Este miércoles se cumplen 169 años de la Convención de Seneca Falls, el primer gran encuentro sobre los derechos de la mujer en EEUU, y probablemente el primero del mundo.

Ya en la década de 1830, se comenzaron a dar en ciertos ámbitos, como el de los cuáqueros, cierto margen para que las mujeres estuvieran presentes en la vida pública. Poco a poco comenzaron a organizarse para llevar a cabo labores caritativas, como ayudar a otras mujeres a abandonar la prostitución o mejorar las condiciones de vida en las prisiones.

En 1837 se celebró en Nueva York el Primer Congreso Antiesclavista Femenino, y fue el veto a las activistas en la Convención Internacional Antiesclavista celebrada en Londres en 1840 un hecho determinante para que se llevase a cabo años después el encuentro de Seneca Falls.

Los días 19 y 20 de julio de 1848 unas 300 personas -mujeres en su mayoría- se reunieron "para discutir la condición y los derechos sociales, civiles y religiosos de las mujeres" y alrededor de un tercio de estas firmaron la Declaración de Seneca Falls (o Declaración de Sentimientos), que reclama la igualdad de derechos para las mujeres.

Hubo diferencias en cuanto a incluir el derecho al voto en el documento pero fue el afamado escritor y orador Frederick Douglass -uno de los pocos hombres que firmó el documento y el único afroamericano presente- quien se dice logró con su elocuencia la inclusión del punto. La Declaración es considerada por mucha gente como el texto fundacional del feminismo como movimiento social.