Un hombre ha agredido a una mujer de 42 años con un arma blanca, durante el mediodía de este miércoles, en las inmediaciones de la piscina de un camping de Pozoblanco (Córdoba). La víctima se encuentra ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Comarcal Valle de los Pedroches y su pronóstico es reservado.

Este caso se produce tan sólo dos días después de que tuviese lugar un asesinato machista en la misma localidad. Y, de hecho, la Guardia Civil también lo investiga como una posible agresión por violencia de género.

La víctima fue agredida en presencia de una hija de ambos, menor de edad, y había denunciado al acusado con anterioridad. La hija de la pareja, cuya edad exacta no se ha precisado, ha sufrido lesiones de carácter leve cuando trataba de impedir que su padre siguiese agrediendo a su madre y no ha necesitado hospitalización.

Los agentes recibieron un aviso sobre las 14.00 horas en el que se comunicaba que una mujer había sido agredida con arma blanca y que presentaba varias lesiones. El agresor ha sido detenido por la Policía Local de Pozoblanco en el dispositivo conjunto montado con la Guardia Civil tras recibirse un el aviso en el 112.

Dos días después de un asesinato machista en la localidad

Este caso sucede tan solo dos días después de que, en esa misma localidad cordobesa, de unos 17.000 habitantes, se produjese un asesinato machista.

Este martes, una mujer de 31 años era asesinada en Pozoblanco a manos de su pareja, un hombre de 39 años que luego se suicidó. La víctima lo había denunciado por violencia de género en 2017, lo que llevó a que un juzgado dictara contra el ahora presunto asesino una orden de alejamiento durante cuatro meses.

Si bien, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno central en Córdoba, el caso pasó a estar inactivo en 2018 en el Sistema VioGén, y "tampoco constan denuncias posteriores" de la mujer contra su pareja, por lo que ya no existían medidas de protección ni orden de alejamiento en vigor. 

La pareja tenía tres hijas menores de edad, que ahora han quedado a cargo de los abuelos paternos. Una de ellas, de tan solo tres años, fue la que encontró los cadáveres de sus padres.