Los actos violentos de la ultraderecha contra sedes y personas del PSOE se repiten ante la "tibieza" de Feijóo
Los socialistas tienen contabilizados alrededor de 150 ataques a sus sedes desde el mes de noviembre. En los últimos días se han sucedido al menos dos agresiones físicas y verbales contra dirigentes del PSOE. El partido critica la equidistancia del PP y su alianza con Vox.
Madrid--Actualizado a
"Eres para siempre responsable de lo que has domesticado". Es una frase del libro El Principito. La ha usado este lunes la portavoz del PSOE, Esther Peña, para ejemplificar la responsabilidad del PP y de Alberto Núñez Feijóo en las agresiones y acosos a las sedes socialistas desde hace meses. La extrema derecha persiste en su estrategia de violencia contra el partido que lidera Pedro Sánchez en una escalada que comenzó especialmente en el mes de noviembre con el rechazo a la ley de amnistía como excusa.
Dos sucesos recientes han marcado los últimos días del PSOE a nivel interno. Por un lado, el pasado viernes se conoció la agresión a Olegario Ramón, secretario general de los socialistas en Ponferrada (León). En el marco de las manifestaciones que se producen en la sede del partido en dicha localidad, dos manifestantes con banderas de España comenzaron a insultarlo y después procedieron a zarandearlo y darle golpes y patadas.
Tras los hechos, la Policía Nacional detuvo a dos personas. El dirigente socialista, exalcalde de la localidad leonesa, responsabilizó directamente de la situación a Vox por crear el "caldo de cultivo" necesario para estas situaciones de violencia. Una lectura que comparten en Ferraz y que extienden también a la "equidistancia" y la "tibieza" que mantienen el PP y Feijóo con este tipo de actuaciones.
"Los socialistas llevamos denunciando desde hace meses el acoso a nuestras sedes, a cargos electos y militantes a lo largo de toda España. El señalamiento diario que se hace desde la ultraderecha y sus pseudomedios afines, ha terminado desembocando en una agresión física en la tarde de hoy, pero ya son centenares las pintadas en las sedes, rotura de cristales e insultos a las personas que acceden a las casas del pueblo", señalaron fuentes socialistas tras esta agresión.
Este mismo lunes la eurodiputada del PSOE Iratxe García ha denunciado otro hecho violento contra ella. "Hace pocos meses rajaron las ruedas de mi coche en la puerta de casa, esta mañana los contenedores aparecían con mensajes como "Puta, Golfa, Asco y Decepción". Sobre ambos hechos he interpuesto las denuncias pertinentes. Pretenden callarnos pero no lo van a conseguir, con más firmeza y convicción …..seguimos", escribió.
En este contexto, el discurso de la portavoz socialista este lunes fue duro contra esos ataques pero también contra la actitud del PP y de ciertos medios de comunicación. Los socialistas, según señalan fuentes de Ferraz a Público, tiene contabilizados alrededor de 150 ataques a sedes del partido o casas del pueblo en todo el Estado español desde el mes de noviembre.
Aquel mes se produjo una oleada importante en lugares tan diferentes como Madrid, Las Palmas de Gran Canaria, València, Salamanca o La Línea de la Concepción (Cádiz). El punto álgido de la estrategia de la extrema derecha fue Ferraz, donde se produjeron manifestaciones consecutivas durante varias semanas. En ellas participaban, como informó este medio, organizaciones neofascistas, falangistas o vinculadas a Vox.
Incluso en Nochevieja tuvo lugar una concentración cerca de Ferraz en la que se apaleó un muñeco que representaba a Sánchez. El PSOE llevó el asunto a la justicia por un posible delito de odio pero el caso se archivó en febrero. En paralelo, esa convocatoria estaba patrocinada por diferentes medios de comunicación, lo que motivó que el PSOE pidiera amparo a las asociaciones profesionales periodísticas. También elevó el debate al Congreso y Senado sobre las sanciones a este tipo de pseudomedios.
Durante esos días los populares llegaron a justificar las manifestaciones y las equipararon con las que tuvieron lugar después del 11M en 2004. La agresión a Olegario Ramón del pasado viernes fue condenada por todos los partidos, incluido el PP. Pero para el PSOE la alianza de los populares con el partido que lidera Santiago Abascal también contribuye a la escalada de violencia.
El 16 de noviembre, poco antes de la segunda sesión de investidura de Sánchez en el Congreso, varios diputados fueron insultados y agredidos en un bar cercano a la Cámara Baja. Aquel suceso coincidió con una campaña en redes sociales del PP señalando a todos los parlamentarios socialistas. A finales de septiembre el ministro de Transportes Óscar Puente denunció el acoso en un tren que le traía a Madrid desde Valladolid para participar en la investidura de Feijóo. El ministro fue increpado también en diciembre en un avión.
"El que pueda hacer que haga". En el PSOE se hacen eco de forma recurrente de estas palabras pronunciadas por el expresidente del Gobierno, José María Aznar precisamente también el pasado mes de noviembre. El exlíder del PP consideraba a Sánchez como "un peligro para la democracia" y pedía actuar.
"No podemos tolerar la equidistancia o la tibieza en las condenas por parte del señor Feijóo. No le hemos escuchado a Feijóo desmarcarse con claridad del acosos a las casas del pueblo", dijo este lunes Peña. "Una equidistancia que no contribuye sino que ayuda a que estas agresiones sigan ocurriendo", añadió. Ante lo que se suele denominar como "polarización" política, los socialistas consideran que es "asimétrica", como ha dicho Sánchez en varias ocasiones. "Hay un agresor y un agredido", señaló la portavoz del PSOE.
El PSOE insiste en que el PP no se desmarca de los "personajes siniestros", en referencia a Vox. Los socialistas fijan su mirada en las próximas elecciones europeas y resaltan que la mayoría de la familia popular europea está en contra de la equidistancia mientras que el PP está alineado con los que quieren a la ultraderecha. "El PP es la antieuropa", afirmó Peña.
La estrategia de la extrema derecha no es nueva y son numerosos los casos en los que se han denunciado actos violentos desde hace años. El caso más paradigmático fue el acoso durante numerosas semanas a la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero. Podemos e IU también han sufrido numerosos ataques a sus sedes.
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