Dani Alves declara por segunda vez ante la jueza: las versiones con las que el futbolista se contradice a sí mismo
A punto de cumplir tres meses en prisión, el exjugador del Barcelona se sienta ante la magistrada que le investiga por violación. El futbolista argumenta que mintió en su primera declaración para ocultar la infidelidad a su mujer.
Dani Alves ha vuelto a declarar ante la jueza que le investiga por violación. El futbolista, que contrató a un nuevo abogado en enero, se ha sentado ante la magistrada a petición propia para tratar de convencer a la instructora de que lo que ocurrió en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022 no fue una agresión sexual, sino una relación consentida con la joven que lo denunció.
Según han informado fuentes jurídicas, el futbolista, de 39 años y a punto de cumplir tres meses en prisión preventiva, ha reconocido por primera vez que hubo penetración, pero asegura que fue una relación consentida y que la joven, con la que dice que hubo "tensión sexual", no le pidió que se detuviera. El jugador ha declarado durante cerca de media hora para dar una nueva versión tras contradecirse a sí mismo en las declaraciones anteriores sobre la acusación de violación. Alves ha aducido que mintió en su primera comparecencia ante la jueza para ocultar la infidelidad a su mujer.
Tras la declaración solicitada por el futbolista, su defensa volverá a pedir su puesta en libertad provisional. El exjugador del Barça ha estado asistido este lunes por el letrado Cristóbal Martell, un prestigioso abogado penalista y también polémico por su forma de pensar y sus opiniones críticas con movimientos como el feminista o el ecologista. Ya con Martell en el equipo, la defensa del jugador admitió la "errática declaración" de Alves la primera vez que se sentó ante la jueza, el pasado 20 de enero.
En esa comparecencia, el deportista mantuvo inicialmente que no conocía a la víctima, admitió después que coincidió con la joven en el baño de la discoteca sin que sucediera nada entre ellos y finalmente, cuando la jueza confrontó sus explicaciones con las pruebas biológicas, sostuvo que hubo sexo oral de forma consentida.
El futbolista justificó los vaivenes de su relato aduciendo en un primer lugar que quería proteger a la joven. Posteriormente, como ha vuelto a hacer este lunes, argumentó que pretendía ocultar la infidelidad ante su esposa, la modelo Joana Sanz, quien el mes pasado anunció a través de las redes sociales su intención de separarse de él tras ocho años de matrimonio.
En el recurso que presentó, sin éxito, en febrero para salir de prisión -firmado ya por Martell-, el deportista brasileño se aferró a la versión de que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la denunciante, sin más concreciones. Las pruebas de ADN confirmaron que la joven tenía restos de semen de Alves en la vagina, lo que contradecía la anterior versión del futbolista ante la jueza, en la que solo admitió sexo oral.
De hecho, las distintas versiones de los hechos que blandió el futbolista ante la magistrada y las contradicciones entre su relato y las pruebas biológicas fueron uno de los principales motivos por los que la instructora acordó su ingreso en prisión. Todo ello, además, frente a la congruencia de la declaración de la víctima y también de los testigos, que ratificaron ante la jueza lo que ya habían declarado a los Mossos d'Esquadra antes de que el jugador entrara en la cárcel.
La investigación judicial está prácticamente cerrada tras haber avanzado con pruebas forenses y de ADN. El pasado 21 de febrero, la Audiencia de Barcelona acordó mantener en prisión preventiva al futbolista, al apreciar un "elevado" riesgo de fuga y estimar que los indicios que le inculpan son "severos" y "diversos".
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