Trump jalea a sus fieles en Nueva York, bastión demócrata, y anuncia el "plan de deportación más grande de la historia"
El expresidente republicano hace alarde de sus políticas antimigración en un mitin multitudinario en el legendario Madison Square Garden.
Nueva York--Actualizado a
Donald Trump llenó este domingo el Madison Square Garden en Manhattan, corazón de Nueva York. El legendario recinto estuvo desbordado, con centenares de personas que no pudieron acceder a ver al candidato presidencial: jóvenes, adultos, y una diversidad de personas propia de las características de una ciudad cosmopolita y en gran medida liberal como Nueva York.
El acto se salió del mapa de campaña de los siete estados en disputa que podrían definir la elección, los llamados swing states, para adentrarse en un territorio donde Kamala Harris adelanta por más de 14 puntos a Trump, 54.1% a 39.4%, según el promedio de encuestas recopilado por Five Thirty Eight. Una demostración de fuerza de Trump en un bastión demócrata.
"Terminaré con la inflación, detendré la invasión de criminales que vienen a nuestro país y haré que regrese el sueño americano", dijo el candidato republicano en un inicio de discurso en el que realizó grandes promesas, como lograr "la nueva edad de oro de América" o "la mejor economía en la historia del mundo".
Trump fue precedido por cerca de treinta oradores, siendo especialmente aplaudidos los dos últimos: Elon Musk, presentado como "el mejor capitalista de la historia de los Estados Unidos", convertido en actor central de la campaña con promesa de ser "ministro de Eficiencia" en un hipotético nuevo gobierno, y su mujer Melania Trump. Todo bajo aplausos, el rojo característico del partido republicano, acordes de rock y la repetición de una consigna: "USA, USA, USA".
Nuevos votantes
El acto estuvo aderezado por las habituales consignas trumpistas, como gorras con el slogan Make America Great Again (Volver a Hacer Grande a América), las cifras 45 y 47 por su número de presidencia anterior y la que esperan tenga lugar a partir de enero de 2025, o la ya icónica imagen de Trump con un hilo de sangre en la cara luego del atentado convertida en camiseta a la venta en las afueras del Madison Square.
A la iconografía y votantes habituales se sumaron nuevos simpatizantes, como Farooq Iqbal, un paquistaní-americano, que votará por primera vez por Trump el 5 de noviembre: "Esta vez votaré por él porque está contra la guerra y va a mejorar la economía, y el presidente ahora mató a miles y miles en la guerra en Palestina, pero a Trump no le gusta la guerra. El presidente destruyó todo el mundo, hasta en Paquistán cambió el régimen".
"Éramos demócratas, pero la izquierda liberal es tan violenta contra cualquier opinión que no esté de acuerdo con ellos, la censuran, los grandes medios están totalmente a favor de Kamala", explica por su parte Angela, que sujeta una bolsa de pegatinas para regalar en la que se muestra el logo de la cadena CNN junto a una hoz y un martillo y el lema: "Communist News Network".
Trump promete a sus fieles "la nueva edad de oro de América"
Angela cambió de voto debido a una experiencia con su hija que, cuenta, fue "manipulada" para realizar una "transición de género". "Cuando los liberales vienen por tus hijos eso es personal, por eso voto por Trump, no está bien, no puedes adoctrinar a los niños, no puedes organizar lecturas de cuentos con drag queens medio desnudos junto a chicos, no puedes darles libros con básicamente porno en forma de historieta, los chicos necesitan ser protegidos", afirma.
Otras razones dadas para votar por Trump fueron la economía y la inmigración, tópicos centrales de la campaña del republicano: "Los demócratas están inundando la economía con dinero y causando esta inflación, hay tantas razones, abrir las fronteras, dar millones de dólares a migrantes invasores, el sistema de inmigración está roto".
Fascista o no fascista
"Harris llama fascista a Trump, entonces la mitad del país es fascista, no lo creo, y ¡claro que no soy fascista!", explica Angela, molesta, en referencia a las recientes declaraciones de la candidata demócrata, que respondió "sí lo creo" a la pregunta acerca de si Trump era un fascista.
El calificativo, o acusación, ha comenzado a tomar cada vez más fuerza en la campaña demócrata, en particular después de las declaraciones de John Kelly, jefe de gabinete de Trump entre 2017 y 2019, quien relató que el expresidente le dijo en su día que "Hitler hizo algunas cosas buenas también", y que necesitaba "generales de Hitler".
"El expresidente pertenece a la extrema derecha, ciertamente es un autoritario, admira a las personas que son dictadores, ha dicho eso, así que sin duda encaja en la definición general de fascista", afirmó el general retirado de la Infantería de Marina.
Trump: "Estamos muy cerca de la tercera guerra mundial"
El tema cobró importancia en varios medios, aunque algunos demócratas mostraron públicamente su discrepancia al respecto, como el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, que negó que Trump fuera un fascista: "Mi respuesta es no, sé lo que ha hecho Hitler y sé cómo es un régimen fascista".
La reacción de Angela podría ser representativa de una parte del electorado que en lugar de asustarse ante la amenaza "fascista" denunciada por la campaña demócrata, podría al contrario sentirse atacada.
Voto a voto
En su discurso, Trump volvió a prometer un país con industrias relocalizadas, coches fabricados en Estados Unidos, aumento de salarios, fin de la inflación, bajada de impuestos, independencia energética y el fin del Green New Deal, que conforman la narrativa propia de cada una de sus tres campañas.
Otro punto clave, presente también desde el 2015, fue el ataque contra los migrantes, repetido durante el discurso en Nueva York, con la denuncia de "ciudades invadidas", y la promesa del "plan de deportación más grande de la historia de Estados Unidos". En este caso volvió a apuntar en particular contra migrantes venezolanos y la banda armada llamada "Tren de Aragua", convertida en una suerte de fantasma que estaría expandiéndose pistola en mano por Estados Unidos.
El candidato tuvo a su vez espacio para referirse a la política exterior: "Estamos muy cerca de la tercera guerra mundial, y si tuviéramos un presidente respetado por los demás, como lo teníamos hace cuatro años, Irán estaría en la quiebra y sin dinero, Rusia no hubiera jugado con nosotros y nunca hubieran entrado a Ucrania, y el 7 de octubre en Israel no habría ocurrido".
Trump anuncia el "plan de deportación más grande de la historia de EEUU"
Durante su alocución, Trump evocó su mitin del sábado, en el que invitó a varios líderes musulmanes a compartir escenario en Michigan, el swing state donde se encuentra la mayor comunidad árabe-estadounidense. Un acto electoral que evidenció lo reñido de unos comicios que podrían decidirse por un puñado de votos en uno de los siete estados claves. Según Five Thirty Eight el promedio de encuestas nacional arroja 48.1% a favor de Harris y 46.7% para Trump, un virtual empate a tan solo una semana de la contienda.
En las afueras del Madison Square Garden los asistentes se muestran convencidos de la victoria del republicano, como John, un afroamericano votante de Trump desde el primer momento: "Creo que dios lo puso aquí, va a ayudar a salvar este país que está siendo robado por los banqueros globalistas, es el único que defiende América".
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