El adelanto electoral obliga a Feijóo a acelerar un proyecto para Catalunya aún sin definir
El PP cree que el poco tiempo que queda para el 12 de mayo le da una baza fundamental a Alejandro Fernández. Su distanciamiento con Feijóo podría condicionar la campaña electoral.
Madrid--Actualizado a
Alberto Núñez Feijóo llega a las elecciones catalanas con los deberes sin hacer. Hace casi dos años que asumió los mandos del Partido Popular y entre sus objetivos capitales siempre estuvo relanzar al partido en Catalunya, conscientes de que sin recuperar espacio allí sería difícil alcanzar La Moncloa. Génova quería un cambio de líder y de discurso y no ha conseguido ninguno de los dos.
En el epicentro de todo está la mala relación con la dirección del PP catalán de Alejandro Fernández. Cada vez que Feijóo ha hecho algún amago de ablandar la mano de hierro del PP con el independentismo catalán, Fernández -y con él el ala dura del partido- se revolvía. Además, nunca se mostró dispuesto a dar un paso al lado para facilitar el relevo pacífico al que aspiraba Génova. Le ofrecieron ir en las listas a las generales del 23 de julio y pasar a ser diputado nacional, pero lo rechazó para retener el cargo de presidente del PP catalán.
Así, la cúpula de Feijóo metió en un cajón el congreso que el partido tiene pendiente en Catalunya ante la imposibilidad de conseguir una candidatura de consenso y con la certeza de que Fernández se había atornillado al puesto. "Son 30 años de exceso de bandazos ideológicos y de tutelas. Hay que superar esas tendencias históricas negativas y construir un proyecto político propio", apuntaba en una entrevista con El País en noviembre de 2023.
A su vez, Génova hablaba también de la necesidad de "reconstruir" un proyecto "ilusionante" en Catalunya, pero daba una patada adelante al conflicto con el dirigente catalán y aplazaba la fontanería en el territorio —de la que en su primera etapa Miguel Tellado, como vicesecretario de Organización Territorial, no consiguió nada— hasta después de las europeas.
Así, con el adelanto electoral anunciado por Pere Aragonés esta semana, el PP de Feijóo tiene que apurar ahora un proyecto para el que no hay consenso ni sobre el candidato ni sobre la hoja de ruta ideológica.
El candidato: un callejón (casi) sin salida
Por un lado, lo más urgente para todos es el nombre del cabeza de lista. Génova ha buscado tiempo anunciando que negociaban una candidatura conjunta con Ciudadanos y que, por tanto, había que "respetar" ese procedimiento e ir "paso a paso", pero lo cierto es que nadie en el partido parece tener claro qué va a pasar con Fernández.
Las fuentes consultadas por este periódico coinciden en que el poco tiempo que queda para el 12 de mayo le da una baza fundamental al líder del PP catalán, pero también señalan que, al permitir los días de ruido en torno él, está quedando claro que no es el candidato que quiere Feijóo y que eso puede condicionar la campaña.
Feijóo no ha conseguido imponer un giro en Catalunya
En cuanto al discurso, los vaivenes se acumulan en los últimos años. El primer fuego interno que el expresidente de la Xunta tuvo que apagar como líder nacional del PP lo encendieron unas declaraciones de su entonces número tres en Génova, Elías Bendodo, en las que reconocía a España como un "Estado plurinacional". Poco antes, Feijóo se había referido a la "nacionalidad catalana" en un foro con empresarios catalanes.
En cuestión de días llegó una rectificación absoluta: "España no es un Estado plurinacional. Ni lo es ni lo será", aseguró Feijóo. El enredo que se vio entonces sería la tónica habitual hasta el momento. El ala dura del partido le ha ido doblando el brazo a la dirección nacional cada vez que esta apostaba por corregir su postura hacia el independentismo catalán, como cuando en el camino hacia su investidura apostó por dar a Junts la condición de interlocutor válido y acabó negándosela por la presión interna.
Meses más tarde, fuentes del PP reconocieron que sí hablaron con la formación de Carles Puigdemont, aunque no fueron encuentros públicos, y que incluso estudiaron la amnistía durante 24 horas. "Es difícil de entender, desde luego", razona un barón popular sobre la estrategia política que está siguiendo Feijóo con respecto a Catalunya.
Escenario favorable en la derecha para recuperar espacio
Con todo, las expectativas para ellos son buenas: aspiran a recuperar buena parte del espacio perdido y situarse incluso por encima de los 10 escaños. Ahora tienen tres. Los populares cuentan con absorber a Ciudadanos, que tiene seis asientos en el Parlament, y arañar votos también a Vox. Aun así, seguiría lejos de los resultados de 2010 o 2012, cuando el PP se movía entre los 18 y los 19 escaños. En una década quedaron aplastados por el conflicto independentista, cuyo suflé ha bajado considerablemente. "El PP va a salir ganando de todas las cesiones de Sánchez, ya verás", dice convencido un alto dirigente de Vox.
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