Trump mira a Groenlandia de nuevo y Dinamarca anuncia una presencia más fuerte

Dinamarca aumentará el gasto militar en Groenlandia. Horas  después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, rescatase su idea de controlar la isla, el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, señaló que se pondrá en marcha un nuevo paquete de defensa. "No hemos invertido lo suficiente en el Ártico durante muchos años; ahora estamos planeando una presencia más fuerte", declaró.

Poulsen especificó que los fondos servirán para adquirir dos nuevos barcos de inspección, dos drones de largo alcance y dos equipos adicionales de trineos tirados por perros. El plan del Gobierno danés también incluye fondos para más personal en el Comando Ártico en Nuuk, la capital. También se mejorará uno de los tres principales aeropuertos civiles con la idea de permitir la llegada y despegue de aviones de combate F-35. 

Groenlandia, un territorio autónomo danés, alberga una gran instalación espacial estadounidense y tiene una importancia estratégica para Estados Unidos, ya que se encuentra en su ruta más corta a Europa. Tiene una población reducida, de 56.000 habitantes, pero, además de su valor geopolítico, también es una tierra valiosa en recursos naturales. 

Trump afirmó en su plataforma de redes sociales Truth Social que "para la seguridad nacional y la libertad en todo el mundo, Estados Unidos de América siente que la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta".

Antecedentes

Esta no es la primera vez que Trump y tampoco EEUU fijan su mirada en Groenlandia. Ya en 2019, este quiso comprarla. Antes, al terminar la Segunda Guerra Mundial, en 1946, EEUU, a través del entonces secretario de Estado James Byrnes formalizó también una oferta, recibida “como una conmoción” por Copenhague. Un lustro después, empero, el Gobierno danés firmó un tratado que permitió a EEUU construir su base más septentrional.

Además, la isla alberga importantes reservas de minerales y petróleo. Su economía es altamente dependiente de la pesca y la agricultura y recibe inyecciones multimillonarias de Dinamarca, metrópoli a la que está unidad desde el siglo XVIII. El subsuelo es muy rico. Y si se tiene en cuenta la crisis climática, el hielo proseguirá su reducción. La isla cuenta hoy con una autonomía, que incluye la gestión de sus fuentes minerales, que queda en manos de su parlamento. En 2013, por ejemplo, votó en contra de la prohibición de extracción de uranio.