El mes de agosto este año se cierra con un total de siete mujeres asesinadas por la violencia de género, uno de los seis agostos más letales desde que se comenzaron a recopilar datos en 2003.

Los últimos dos asesinatos se produjeron este miércoles. Se trata del de una mujer de 36 años en Béjar (Salamanca) que era madre de cuatro hijos menores de edad. El otro asesinato tuvo lugar en Alzira (Valencia), cuando su expareja, un policía retirado, le pegó un tiro y luego se suicidó. 

Los datos de agosto confirman un verano negro para la violencia de género, después de que el pasado mes de julio registrara ocho mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, lo que lo colocó como el tercer julio más mortífero desde que existen cifras.

Los meses de julio y agosto son, tradicionalmente, en los que más asesinatos machistas se registran. Sumados los crímenes de ambos meses de este año, el resultado es de 15 mujeres asesinadas. Es la cuarta cifra más alta de las últimas dos décadas, sólo superada por las 17 víctimas que se registraron en los meses de julio y agosto 2006 y las 16 víctimas que se registraron entre julio y agosto de 2003 y 2018, e igualando las 15 de 2007 y 2015.

Estos terribles datos indican que en tan sólo en los dos últimos meses se han concentrado casi el 40% de todos los crímenes por violencia de género (37,5%) desde el inicio de este año (un total de 40). El número de mujeres asesinadas desde que existen datos sobre violencia machista asciende a 1.223.

Julio y agosto, los más letales

Desde hace años, diversos expertos e instituciones vienen alertando de la concentración de casos en meses concretos. Julio y agosto son los más mortíferos, seguidos de los meses de diciembre y enero. Las causas son múltiples, pero algunos de los motivos que explican este fenómeno están relacionados con la coincidencia de períodos de vacaciones en los que se produce una mayor convivencia y en los que la violencia de control por parte de los agresores se dispara. 

Este análisis, sin embargo, no es extrapolable a todos los meses de julio y agosto, puesto que a lo largo de las últimas dos décadas de estadísticas se han registrado algunos con sólo cuatro crímenes machistas (dos cada mes), como ocurrió en 2013, cinco (como muestran los años 2012 y 2017), o con seis asesinatos en ambos meses, como ocurrió el año pasado, cuando se produjeron tres asesinatos en cada uno de esos dos meses. 

Por este motivo, analizar caso por caso es clave para prevenir este tipo de asesinatos. Es lo que hará el Ministerio de Igualdad junto con Justicia, Interior, las comunidades autónomas y la Fiscalía de sala contra la violencia de género el próximo lunes, como cada vez que el número de asesinatos alcanza o supera las cinco víctimas mortales en un sólo mes.

Se trata de la quinto comité de este tipo que se convoca desde diciembre del año pasado y del que salen medidas concretas para avanzar el la prevención. Entre estas medidas anunciadas a lo largo de los últimos meses figura la necesidad de mayor coordinación entre las distintas instituciones; un llamamiento para mejorar la herramienta de valoración policial del riesgo (Viogén) de modo que incorpore también información proveniente de organismos de asistencia social, médica y otros que puedan alertar de riesgos; la posibilidad de que las víctimas de violencia de género sean informadas cuando su pareja esté incluido en Viogén por violencias anteriores incluso sin que denuncien; o restringir el uso de armas a maltratadores. 

Muchas de estas medidas debatidas y anunciadas en las cuatro reuniones anteriores del comité de crisis están aún por desarrollar y hasta el momento se desconoce el nivel de avances. 

Preocupación por las infradenuncias

Otro de los temas que tendrá el comité de crisis sobre la mesa es la escasa cantidad de denuncias por violencia de género registradas. De las ocho víctimas mortales de julio pasado, tan sólo una había denunciado a su pareja. Lo mismo ha ocurrido este mes de agosto, en el que, de las siete asesinadas, tal sólo una había presentado denuncia.

De las 40 víctimas mortales en lo que va de año apenas ocho (el 20%) habían presentado denuncia previa. Un porcentaje que se mantiene casi inalterado desde que existen estadísticas. Tal como apunta Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la violencia de género, este hecho puede tener diversas causas, entre ellas que las mujeres no sean conscientes del nivel de riesgo que sufren o que incluso lo minimicen.

Hace apenas unas semanas, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) advertía en un informe el insignificante nivel de denuncias por violencia de género que se produce por parte del entorno de la víctima. 

Según cifras del Observatorio de Género del CGPJ, durante 2022 se presentaron algo más de 182.000 denuncias por violencia de género. Es decir, una media de casi 500 denuncias al día. Siete de cada diez (el 71,57%) la realizó la propia víctima principalmente ante la Policía (70,36%) y los juzgados (1,21%). Menos del 2% (el 1,82%) fueron presentadas por familiares y allegados de las víctimas. Una cifra que ha permanecido prácticamente inalterada en los últimos cinco años.

La colaboración del entorno que es clave para prevenir la violencia de género, tal como lo ha advertido en diversas ocasiones el Ministerio de Igualdad por boca de Rosell. 

Atajar los mensajes negacionistas

Otra de las batallas claves contra la violencia de género es la lucha contra los mensajes negacionistas. Si bien los repuntes como los vividos en los últimos dos meses hacen encender todas las alarmas, una visión global de los datos recopilados a lo largo de los últimos más de 20 años indican un declive en esta violencia. Si a principios de la década del 2000, cuando se comenzaron a recopilar estadísticas, el número de mujeres asesinadas estaba por encima de los 70 de media, en los últimos diez años esta cifra ha ido lentamente disminuyendo. 

Tal como afirman diversos expertos y desde el Ministerio de Igualdad, las políticas y la inversión funcionan. Los tres primeros años de la presente legislatura (2020, 2021 y 2022) han sido los que han registrado un menor número de asesinatos de toda la serie histórica.

No hay que bajar la guardia, advierten desde Igualdad. "Hay que lanzar el mensaje de que las políticas y la inversión en prevención en formación, en protección integral funcionan. Hemos rebajado en cerca de 30 las mujeres asesinadas cada año. Pero los esfuerzos siguen ahí porque las cifras siguen siendo insoportables", advertía Rosell en una entrevista este miércoles en TVE.

Nota: este artículo ha sido actualizado el 1 de septiembre tras la confirmación por parte del Ministerio de Igualdad de que el asesinato de la mujer de Alzira es un caso de violencia de género.