La directora de BelaPAN, una de las principales organizaciones de noticias independientes de Bielorrusia, ha desaparecido después de que la policía registrara su casa durante la noche, según ha declarado el miércoles la asociación de periodistas del país, en un momento en el que las autoridades siguen reprimiendo a la disidencia.

La agencia de noticias online no ha podido ponerse en contacto ni con Irina Levshyna ni con uno de sus reporteros, Zakhar Shcherbakov, según la asociación. También se registró el domicilio de Shcherbakov y el de un tercer reportero de BelaPAN. Además, de registrar la sede de la agencia en Minsk. 

Los agentes del orden también se personaron en casa del editor adjunto de BelaPAN, Aleksandr Záitsev, y confiscaron sus equipos informáticos durante el registro.

Según Záitsev, los policías se escudaron en un caso penal sobre "acciones que violaron burdamente el orden público" para llevar a cabo el registro.

El acceso a BelaPAN, fundada en 1991, fue censurado y bloqueado por las autoridades en varias ocasiones desde el año 2014. Actualmente, el sitio web del medio tampoco se encuentra disponible.

Las autoridades han emprendido una campaña de represión contra los medios de comunicación no estatales, los grupos de derechos humanos y los líderes de las protestas contra el régimen del presidente Alexander Lukashenko. Comenzó hace un año, en agosto de 2020, cuando fue reelegido en unos comicios que la oposición y los observadores occidentales consideran amañados.

La asociación de periodistas ha declarado que al menos 30 periodistas bielorrusos están encarcelados y que la policía está llevando a cabo unas 50 investigaciones penales distintas contra miembros de los medios de comunicación.

Recientemente, las autoridades declararon extremista el portal informativo más importante del país, tut.by.

Las fuerzas de seguridad han intensificado la represión en las últimas semanas. El Comité de Instrucción de Bielorrusia aseguró el pasado 16 de julio tener información de que varias ONG y medios de comunicación habían estado "involucrados en la financiación de protestas" contra el Gobierno de Alexandr Lukashenko.

Una semana después, el régimen bielorruso desmanteló más de medio centenar de ONG y declaró "extremistas" la web y las redes sociales del canal Belsat, una de las principales tribunas de la oposición.

A comienzos de este mes, la velocista bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya se vio obligada a abandonar mientras competía en los Juegos Olímpicos, a raíz de una disputa con sus entrenadores en la que, según ella, se dio la orden desde "arriba" de enviarla a casa desde Tokio, lo que provocó un aluvión de nuevas sanciones occidentales.