Vox, justo al día siguiente de que PP y Ciudadanos escenificaran su buena sintonía y lo cerca que están de llegar a un acuerdo para formar un Gobierno de coalición en Andalucía para el que dieron por hecho el apoyo de la formación ultraderechista, les dio un severo toque de atención y les recordó que para dar cualquier paso, les necesitan. Esta mañana el partido que dirige Santiago Abascal les lanzó un mensaje nítido. Así, el líder de Vox en Andalucía, el juez -condenado por prevaricación- Francisco Serrano, dijo, en declaraciones a Europa Press: "No vamos a ser un obstáculo para la salida del PSOE pero tampoco vamos a permitir que nos ninguneen". Antes, Abascal había puesto este tuit: "Hemos dicho que no seremos obstáculo para un cambio político en Andalucia. Tampoco seremos alfombra para la continuidad del socialismo con otras siglas". 

La aritmética parlamentaria les da a PP (26) y Ciudadanos (21) la suma de 47 escaños, mientras que a PSOE (33) y Adelante Andalucía (17) les salen 50. Por tanto, casi todo, desde la propia formación de la mesa del Parlamento, hasta un decreto-ley, pasando por la investidura y los presupuestos, pasa por Vox. Para que el Ejecutivo de coalición que pretenden Moreno y Marín llegue a buen puerto, requieren -salvo sorpresiva abstención de PSOE o Adelante Andalucía, hoy descartadas- de Vox. Ambos líderes, tanto Moreno como Marín habían pretendido ayer que no se notase que necesitan del partido ultra. Pero hoy Abascal y Serrano les han recordado lo obvio: "Sin Vox no pueden tener gobierno alguno".

El asunto con Vox, un partido antiestatutario, antieuropeísta, xenófobo y antifeminista, no va de sillones, sino de autoestima, de respeto, por lo que se extrae de las declaraciones de Serrano a Europa Press. "Una cosa es que vayamos con humildad y otra que nos traten con desprecio. Tanto nuestro partido como nuestros votantes merecen que se les trate con dignidad", dijo el dirigente ultraderechista.

Comisión negociadora

Serrano indicó a Europa Press que su formación constituirá una comisión negociadora para alcanzar un pacto de investidura con PP y Ciudadanos, que contemple también la composición de la Mesa del Parlamento, para el caso de que ambos acaben por cerrar un acuerdo de gobierno. Serrano aclaró que Vox no va a entrar en el Gobierno andaluz porque no quiere "cargos ni sillones", pero remarcó que se encuentra a la espera de que, una vez que PP y Ciudadanos cierren un posible acuerdo de gobierno, les llamen para negociar un pacto de investidura.

"Tenemos ciertos puntos de vista y un programa que queremos que se negocie con nosotros", aseguró Serrano, quien agregó que Vox es un partido "del arco democrático" y que ha logrado representación parlamentaria en unas elecciones "libres y democráticas". "Tendrán que contar con nosotros aunque la 'extrema extrema extrema' izquierda nos considera extrema derecha. Somos un partido constitucionalista que quiere lo mejor para Andalucía y para España, y lo mejor para Andalucía es que haya un cambio y que salga el PSOE, pero tienen que contar con nosotros porque tenemos 12 escaños para ese cambio", apostilló.

"Una vez que ya se han enterado que existimos después del 2D, es necesario que hablen con nosotros para saber quiénes somos de verdad y cuáles son nuestras propuestas por el bien de Andalucía". "Estamos a la espera", remachó Serrano.