Syriza califica la reunión con la UE como una "lucha contra la extorsión"

ATENAS.- El Ejecutivo griego está librando una "lucha contra la extorsión y las tácticas de asfixia sin precedentes" en las negociaciones entre Atenas y sus acreedores que parecen volverse a alejar de un acuerdo. Así lo ha comuicado el secretario del partido gobernante Syriza, Tasos Koronakis.

La Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) parecen haberse distanciado del reparto de gastos e ingresos de la última propuesta del Gobierno griego, que el lunes pasado fue considerada por el Eurogrupo en Bruselas como una "buena base" para el acuerdo.

Un documento con correcciones del FMI, sobre el texto de las propuestas griegas, rechaza, entre otras muchas cuestiones, que el gabinete se limite a aumentar los ingresos del sistema de pensiones a través del incremento de las cotizaciones a la Seguridad Social y se insiste en un ahorro global del 1 % del producto interior bruto (PIB).

Tras la reunión del secretariado político de Syriza, Koronakis aseguró que el último plan del Gobierno demuestra su voluntad para una solución al incluir elementos "dolorosos" para el pueblo griego, pero que el partido considera dentro de los límites de la resistencia de la sociedad.

Koronakis añadió que el partido no aprobará un acuerdo que no incluya un programa de crecimiento y la reestructuración de la deuda, lo que, en su opinión, es ceñirse al mandato que recibió Syriza en enero, cuando ganó las elecciones generales anticipadas.

Por su parte, el ministro griego de Estado, Alekos Flaburaris, subrayó que el Ejecutivo ha propuesto un plan que sitúa la carga en las capas más altas de la sociedad y protege a los pobres y tildó de "absurdas" las contrapropuestas de los acreedores.

Según los medios, las instituciones vuelven a exigir ahora un aumento global de los ingresos por el impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 1 % del PIB en 2016, mientras que el gabinete había propuesto un 0,74 %.

El FMI considera que el plan griego se ha centrado demasiado en elevar la presión fiscal, por ejemplo mediante subidas del IVA y de los impuestos empresariales, y no en reducir el gasto público como en el coste de las pensiones. Por su parte, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, puso este miércoles en duda la voluntad del Fondo de alcanzar un acuerdo con Atenas, ante las reservas que está planteando al plan de reformas griego.