Este artículo se publicó hace 11 años.
Uruguay, primer país del mundo en regularizar la producción y consumo de marihuana
El presidente Mújica inicia una nueva forma de lucha contra el narcotráfico con una ley que permite el cultivo y la compra de cannabis al precio público de un dólar el gramo mediante un registro en una nómina guberna
Uruguay se convierte este martes en el primer país del mundo que regulariza la producción y distribución de marihuana. Está previsto que el Senado apruebe el proyecto con el que el presidente José Mujica pretende abrir un nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico.
La nueva ley, que avalarán los votos del oficialismo, permitirá a los ciudadanos cultivar plantas de cannabis o comprar en farmacias hasta 40 gramos por mes siempre y cuando estén registrados en una nómina gubernamental.
También quedarán habilitados clubes de marihuana con un mínimo de 15 y un máximo de 45 miembros y 99 plantas.
La iniciativa, que en julio ya recibió la aprobación de la Cámara de Diputados, busca combatir el tráfico de estupefacientes quitándole mercado en un país donde el consumo de marihuana sea legal.
La Junta Nacional de Drogas de Uruguay prevé la disponibilidad de cuatro o cinco variedades de cannabis a un precio a público de un dólar por gramo.
El precio sería similar al del mercado negro, pero los compradores en el mercado regulado obtendrían un producto controlado, libre de impurezas y a través de un canal seguro.
"Es una agenda de ampliación de derechos y, en particular, una nueva estrategia (...) que intenta generar nuevos instrumentos para tener una sociedad más segura", dijo el legislador oficialista, Julio Bango.
Uno de cada tres presos en Uruguay está vinculado al narcotráficoEn Uruguay, una tercera parte de la población carcelaria está vinculada con el narcotráfico.
El respaldo público a la iniciativa de Mujica ha crecido desde que el Congreso comenzó a tratarla, pero el rechazo es aún mayoritario.
De acuerdo con una reciente encuesta de Equipos Consultores, un 27% de los uruguayos apoya la regulación frente al 21% en junio, mientras que un 58% rechaza la idea, frente al 68% anterior.
La propuesta encontró el rechazo de la oposición, así como en el gremio profesional de químicos farmacéuticos y en técnicos de la Administración Nacional de Educación Pública, quienes alegan que la medida abrirá la puerta al consumo de drogas más duras.
Otras voces críticas también han dicho que el Gobierno no está haciendo lo suficiente para combatir entre la población más pobre el consumo de pasta base, un residuo de la cocaína más vinculado con el delito que la marihuana.
El senador Alfredo Solari, del tradicional Partido Colorado, calificó al proyecto como "desastroso" debido a que consideró que pone al Estado a competir con el narcotráfico.
"¿Cuál es el efecto de esa competencia? Aumentar el tamaño del mercado. Desde el punto de vista de la salud pública, ¿queremos aumentar el tamaño de mercado de una droga que sabemos que tiene efectos negativos muy importantes?", se preguntó.
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