Anagrama y el autor defienden su derecho a publicar el libro sobre Bretón pero esperarán a los tribunales
La editorial y el escritor Luisgé Martín niegan que estén dando voz al asesino y ponen como ejemplo obras como 'A sangre fría', de Truman Capote, o 'El adversario', de Emmanuel Carrère.

Tras la polémica generada por la suspensión momentánea de su publicación, la editorial Anagrama considera que está en su derecho de publicar El odio, el libro del escritor y periodista de Luisgé Martín que recoge el testimonio de José Bretón, condenado por el asesinato en 2011 de sus dos hijos, de seis y dos años. "Tanto el autor como la editorial están en su derecho de publicar esta obra", sostiene la editorial en un comunicado hecho público este viernes, si bien también asegura que esperará a la resolución de los tribunales.
En su nota, Anagrama señala que es plenamente consciente de "la monstruosidad de los crímenes cometidos por José Bretón" y comprende "la sensibilidad que puede suscitar la exploración de la condición del asesino que aborda el escritor Luisgé Martín en El odio".
Luisgé Martín, el autor, también ha emitido un comunicado en el que defiende que ha escrito la obra con "el mayor respeto hacia las víctimas" y niega dar voz al asesino: "Se la quita, niega su explicación de los hechos, le enfrenta con sus contradicciones". El escritor asegura haber escrito para "indagar sobre el odio, sobre la brutalidad de la naturaleza humana, sobre la crueldad, sobre las estructuras sociales que sostienen esa violencia inacabable", como antes hicieran Truman Capote en A sangre fría o Emmanuel Carrère en El adversario.
"Empecé a escribir El odio porque era incapaz de entender que alguien pudiera matar a sus propios hijos. [...] Sirve para mostrar los laberintos de la infamia y de la vileza de un asesino. Nada más", justifica el autor.
Por último, Luisgé Martín pide una reflexión acerca del odio público que ha despertado su libro sin haber sido leído: "Es tristemente coherente con el tipo de sociedad hacia la que caminamos, en la que el resentimiento preventivo sustituye al pensamiento crítico", concluye.
Anagrama indica en su comunicado que la literatura trata desde siempre realidades complejas y dolorosas, también crímenes que han marcado a sociedades enteras, y recuerda que hay ejemplos como Emmanuel Carrère o Truman Capote, de escritores que han trabajado con "materiales difíciles y controvertidos".
La obra de Luisgé Martín, asegura la editorial barcelonesa, "intenta dilucidar una violencia extrema, las condiciones en las que se produce y las implicaciones filosóficas y éticas de la crueldad como una pulsión en lo humano, explorando cómo la sociedad y la psicología individual convergen en actos que desafían la moral".
Una obra que muestra "la maldad del asesino"
El tratamiento literario de El odio, añade Anagrama, "se aleja y rechaza cualquier intención que no sea la de presentar al lector la maldad del asesino, sin justificar ni exculpar el crimen sino al contrario, mostrando su horror".
"Reafirmamos nuestro compromiso con la responsabilidad editorial y la libertad de expresión, sabiendo que ambas deben convivir; y en este sentido, entendemos que la literatura puede y debe abordar estos temas sin dejar de lado la complejidad que representan, como hace Luisgé Martín en El odio".
La Constitución reconoce el derecho fundamental a la creación literaria y, por ello, "Anagrama considera que tanto el autor como la editorial están en su derecho de publicar esta obra". "Pero esperaremos a lo que las resoluciones judiciales indiquen", concluye el comunicado.
La Fiscalía de Menores de Barcelona ha pedido al juez, como medida cautelar, la suspensión de la publicación del libro, y la propia editorial decidió este jueves suspender por el momento su publicación, después de que Ruth Ortiz, madre de los niños, pidiera amparo a la Fiscalía de Córdoba para que se paralizara su distribución.
Un juzgado civil decidirá la suspensión de la publicación
Un juzgado civil decidirá sobre las medidas cautelares solicitadas por la Fiscalía de Menores de Barcelona para que se suspenda la publicación de El odio.
La Fiscalía de Menores presentó su escrito de medidas cautelares en un juzgado de guardia, el cual dio traslado del mismo a la jurisdicción civil, ya que en la solicitud no se indicaba la comisión de ningún delito, sino la protección de un derecho.
Por reparto, el escrito de medidas cautelares de la Fiscalía de Menores de Barcelona ha recaído en el Juzgado de Primera Instancia número 39 de Barcelona, según informa este viernes el Tribunal Superior de Justicia Catalunya.
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