Este artículo se publicó hace 7 años.
EEUUTres muertos y 20 heridos tras una violenta marcha supremacista en Virginia
Una mujer murió arollada por un vehículo que embistió premeditadamente a un grupo de opositores a la manifestación racista y dos agentes perdieron la vida al estrellarse un helicóptero policial. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha evitado condenar la manifestación neonazi.
Washington--Actualizado a
La polémica marcha de blancos supremacistas "Unir a la derecha" dejó este sábado tres muertos y más de 20 heridos en la ciudad estadounidense de Charlottesville, estado de Virginia.
Una de las muertes, de una mujer de 32 años, se produjo cuando un automóvil arrolló premeditadamente a un grupo de opositores a la manifestación y las otras dos al estrellarse un helicóptero policial.
En rueda de prensa, el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, señaló que al fallecido en el atropello de manifestantes opuestos a la marcha en el centro de la ciudad había que sumar un piloto y un pasajero de un helicóptero de la policía estatal que se estrelló a las afueras de Charlottesville.
"Estamos tratando lo sucedido como una investigación por homicidio criminal", dijo a los periodistas Al Thomas, inspector de policía de la ciudad, quien no comentó las circunstancias del accidente del helicóptero.
A última hora de la noche las autoridades estadounidenses acusaron formalmente de asesinato en segundo grado a James Alex Fields Jr., de 20 años y natural de Ohio, como presunto autor del atropello.
Las autoridades han acusado formalmente de asesinato en segundo grado a James Alex Fields Jr., de 20 años
Fields, de raza blanca, fue detenido poco después de arrollar a un grupo de personas que protestaban contra la marcha racista "Unir a la derecha" que tuvo lugar esta mañana en la ciudad, y donde se produjeron violentos choques. Thomas aseguró que el atropello fue un acto premeditado.
Fuentes hospitalarias del Centro Médico de la Universidad de Virginia confirmaron que hubo un fallecido como consecuencia del atropello y 19 heridos que estaban recibiendo tratamiento médico.
Agregaron que al parecer otras 15 personas resultaron heridas en los choques violentos de la mañana del sábado.
Trump no condena la protesta
En una breve comparecencia, el presidente estadounidense, Donald Trump, reprobó los violentos hechos ocurridos en la ciudad de Charlottesville, sede de la Universidad de Virginia y situada a algo más de 300 kilómetros al suroeste de Washington. Sin embargo, no condenó la manifestación neonazi y habló de violencia por "múltiples partes".
"Condenamos en los términos más contundentes esta atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia por múltiples partes. Múltiples partes", indicó Trump en una declaración desde Bedminster (Nueva Jersey, EEUU), donde pasa sus vacaciones de verano.
La marcha contó entre sus participantes con conocidas figuras de la derecha nacionalista estadounidense, como David Duke, antiguo líder del Ku Klux Klan
Trump matizó, no obstante, que "esto ha estado sucediendo por mucho tiempo en nuestro país - no con Donald Trump, no con Barack Obama" y "no tiene cabida en EEUU".
El mandatario no hizo referencia expresa a los supremacistas blancos que organizaron el acto, pese a que la marcha contó entre sus participantes con conocidas figuras de la derecha nacionalista estadounidense, como David Duke, antiguo líder del Ku Klux Klan.
"Vamos a cumplir con las promesas del presidente Donald Trump y retomar el país", dijo Duke en declaraciones recogidas por la CNN momentos antes de conocerse el mortal atropello.
La polémica concentración "Unir a la derecha" se organizó en protesta por la retirada de una estatua homenaje al general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense (1861-1865), y que ya generó choques violentos el viernes por la noche en el campus universitario de la ciudad.
La manifestación ha sido descrita como "el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en EEUU" por el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial.
Jason Kessler, organizador del evento, había subrayado en un comunicado que se trataba de defender la Primera Enmienda de la Constitución que protege la libertad de expresión y respaldar a "los grandes hombres blancos que están siendo difamados, calumniados y derribados en Estados Unidos".
Marchas y protestas similares a la de Charlottesville han tenido lugar durante los últimos meses en otros lugares del sur del país donde las autoridades decidieron retirar simbología confederada.
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