El Tribunal Supremo de EEUU se inclina hacia no restringir el uso de la píldora abortiva
Pese a su mayoría conservadora, el TS se ha mostrado este martes contrario a la restricción de la sustancia, aunque no comunicará su decisión hasta finales de junio o comienzos de julio.
El Tribunal Supremo (TS) estadounidense celebró este martes una audiencia sobre la mifepristona, una sustancia empleada en las píldoras abortivas, y los jueces se inclinaron, en su mayoría, hacia no restringir su uso. Este se considera el caso sobre el aborto más importante del máximo tribunal desde que anuló la sentencia Roe contra Wade en 2022.
Pese a que el TS cuenta con una mayoría conservadora y fue el órgano que eliminó hace casi dos años la protección constitucional del aborto en EEUU, hoy mostró sus reticencias a creer que la asociación médica antiabortista Alianza para la Medicina Hipocrática haya demostrado la peligrosidad de la mifepristona. Una visión rechazada por múltiples estudios que han demostrado que la sustancia, utilizada en la mayoría de los abortos en Estados Unidos, es segura.
Durante las casi dos horas que duraron los argumentos orales, el Gobierno y la compañía farmacéutica GenBioPro enfatizaron en su seguridad y rechazaron así los argumentos de Erin Hawley, abogada de la Alianza para la Medicina Hipocrática. La asociación antiabortista denunció que la pastilla se pudiera recetar de forma telemática y ser enviada por correo, más allá de dispensarse en farmacias físicas, y una corte de apelaciones le dio la razón.
Los jueces -cuya decisión se conocerá a finales de junio o principios de julio- están examinando si fueron legales los cambios de normativa llevados a cabo en 2016 y 2021 por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) que hicieron que el medicamento estuviera disponible por correo.
La mifepristona es "segura y eficaz"
Este caso se inició en noviembre de 2022 después de que un grupo de médicos y organizaciones médicas antiaborto demandaron a la FDA. La coalición presentó la impugnación en Amarillo (Texas) y el juez Matthew J. Kacsmaryk, designado por Donald Trump y abiertamente opuesto al aborto, emitió un fallo preliminar invalidando la aprobación del medicamento y retirando la píldora del mercado.
En agosto de 2023, tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de EEUU, uno de los tribunales de apelaciones más conservadores del país, determinó que la mifepristona debería seguir siendo legal, pero impuso importantes restricciones de acceso, que ahora están en el aire, a la espera de la decisión del Supremo.
La organización Planned Parenthood recordó este martes en un comunicado que la mifepristona es "segura y eficaz, con o sin visita a un centro de salud", y que ha sido utilizada por más de cinco millones de personas en Estados Unidos desde hace más de 23 años.
Han pasado casi dos años desde que el Tribunal Supremo eliminó la doctrina Roe contra Wade que había protegido el aborto a nivel nacional durante décadas. Desde entonces, dos decenas de estados han restringido o prohibido el aborto y por ello el teleaborto ha sido la solución para millones de mujeres en el país.
Una decisión judicial que restrinja la mifepristona afectaría a los proveedores de servicios en todos los estados, incluidos aquellos donde el aborto sigue siendo legal. También dificultaría el mencionado procedimiento, por el que las mujeres reciben las píldoras abortivas por correo y son atendidas por doctores de manera telemática. Implicaría, asimismo, poner en duda la capacidad de la FDA para aprobar y distribuir otros medicamentos.
Manifestantes urgen a rechazar el caso
Cientos de personas se han reunido este martes ante las puertas del alto tribunal en Washington para reclamar el derecho a poder disponer de la píldora abortiva y a decidir sobre sus propios cuerpos.
"Urgimos a los jueces a que rechacen este caso porque está políticamente motivado y pone en peligro la salud reproductiva de las personas gestantes del país", sentenció la directora de alianzas estratégicas de Planned Parenthood, Angela Cobián.
Convocadas por Planned Parenthood y otras asociaciones en coalición como American Civil Liberties Union, las personas reunidas en las puertas del alto tribunal en Washington portaban carteles en los que se podía leer "prohibiciones fuera de nuestros cuerpos" o "el aborto es asistencia sanitaria".
Además, las organizaciones convocantes apuntaron que el acceso a dicha píldora se ha convertido en la única vía para abortar en algunos estados del país desde que la anulación del Supremo del fallo Roe contra Wade.
Ante las puertas del TS acudieron también varios miembros del grupo de defensa legal cristiano conservador Alliance Defending Freedom (ADF), que tiene como prioridades ilegalizar el aborto, restringir los derechos de la comunidad LGTBIQ+ y expandir las prácticas cristianas en las escuelas públicas y en el gobierno.
Separados de la convocatoria en favor de la píldora por una valla, los grupos antiabortistas -con menor presencia que sus opositores- mostraron carteles en contra de la FDA y con frases como "el aborto químico perjudica a las mujeres".
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