definitivo que permita traducir la decisión de la ciudadanía en consecuencias políticas", ha afirmado.
Aragonès defiende que es una propuesta "homologable" a nivel internacional
Aragonès ha detallado la propuesta en una larga primera intervención en el Debate de Política General que se ha celebrado este martes en el Parlament. El president ha centrado su discurso en la autodeterminación y la crisis económica, en un debate marcado por la tensión en el Govern entre ERC y Junts. Ha sido el primer pleno presidido por la vicepresidenta de la Mesa, Alba Vergés, con funciones de presidenta desde la suspensión como diputada de Laura Borràs, que ha asistido a la sesión pero desde la grada de invitados.
Aragonès quiere que el acuerdo de claridad sea una propuesta "inclusiva", compartida por el máximo número de grupos políticos, y también defiende esta forma porque es "homologable" a nivel internacional, con el ejemplo de Quebec y Escocia.
El objetivo es que tenga el máximo número de apoyos, también de la ciudadanía, para que sea "una propuesta de país": "Cuanto mayor sea el apoyo, cuanto mayor sea el consenso, más fuerza tendremos para defender la posición de Catalunya frente al Estado". Esto promoverá también la legitimidad a ojos de la comunidad internacional.
El president ya había avanzado que haría una propuesta "amplia" por la autodeterminación con el objetivo de sumar el máximo número de apoyos políticos, desde los partidos independentistas de ERC, Junts y la CUP hasta En Comú Podem. Habrá que esperar a la reacción de los partidos, esta tarde, pero resulta previsible que el PSC rechace cualquier formulación en este sentido. El actual ambiente de crispación entre los independentistas tampoco augura buena acogida en este sector.
Superar los límites del 1-O
Este acuerdo de claridad permitiría superar la unilateralidad y los límites del 1-O, según Aragonès, que ha defendido que la propuesta bebe de los "aprendizajes" pero también "dificultades" de 2017. "Es la vía para implicar a todo el mundo en el referéndum. Es la vía para que todo el mundo reconozca el resultado y es la vía que nos permite tejer las complicidades internacionales necesarias si queremos salir adelante. Para nosotros, como independentistas, sólo la legitimidad de un referéndum acordado puede sustituir lo que significó el 1 de octubre".
Aragonès: "Es la vía para que todo el mundo reconozca el resultado"
El referéndum que se celebrase en este marco sería "el definitivo" para traducir la decisión de la ciudadanía en "consecuencias políticas". El president ha remarcado que existe una mayoría del 82% a favor de celebrar una votación sobre el futuro del país, según el CEO: "Esta mayoría social existe y nadie la puede ignorar. Por eso debemos implicarnos y tener la habilidad de aglutinarla en torno a un gran consenso, de un gran acuerdo de país sobre cuándo y cómo Catalunya volverá a votar".
Para la elaboración de este acuerdo, Aragonès ha llamado a "abrir un debate" al conjunto de la sociedad, con mención específica al mundo local, para poner sus bases. El objetivo es crear un acuerdo marco que establezca las condiciones para celebrar un referéndum "efectivo" con garantías democráticas y en el cual, sea el que sea, el resultado sea aceptado por todas las partes.
Primero, poner fin a la represión
Esta propuesta es, para el Govern, la forma de superar "el bloqueo que lleva demasiado tiempo durando" sobre las relaciones entre Catalunya y el Estado. Pero no es la única, ya que el president ha defendido que "el primer paso" es acabar con la represión, incluyendo el exilio, las causas judiciales y las inhabilitaciones.
Los indultos a los presos políticos y un primer acuerdo para avanzar hacia la desjudicialización, firmado con el Gobierno en la última reunión de la mesa de diálogo, son dos avances en esa dirección, según Aragonès, pero todavía insuficientes. "La oposición frontal" del poder judicial, en este sentido, es uno de los principales obstáculos contra los que choca este objetivo, ha destacado.
Escudo social contra los efectos de la inflación
El discurso no se ha centrado únicamente en la cuestión nacional, sino que Aragonès ha querido detallar una serie de acciones para hacer frente a la crisis económica provocada por la inflación y también ha hecho un repaso a la acción de gobierno en este año y medio.
La T-Jove se extenderá de los 25 a los 30 años
Aragonès ha anunciado un "escudo social" de 300 millones de euros para hacer frente al aumento del coste de la vida, tanto para ciudadanos como para las empresas, para evitar el incremento de las desigualdades. Entre las medidas concretas e inmediatas que incluye se encuentran las ayudas para el alquiler a los jóvenes, la extensión de la T-Jove de los 25 a los 30 años, y destinar 100 euros por niño, una ayuda que se formalizará a través de una deducción en la declaración de la renta.
También se destinarán 67 millones de euros a un plan para fomentar la transición energética, con ayudas a las empresas para avanzar en esa dirección. Se fomentará la instalación de placas de autoconsumo en los tejados, retirando los que contengan amianto, y se reducirá el tiempo máximo para autorizar proyectos de las renovables para que puedan empezar a producir en menos de un año. Todo esto se enmarca en un plan global para acelerar la transición energética y potenciar en concreto la energía solar. Los presupuestos para 2023, que ya está preparando el conseller de Economia, Jaume Giró, permitirán profundizar en estas medidas.
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