La Fiscalía advierte de que el auge del negacionismo disuade a las mujeres para denunciar la violencia machista
Terasa Peramato, fiscal de sala delegada de violencia sobre la mujer, muestra su preocupación por el alza de los asesinatos machistas en 2023 y denuncia que la negación de esta violencia supone una desprotección para las víctimas.
Marisa Kohan
Madrid--Actualizado a
"El discurso negacionista influye directamente en la protección
de las mujeres. España es un referente en la lucha contra la violencia
de género y no podemos ni debemos retroceder", afirmó Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, este jueves en la presentación de la memoria anual de su departamento.
En su discurso, además, puso el foco en la baja cantidad de denuncias por violencia de género que se han producido a lo largo de este año en los casos que han acabado en feminicidios. Desde enero pasado hasta principios de septiembre, 42 mujeres han sido asesinadas en España por la violencia de género (la que realizan las parejas o exparejas de las víctimas). De ellas, sólo ocho (el 19%) dieron la voz de alarma sobre el maltrato que vivían.
La infradenuncia de esta violencia ha sido siempre un motivo de preocupación para las instituciones.
Ahora, con el negacionismo dentro de las instituciones (cinco gobiernos autónomos tienen representación de Vox y en cientos de municipios gobierna el PP de la mano de la extrema derecha), esta preocupación es más alta que nunca.
Así lo manifiesta a Público Teresa Peramato, fiscal de Sala Delegada de Violencia sobre la Mujer y responsable de los datos en materia de violencia de género contenidos en la memoria de la FGE. Para esta experta, "es preocupante el incremento que se está produciendo este año en cuanto a la violencia extrema".
Si en los dos años anteriores los feminicidios íntimos se habían cobrado la vida de 49 mujeres, las 42 víctimas registradas hasta principios de este mes de septiembre parecen indicar un incremento de la violencia extrema.
"Esto nos produce preocupación. Vemos cómo este año se está produciendo un descenso de denuncias de los casos de mayor riesgo a la par que un repunte de los asesinatos en relación a años anteriores. Aunque habrá que ver cómo acaba el año, la tendencia parece ser claramente al alza", afirma Peramato.
Síntoma preocupante
El pasado fue un año atípico en cuanto a las denuncias por violencia de género. Según la memoria de la Fiscalía, el 44% de las mujeres asesinadas habían denunciado, una cifra que duplica a las que se habían producido un año atrás. Para la Fiscalía, la rebaja de las cifras en lo que va de año es un síntoma que es preciso analizar.
"Si la legislación es la misma, los profesionales somos los mismos y estamos cada vez más formados y las instituciones funcionan igual, ¿qué explica estos repuntes y el bajo índice de alertas previas?", se pregunta Peramato.
Para esta fiscal, la causa principal hay que buscarla en la expansión del mensaje que niega la violencia de género y que está calando y "dando alas y empoderamiento a los agresores y minando la capacidad de las víctimas para recurrir a las instituciones".
"El mensaje negacionista está en alza, por eso es más necesario que nunca afirmar que la violencia de género existe y es una realidad cotidiana", añade.
De hecho, tal como destacó García Ortíz en su discurso inaugural del año judicial, una muestra clara de que nos encontramos ante una violencia extendida es el hecho de que "desde el año 2009 hasta
2022, en España se han interpuesto más de dos millones de
denuncias por violencia contra la mujer".
Para Peramato, "el mensaje negacionista es un riesgo y esta haciendo mucho daño a la lucha contra la violencia de género, supone una desprotección de las propias víctimas".
Las mujeres rurales, las más desprotegidas
La memoria de la Fiscalía pone el foco de manera especial en la violencia de género en el ámbito rural y en la dificultad que encuentran las mujeres de las poblaciones más pequeñas a la hora de denunciar.
Entre las causas, la Fiscalía cita "el mayor enraizamiento de la cultura patriarcal en la sociedad rural, lo que determina un mayor grado de normalización y mayor dificultad en la percepción y reconocimiento de las conductas machistas abusivas y violentas".
A esto se suman otros factores como "la escasez de recursos o la dificultad para acceder a aquellos que existan por las distancias y deficiencias estructurales; la ausencia de anonimato, el miedo al estigma, a ser señaladas y culpabilizadas, el aislamiento".
Tras el análisis de los 49 asesinatos machistas de 2022, la Fiscalía concluye que 15 de ellos se cometieron en poblaciones de menos de 20.000 habitantes, lo que representa el 30%. De ellos, cinco en municipios de menos de 1.000 habitantes (el 10%); seis en localidades de 1.000 a 5.000 habitantes (12%); dos de 5.000 a 10.000 y dos de 10.000 a 20.000 (4%, respectivamente).
En municipios de más de 20.000 se produjeron 35 feminicidios, lo que representa el 70%. De las cinco mujeres que fueron asesinadas en poblaciones de menos de 1.000 habitantes, solamente una de ellas había denunciado previamente (el 20%).
De las cinco mujeres que fueron asesinadas en municipios con una población de entre 1.000 y 5.000 habitantes, cuatro no habían denunciado y sí lo había hecho una de ellas hacía muchos años (2009) –el 20%. De las cuatro mujeres que fueron asesinadas en municipios de 5.000 a 20.000 habitantes, la mitad de ellas habían formulado denuncia con anterioridad (el 50%).
"A la vista de los datos, es necesario avanzar para hacer llegar todos los recursos contra la violencia de género a todos los centros urbanos de menor población, porque la menor denuncia está íntimamente relacionada, entre otras cosas, con la escasez de recursos disponibles".
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