La mujer asesinada en Palma no llevaba encima el receptor que habría activado la pulsera de control telemático para maltratadores
La víctima no portaba el aparato que debía haber hecho saltar la alarma cuando el agresor se saltó la orden de alejamiento. Hecho que la Policía está investigando, según fuentes oficiales.
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La reciente tragedia ocurrida en Can Pastilla (Palma), en la que otra mujer –ya son 44 en lo que va de año– fue asesinada por su pareja y maltratador delante de su hija, ha vuelto a colocar en el centro del debate la eficacia de los sistemas de control telemático para la protección de víctimas de violencia machista. Según han informado fuentes oficiales, el agresor llevaba una pulsera de seguimiento activada, pero la víctima no portaba consigo el dispositivo receptor asignado como parte del sistema Cometa, herramienta diseñada para alertar a las mujeres en caso de que su victimario incumpla las medidas de alejamiento.
La ausencia del receptor en el momento de los hechos es ahora objeto de una investigación que busca esclarecer las circunstancias en las que se produjo el asesinato y, sobre todo, arrojar luz sobre el funcionamiento de estos sistemas. El acusado tenía una orden de alejamiento, tras haber sido denunciado por la víctima por agresión. Desde ese momento, ella figuraba en el sistema Viogen.
Tras lo ocurrido, el Ministerio del Interior ha defendido los dispositivos Cometa como una herramienta "altamente eficaz" en la protección de las mujeres en situación de riesgo. De hecho, fuentes del gabinete de Fernando Grande-Marlaska han subrayado que, hasta la fecha, no se tiene constancia de que ninguna mujer protegida con este sistema haya sido asesinada. En este caso concreto, confirman que la víctima contaba con el dispositivo asignado, pero no lo llevaba en ese momento, algo que abre algunas preguntas sobre las dinámicas de uso de esta tecnología y, en particular, sobre los protocolos que rigen su implementación.
El Ministerio de Igualdad, departamento del cual depende el Centro Cometa, también ha explicado que el dispositivo no estaba en posesión de la víctima cuando se produjo el ataque, un hecho que la Policía está investigando. "Por tanto, ninguna víctima con dispositivo Cometa ha sido asesinada", señalan desde la cartera de Ana Redondo. La situación, no obstante, invita a reflexionar sobre los posibles factores que influyen en la adherencia a este tipo de medidas y en cómo garantizar su uso efectivo por parte de las víctimas que requieren protección, pues les va la vida de ello.
Trabajadoras del Centro Cometa denuncian fallos
El contexto no es baladí. Trabajadoras del sistema Cometa llevan un tiempo advirtiendo de una serie de carencias en la infraestructura y gestión de estos dispositivos. Tal y como ya publicamos en Público, entre los problemas más recurrentes se encuentra la entrega de equipos que presentan fallos y la insuficiencia de recursos humanos para realizar un seguimiento adecuado de los casos. Además, existe una carga burocrática que ralentiza los tiempos de respuesta en situaciones críticas. A esto se suma el riesgo de que las mujeres no lleven los receptores de forma constante y de que los agresores apaguen o se quiten sus pulseras.
La precariedad dentro del Centro Cometa se ha agravado desde la adjudicación del contrato del servicio, mediante concurso público, a Securitas y Vodafone en marzo de este año. La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género efectuó la adjudicación a pesar de que las empresas encargadas de la gestión ofrecían unas condiciones "más que lamentables" en los servicios, denuncian las trabajadoras.
El propio informe técnico de ponderación de criterios de adjudicación para contratar el servicio técnico de Vodafone-Securitas, procedente de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, hacía referencia a "un diseño deficiente, una planificación poco detallada y una asignación de recursos deficiente. Además, es poco preciso, el detalle no es lo suficientemente extenso, aunque presenta una coherencia aceptable".
Desde que se empezaron a contabilizar oficialmente los crímenes machistas en 2003, 1.289 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. Además, desde 2013, 62 menores han perdido la vida en crímenes relacionados con esta violencia, incluidos nueve en el presente año.
El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600 000 016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
En una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062), y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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