Este artículo se publicó hace 16 años.
Santa Cruz se rebela contra la Bolivia de Evo Morales
La rica provincia en el este del país vota hoy en un referéndum acceder a una mayor autonomía en contra de la voluntad del presidente indigenista // Las autoridades temen brotes de violencia
"Ya no quedan balas en el mercado negro. Nosotros no incitaremos a la violencia, pero si hay un vocal muerto de nuestra parte, nuestra gente saldrá a las calles", dice un dirigente local en Santa Cruz. La tensión en esta provincia de Bolivia, la parte más rica del país controlada por las élites blancas, es palpable ante el referéndum sobre la autonomía que se celebra el domingo.
Es el clímax en el pulso entre los cruceños y el presidente Evo Morales, una batalla entre dos proyectos excluyentes: una Constitución de corte indigenista y social frente a una autonomía planteada desde las élites de Santa Cruz.
Casi un millón de votantes está llamados a las urnas. Se espera que el sí gane con al menos el 75% de los votos, aunque no habrá autoridades nacionales para convalidar la limpieza de los comicios. La Corte Nacional Electoral no avaló la consulta. Morales llamó a la abstención y anticipó que habrá "fraude".
"A las armas, valientes cruceños"
Santa Cruz está a la cabeza de un movimiento autonomista que engloba otras cinco provincias y que la oposición ha convertido en su punta de lanza contra la refundación constitucional del país.
Las pintadas en la capital provincial que llaman "a las armas, valientes cruceños" ensalzan el discurso belicista de la sociedad de esta región, una mecha que aún no se ha encendido pero que encierra un gran peligro en un país partido entre la parte oriental y la occidental.
Los dirigentes locales han expresado su temor ante una posible escala violenta entre los partidarios de un lado y otro.
Los críticos de la iniciativa del prefecto cruceño, Rubén Costas, tachan a la consulta de elitista y con tonos claramente xenófobos contra el movimiento indigenista de Morales.
Claudia Peña, que pertenece a la agrupación Santa Cruz Somos Todos, considera que el estatuto es elitista y que se ha cocinado "a puerta cerrada" y en "muy corto tiempo". Lamenta que se haya excluido del debate a la ciudadanía y denuncia que "ninguna de las personas que escribió el estatuto fue elegida para ello. Es como un espejo de lo que le critican al centralismo".
Discriminación racial
Peña considera que el estatuto es discriminatorio, ya que ni siquiera menciona a collas y aymaras, los descendientes de la población indígena, además de ser excluyente en lo económico.
"Se plantea el conflicto como de región contra Estado y se deja de discutir los temas verdaderos, como la distribución de la riqueza, de la tierra o la desigualdad social. Se trata de plantear que los collas que están en el Estado nos odian a nosotros. Se pierde la posibilidad de tener más democracia", lamenta.
En el centro de Santa Cruz se concentra la población de clase media o media alta. Los pobres comienzan a aparecer a medida que uno se aleja de la céntrica Plaza 24 de Septiembre, donde la ciudad se parecde más a Alto de La Paz que a la imagen que proyecta de sí misma: rostros indígenas, ovejas y vacas sueltas, transporte de tracción a sangre y un mercadillo sobre la avenida España.
Mientras en el centro turístico se ven pintadas racistas como "Haga patria, mate a un colla", en las afueras los lemas claman contra las autoridades provinciales.
En el ecuador de su mandato, Morales vive un momento vital de su gestión. En una situación de empate virtual con el poder regional oriental, enfrenta hoy la primera de cuatro consultas autonómicas que continuarán en junio en los departamentos de Beni, Pando y Tarija, la denominada Media Luna boliviana. El lunes será el día para abrir un canal de diálogo y negociar.
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